Un largo adiós
Sinopsis de la película
Una noche de verano, Terry Lennox aterriza en el ático de su amigo Philip Marlowe y le pide que lo acompañe hasta la frontera mejicana para cambiar de aires. Marlowe acepta la propuesta, pero al regresar a su casa se encuentra con que la policía le pide explicaciones sobre ese viaje. Marlowe termina entre rejas acusado de complicidad en el asesinato de la mujer de Terry, que ha aparecido brutalmente apaleada.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Long Goodbye
- Año: 1973
- Duración: 112
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Opinión de la crítica
Película
6.9
77 valoraciones en total
Poco respeto a la novela, pero una película con personalidad que intenta cargar la parte cómica más de lo habitual, sin tampoco perder el respeto. Influencias de su momento que resultan algo ridículas ahora, como esas jipis… un guión distinto al libro para ofrecer algo distinto, pero que no acaba de encajar… un personaje al que pretenden hacer implacable y al mismo tiempo majete y políticamente correcto, por eso no acaba de encajar tampoco…
Los mayores fallos que le veo son por ambientar Marlowe en los años 70. Pero es una película que funciona dentro del género negro sin ser ni clásica ni estar de todo en el cambio al realismo crudo que hubo en el género en los años en que se filmó, con obras como French Connection, etc.
Elliott Gould contruye un Marlowe original. Este Marlowe es un tío simpático, no es un Bogart ni un Mitchum. Si bien hace gracia a quien está de su lado, a sus antagonistas los saca de quicio, igual que, supongo al espectador al que no le guste un Marlowe que no se toma en serio. Puede que a alguno le resulte molesto un par de veces, pero ¿no aburren siempre los tipos duros más macho alfa que nadie? Los duros en la vida real a veces son muy simpáticos, oiga.
No es una obra maestra, pero sí una de las adaptaciones más originales de Marlowe. Lástima que sea la única adaptación de la que es seguramente su mejor novela.
Tomemos un Gimlet, bebida que es subtema en novela, a la salud de Mr. Chandler: 2 1/4 partes de ginebra, 3/4 de parte de Roses lime juice, mezclar (no agitar en coctelera) con hielo con una cuchara hasta que el recipiente condense por fuera y servir sin el hielo en copa de cóctel enfriada previamente (con hielo dentro mientras lo hacemos o vacía en el congelador). No los intentéis hacer con lima Rives, sale fatal, o es Roses o mejor no hacerlo.
Cuidado con el spoiler a continuación, si no la has visto, no lo leas.
Robert Altman ya ha demostrado en contadas ocasiones que es un director a contracorriente de los estudios, con capacidad para dirigir a repartos inmensos (Vidas Cruzadas), y con un estilo muy personal e irónico, y que siempre tiene algo que contar de forma interesante, y no será de menos en este caso. No he leído absolutamente nada de Raymond Chandler, y cada vez tengo más ganas de hacerlo, muchos dicen que su literatura es complicada de llevar a la gran pantalla, el último ejemplo reciente de ello es Puro Vicio de Paul Thomas Anderson, que ha recibido críticas bastante irregulares. Pero volviendo a la película en cuestión, desde la escena número uno, yo no me esperaba un neo-noir para nada convencional, aunque tiene todos los elementos del mismo, si bien es cierto que un poco de acción se agradece en la cinta, y que en ocasiones el personaje de Marlowe va a la deriva de una cómica interpretación, que tampoco termina de cuajar en el personaje, pero que por ello lo hace más humano y creíble: creo que Eliott Gould está magnífico en el papel, y sólo con verle interpretar no necesitas nada más. El resto de secundarios, sorprendente Sterling Hayden, también da la talla, y tal vez Nina Van Pallandt es quizás la que se queda algo fuera de lugar. Lo que hay que comprender, es que la película va a contracorriente de todo aquello que entendemos por neo-noir: tíos duros que fuman cigarrillos compulsivamente, un protagonista que debería ser tan duro como ellos y además tenaz, e ingenioso y que sabría defenderse si fuera necesario.
A mí parecer Altman entendió perfectamente que ésa clase de juegos detectivescos estaban algo pasados de moda, y que era momento de darle una vuelta de tuerca a la situación, y más en un panorama tan californiano como en el de la película. Ir a la contra a veces puede ser peligroso y puede incurrir en graves errores, no todo el mundo tiene ésa capacidad, pero aquí creo personalmente que Altman ha conseguido algo nuevo. Ir a la contra de todos los tópicos del cine negro, si bien es cierto que la película en algún momento pierde algo de ritmo, y la investigación se prolonga demasiado. Pero juega también espléndidamente con aquello que no se ve o que quiere hacernos creer que no se ve. Marlowe tiene sentimientos, y ya sabe que es un perdedor, pero no consiente que además de ser un perdedor, le traicionen por la espalda. Todo tiene su lógica, creo que es un filme de visión obligatoria para todos los amantes del cine de Altman, y del género, o mejor dicho, antigénero.
Divertimento de Robert Altman, director seco donde los haya. Pero hecho con ganas y estilo.
La profundidad y caracter del personaje principal es el mayor encanto, construido a raíz de desmitificar el héroe de Chandler dotándole de un individualismo y unos principios fuera de otras recreaciones del mismo. Gould borda el papel y le confiere ese halo noir tan de agradecer.
No es un héroe al uso. Es un tipo corriente que va a la suya.
La música pegadiza introduce también al nudo de la historia. Todo parece estar interelacionado. El señor Sterling Hayden demuestra una vez más, tras su maestría en el papel secundario de El padrino , que lo suyo eran los papeles duros y alejados del glamour en el que había estado encasillado en su juventud.
Pero lo más curioso del film es su final, muy a regusto de El tercer hombre , con la elección entre la amistad y la justicia. Incluso el plano final parece -si no lo és- sacado de la cinta de Carol Red.
Veo esta película tras acabar de leer la novela de Chandler. Antes he visto El sueño eterno . El contraste es bastante acusado. La cosa empieza por ese color brillante que trastoca del todo el clima. Luego está el cambio temporal, que traslada la figura de Marlow unos veinte años más acá. Y qué ha sido de la acritud, la agudeza y la desesperación del detective. Elliott Gould parece un pavisoso que acaba de llegar del pueblo. Sus chistes son tontorrones y sus relaciones con la policía están dulcificadas. ¡Pero si ni siguiera bebe gimlet! Pero bueno, si nos ponemos un poco transigentes, la cosa funciona razonablemente bien. Altman, se esfuerza en modernizar el personaje, en convertir hechos y personajes anticuados en héroes mundanos, frescachones y ye-yés de los 70. No está mal como experimento. Cabe la posibilidad de que todo lo anterior esté escrito bajo un prisma conservador y un poco rancio. Porque los clásicos están ahí para jugar con ellos, para adaptarlos a los tiempos. ¿No se edita La Celestina en español moderno? No sé, pero esta fue mi impresión y así queda plasmada.
De esta película se criticó que Elliott Gould no fue el actor idóneo para este papel. Tal vez ese era el propósito de Robert Altman.
A mi me valió. Está convincente como los demás actores de la película y de eso se trata, situar a Marlowe en un escenario más actualizado.
Marlowe es un detective fácil de llevar al cine y de hecho, así ha sido, su creador supo encontrar un personaje llamativo en el que destacaba por dotarlo de la mayor honradez posible. Lo único que se echa de menos es no poder traspasarse la ironía literaria de Raymond Chandler.
El guión lleva a un desenlace que arma la película.
No defrauda.