Valley of Tears (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2020). 10 episodios. El 6 de octubre de 1973 comenzó en Oriente Medio la guerra más grande que ha vivido la zona. Una guerra que no fue la última y que cambió por completo a la región.
Detalles de la película
- Titulo Original: Shat Neila (TV Series)
- Año: 2020
- Duración: 45
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Opinión de la crítica
Película
6.8
38 valoraciones en total
Bien rodada, en escenarios creíbles. Al tener actores desconocidos la veracidad parece mayor y, además, no demoniza a los enemigos, los sirios, ni presume de valores judíos.
Tiene la pega de ser demasiado discursiva a veces y ahora, en el penúltimo capitulo se pasa de realismo. Los últimos soldados que van a enfrentarse al gran ataque ni siquiera se han limpiado con agua las heridas o el barro del último combate, pese a haber estado unas horas en vanguardia.
En fin, veremos que tal es el final.
Con el escenario de la guerra del Yom Kipur (Israel vs. vecinos árabes) se nos muestra la heterogeneidad político-ideológico-social de Israel en los años 70 y se nos trae el clásico muestrario de perfiles personales que se ven involucrados en una tesitura vital límite, la de la batalla y la supervivencia, para ir desvelando cómo evoluciona cada uno en torno a sus valores y sentimientos.
Aunque se dan algunas situaciones puntuales demasiado naif (poco realistas), y se nota bastante que no es una superproducción (mucho efecto digital para simular los combates), la serie no solo se deja ver sino que puede enganchar. Buena música y cabeceras.
Indispensable para los interesados en ilustrar, un poco, la política del medio oriente y la sociología israelí en aquella época y para los seguidores del género bélico. Más interesante que la gran mayoría de producciones americanas de guerra, que nos traen mucho más show pero también mucho más vacío.
Ya la introducción es un preludio del contenido. El momento a momento, las historias de los personajes y el contexto histórico-político son expuestos de una manera brillante. No es motivo para no disfrutar del contenido la mirada parcial de la historia, es algo ya se da por sabido teniendo en cuenta el origen de la producción es una de las partes activas en el conflicto.
Quizás hubiese estado mejor una historia paralela en el otro frente de esta contienda bélica, para nada menor.
Dos de las figuras más emblemáticas de la historia del Estado de Israel -la primera ministro Golda Meir y el general Moshé Dayan, aunque más la primera que el segundo- no han quedado bien situadas en el imaginario popular de su país a causa de esta guerra. Se sospecha de ellas haber tenido conocimiento de la inminente intención del enemigo de iniciar una invasión alrededor de los días en que finalmente ocurrió, sin haber tomado suficientes prevenciones defensivas para repelerla. Y ello -se dice- obedeció a una trágica decisión política a favor de una imperiosa distensión con el resentimiento popular del mundo árabe por la humillante derrota que habían sufrido años atrás en la Guerra de los Seis Días , a consecuencia de la cual Israel tomó posesión de amplios territorios que no le habían sido otorgados con la partición de Palestina al momento de su independencia de 1948. O dicho en otras palabras: que Meir y Dayán hicieron la vista gorda , permitiendo alguna forma de retaliación de sus beligerantes vecinos, a costa del sacrificio de sus propias tropas, cosa que de hecho ocurrió y es lo que se ve en la serie, crudamente, con permanente exposición de la indefensión que conllevaba la desmovilización de los reservistas -el pueblo, en este caso- en el Yom Kipur (Día del Perdón). A tal punto llega la sospecha, que se presume pudo haber habido algún inexplícito acuerdo para que el ataque se produjera en un día santo, salvando al gobierno israelí del costo político -trasladado al enemigo-, y a su vez permitiendo que los gobiernos de Egipto y Siria lograran descomprimir su conflicto interno… a pesar de que finalmente fueran derrotados en el campo de batalla.
Bajo ese clima de fatal auto cuestionamiento, es como se desenvuelve la serie, exhibiendo en todo momento la desesperada situación y descontento de las escasas tropas que estaban de guardia custodiando las fronteras, totalmente insuficientes para repeler el masivo ataque por al menos tres días, sufriendo miles de bajas. Y en ese dramático contexto, es en el que la serie presenta a escala humana individual el derrotero en el campo de batalla -y fuera de el- de un conjunto de personajes, entre ellos Lior Ashkenazi, legendario actor de cine israelí.
Quizás el meollo de la cuestión se encuentre próximo al final, en una escena de interrogación a un prisionero israelí a manos de los sirios, a lo cual el espectador debe prestar particular atención, pues hace referencia al choque de culturas generado por la migración sionista occidental de pre y post guerra mundial a un Medio Oriente culturalmente diferente, donde por siglos ambos pueblos vivían pacíficamente.
Aspectos técnicos, actorales, ambientación, etc. -en general bien resueltos-, me parecen menos relevantes que la historia en sí misma, así como la historia en sí misma (la serie) menos relevante por su inevitable sesgo nacionalista, que por el omnipresente cuestionamiento descripto al inicio de esta crítica…
En síntesis, Shat Neila -Valle de Lágrimas- es un descarnado, tanático producto fílmico, aunque muy interesante dentro de su género. Y si la he puntuado con 7 (siete) es porque -a diferencia de F.A.- considero que ese es el guarismo que corresponde a la definición. No el 6 (seis).
Serie centrada en la epopeya vivida por un pelotón del ejército israelí que lucha en el Frente Norte contra la masiva y en principio implacable invasión del ejército sirio durante la Guerra de 1973, conocida por su denominación hebrea de Yom Kippur por la festividad judía que se celebraba el día en que empezó la guerra con un ataque no declarado contra el nuevo país de Oriente Medio. Lo más interesante de la producción (que termina haciéndose larga), es su inicio con la recreación de la atmosfera de sorpresa, pavor y conmoción de una sociedad que parecía haber olvidado la victoriosa última guerra de los seis días de 1967 y se había confiado y dado al libertinaje decadente propio del resto de occidente.
Extremo que es denunciado sin ambages por esta producción que responde a un mensaje político de alerta constante y belicismo de tintes mesiánicos poco edificantes que subraya aún más si cabe el mal gusto y oportunismo por haberse estrenado a casi diez años que se cumplen hoy de la terrible guerra civil que sacude al país árabe. Tampoco olvidemos mencionar la reciente serie de similar temática El Espía protagonizada y producida por Sacha Baron Cohen que convierten la aparición de ambas series en algo nada casual visto la implicación del país hebreo en la guerra.
Dejemos de lado este pequeño apartado político para volver a centrarnos en los valores puramente cinematográficos. Lo que se antojaba relevante, novedoso y enriquecedor durante los primeros episodios termina siendo tergiversado en los últimos capítulos por el mensaje político .Lamento repetirme, pero es tan grosero y omnipresente que considero debo recalcarlo.
En la serie se nos muestra una sociedad israelí en conflicto, dividida con luchas sociales, con fuerte presencia de la inmigración de la diáspora judeo marroquí , origen de varios personajes y espurias tramas familiares inconclusas. Los sirios salen retratados poco favorablemente, una sospecha hacia el estamento político israelí del momento que estaba al corriente y traiciono al país, ahí entra el personajillo de los servicios secretos ignorado pero que alcanza el heroísmo final.
La trama bélico -sentimental no depara sorpresas. Hay numerosas secuencias de batallas que le dan dinamismo aunque sólo potencian el heroísmo(que si lo hubo)israelí pero no el sirio que pese a no ser ningunos santos, también existió. Los efectos digitales deslucen un poco el resultado final pese a la notable recreación de los combates de los tanques.
La dramaturgia de la trama y las interpretaciones son malas. Cayendo en ocasiones en un ridículo, casi de vergüenza ajena.
Lamentable el final post-créditos finales del último episodio entonces se entenderá ampliamente el porqué del título de esta crítica.