Una vida y un amor
Sinopsis de la película
Terminada la II Guerra Mundial (1939-1945), Matt Gordon regresa a Singapur con el fin de recuperar una fortuna en perlas de contrabando. Una vez allí, empieza a recordar a la que fue su prometida antes de la guerra, la atractiva Linda, y su desaparición durante el ataque japonés. Su sorpresa es mayúscula cuando, inesperadamente, la vuelve a ver: padece amnesia y está casada con el rico terrateniente Van Leyden. Mientras tanto, el siniestro contrabandista Mauribus planea quedarse con las perlas de Matt.
Detalles de la película
- Titulo Original: Singapore
- Año: 1947
- Duración: 79
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Opinión de la crítica
Película
6.4
38 valoraciones en total
Una vida y un amor cuyo título original es Singapore , o sea, la ciudad de Singapur, es una película de 1947 en la que Ava Gardner es cedida a la Universal para hacer el film. Nunca entenderé porque la Metro Goldwyn Mayer cedía tantas veces a Ava Gardner en vez de usarla ellos mismos. Estaban totalmente ciegos de la joya que tenían y no la aprovechaban. Se trata de una película que podría incluirse en el cine negro policiaco aunque para mí lo más importante es la historia de amor entre Matt Gordon (Fred MacMurray) y Linda Grahame (Ava Gardner). Al margen de la historia policiaca de recuperación de unas joyas, lo más atractivo para mí es que en la primera parte vemos cómo se conocen Matt y Linda y cuando están a punto de casarse los japoneses bombardean la ciudad y Linda aparentemente muere.
El último plano es bueno, pero el resto no está a la altura, Pase que parezca estar hecha de recortes, que los protagonistas hagan de ellos mismos, que las noches sean más falsas que las joyas y que ni siquiera el exotismo ambiental sea chic, pero lo irremediable es que Brahm no le imprima ritmo y la película transcurra mortecina con una trama rutinaria donde los actores y sus personajes se muestran desganados. Ya es difícil no acertar con un tándem como Murray-Gadner pero la cinta lo consigue. A Ava Gardner la sientas en una mesa (Forajidos) y Fred McMurray se desangra al final (Perdición/La casa 322) y ya tienes media película, pero los designios del Cine son indescifrables y el ladrón y la amnésica no generan el galvanismo que le conocemos con otras parejas en otras peripecias, pero así es cuando la puesta en escena no puede con una historia remedada y espuria. Acaso le queda el consuelo de que su remake de 1957 fue peor.
Se conocen en Singapur antes de la guerra y se enamoran. Qué noviazgo más bonito y qué envidia: entre medias del peligro y tan lejos de sus casas, se dicen cosas bonitas y lo que pase en el mundo no les importa. Esta presentación inicial es elegante y la interpretación a lo largo del metraje también.
Singapur es colonia de los ingleses, te lleva a pensar en lo exótico y en la aventura mientras estás al lado nada más y nada menos que de Ava, que está guapísima y aparece dulce de lo más dulce. Te crees el noviazgo y el amor entre ellos, lo único que pasa es que Singapur apenas está representado como paisaje, pero el amor continúa.
Él es un apuesto contrabandista, más romanticismo para ella que no por eso deja de quererlo. Pero entonces llegan los japoneses y se ponen a bombardear, Japón también quiere ser imperialista, como los demás. Son escenas justas pero que dan idea de amplitud, de amplitud de miras, de miedo entre la población. Este hecho ocasionará que Gordon, el contrabandista, tenga que abandonar las perlas fruto de su rapiña y encima pierde su otra perla más preciada: Ella.
Así que el drama está servido porque tiene que haber un punto de intranquilidad y de intriga a tan dulce relación para que exista la película. Un film correctamente construido que no te causará ningún desasosiego.