The VelociPastor
Sinopsis de la película
Después de perder a sus padres, un sacerdote viaja a China, donde hereda una misteriosa habilidad que le permite convertirse en un dinosaurio. Una prostituta le convence para usar este poder para luchar contra el crimen, y ninjas.
Detalles de la película
- Titulo Original: The VelociPastor
- Año: 2018
- Duración: 71
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Opinión de la crítica
Película
4.6
82 valoraciones en total
No sabía lo que me iba a encontrar al ver esta película, miedo me daba, pero me lo he pasado en grande viéndola.
No es la típica película del canal ci-fi/The Asylum, que nos presentan historias absurdas y van en plan serio, tragándote guiones insufribles y efectos visuales digitales de bajísimo presupuesto, no. Es es una frikada hecha mal adrede, sin efectos visuales, tremendamente divertida y entretenida, con momentos de puro humor absurdo, algo de sangre, algo de gore, una historia loquísima y todo mezclado de una manera que queda realmente simpática.
La recomiendo totalmente para los amantes del cine friki y poco serio. Vale la pena.
Cuando me llegan a las manos piezas como estas, se me enciendo la imaginación y reestructuro en mi cabeza con asombro el proceso de realización que pasa una película antes de que empiece el rodaje, me voy a explicar. Un iluminado guionista, en este caso es Brendan Steere se pone a escribir un guión absurdo e infumable,hasta aquí muy bien, cada persona escribe lo que quiere, pero lo que sorprende es que como tal guionista puede tener el coraje de ir a un productor en este caso a Hollow Tree Films a ofrecerle esto , no solo le seduce la historia sino que ademas decide ponerla en marcha. El siguiente paso, es encontrar un director que este dispuesto a dirigir tal argumento y que sea consciente que quedara constancia en su carrera cinematográfica que trabajó en tal esperpentico film.
Película que lo único que tiene de digno es su corta duración, la tortura es rápida.
Aburrida. Horrorosa. Terrible. Literalmente, todo lo que no se debe hacer a la hora de hacer una película. Creo que es la única película en la que no he encontrado nada bueno, qué digo, algo mínimamente aceptable. Ya imaginaba que iba a ser una cinta pésima, pero jamás creía que sus setenta minutos me resultarían interminables, ni la comedia de parvulario que maneja ha conseguido si quiera que esboce una sonrisa. El argumento es básicamente que un cura, tras la aflicción que le causa la muerte de sus padres, va a China, casualmente se topa con un asiático perseguido por unos ninjas en un bosque, le da un pedrusco con el que sin querer se hace un corte y, a partir de entonces, se puede convertir en un dinosaurio (o en un traje de bazar, como se quiera ver) y, a raíz de aquello, experimenta una crisis de fe que lo hace luchar contra el mal acosado por una orden de ninjas deficientes. Es que todo es deplorable, no sé ni por dónde empezar. Los efectos especiales se componen de maniquíes, salsa de tomate, disfraces del Toys R Us y poco más. Los efectos especiales, bueno, literalmente no tiene. Las interpretaciones son tan patéticas que provocan una enorme vergüenza ajena, en las cuales el director, Brendan Steere, decidió incluir a toda la familia tanto en el elenco como en todo lo que incumbe a esta porquería. No entiendo cómo un músico que me encanta, Aurelio Voltaire (cuyo personaje se llama Altair, sí, como el Assassins Creed), decidió colaborar en este film que, sin si quiera ser actor, ofrece una interpretación casi potable. El guión solo puedo decir que podría haber sido escrito por Brendan Steere o por un niño de cinco años, con agujeros de guión, infestado de diálogos estúpidos, personajes absurdos, bueno, en fin, lamentable. El montaje perfectamente se podría haber hecho con el PowerPoint, en muchas ocasiones pudiendo llegar a provocar dolor de cabeza. No sé si el tal Greg Cohan, interpretando a Doug Jones, tiene más películas, pero se ha ganado a pulso mi desprecio absoluto por las cotas de vergüenza ajena que me ha provocado. Hasta tiene secuencias en las que se ven los micrófonos en los márgenes del plano. Tampoco comprendo la obsesión de este señor al que llamaremos director por enfocar árboles y crear planos secuencia con ellos en vertical. La banda sonora está chula, lo único medio decente que puedo sacar como conclusión de esta atrocidad, el tema original compuesto como pista principal. El presupuesto (35.000 $) no es una excusa para realizar tal basura, que, por otra parte, como no se haya ido en alcohol o estupefacientes, no me lo explico. Las productoras involucradas (Hollow Tree Films y Laika Come Home) imagino habrán producido esto o por una apuesta o porque estaban borrachos, porque vaya forma de tirar el dinero. He visto cortos de estudiantes de cine que le dan mil vueltas a esta bola mugrienta utilizando tres pelas para hacerlos. No la recomiendo a nadie, no vale ni para pasarlo bien. Y, por favor, si hay algún epiléptico leyendo esto, aléjense aún más de esta escoria.
Algún día se debería hablar en profundidad de Lloyd Kaufman y su productora Troma, que durante años dio carta blanca a directores y guionistas para que explotaran las ideas más locas que les vinieran a la cabeza, sería como la productora New Horizon Films de Roger Corman con un punto más soez, desvergonzado… Y con menos talento. Aun así, parte de estas cintas se convirtieron en películas de culto y arrastran oleadas de fans. The VelociPastor podría enclavarse en el mundo Troma aunque su director, Brendan Steere, aún lo lleva un paso más allá.
Tras la muerte de sus padres en una explosión de coche, el reverendo Jones decide viajar por el mundo. Al llegar a China se encontrará con una mujer moribunda que le da un objeto sagrado: un hueso de velociraptor. A partir de ese momento, la vida del reverendo cambiará debido a la maldición del velociraptor y unos ninjas que quieren acabar con su vida.
Hay que dejar algo claro antes de sentarse a ver The VelociPastor: se debe ver en compañía porque las locuras que Brendan Steere, guionista además de director, suelta minuto a minuto dan para hacer chistes que, en solitario, perderán toda su gracia ya que como dijo Lisa Simpson ¿Cómo suena un árbol que se cae en medio de un bosque si nadie lo escucha? , The VelociPastor hay que verla en grupo, con palomitas y bebidas diversas, y dejarse llevar por el sinsentido que mezcla ninjas, chulos, prostitutas, guiños a la serie B de los años 50, películas de superhéroes, drogas, curas, satanistas, guerra del Vietnam… Una bizarrada.
La película de Steere es una cinta que bebe de todas partes, tan pronto tenemos serie Z como trama de blaxploitation, grindhouse, softcore, que se mezclan en pantalla hasta ofrecer una cinta inclasificable que plantea una pregunta: ¿Estamos ante una cinta que ha nacido para ser película de culto o, por el contrario, The VelociPastor quiere ser película de culto y se quedará a mitad de camino?
La desvergüenza – en el buen sentido – llega a todos los rincones de The VelociPastor y el nivel actoral no se libra: Greg Cohan disfruta el papel protagonista como el atribulado Pastor Doug Jones, y como su partenaire la dulce Alyssa Kempinsky, pero The VelociPastor brilla en sus secundarios, destacando Daniel Steere – no hay que hilar muy fino para imaginar que debe ser padre/tío de Brendan – cuyo flashback sobre la guerra es uno de los mejores chistes de la cinta, con especial mención a los exagerados Fernando Pacheco de Castro y Aurelio Voltaire – vaya nombrecito artístico – como el pérfido Frankie Mermaid y el Satanista Altair, cuyos papeles necesitarían más presencia en pantalla.
Resumiendo, ¿Es The VelociPastor una buena película? Pues la verdad es que no, pero sospecho que esto nunca fue la intención de Brendan Steere, pero si uno está rodeado de gente con la que corear los despropósitos – vuelvo a repetir, intencionados – que saltan desde pantalla, lo pasarás en grande porque es una película hecha para ser disfrutada en festivales y acompañado.
https://www.terrorweekend.com/2019/08/the-velocipastor-review.html