The Krone Experiment
Sinopsis de la película
Un grupo de expertos en inteligencia científica debe rastrear la fuente de una misteriosa señal sísmica que está causando puntos de destrucción en todo el mundo. Cuando un barco ruso se inutiliza, las tensiones entre Rusia y Estados Unidos se reavivan, amenazando con reavivar la Guerra Fría. Cuando el equipo finalmente descubre la verdad sobre el experimento de Krone, descubren un reloj del fin del mundo que hace tictac, uno cuyas manecillas no pueden retroceder, cuyo péndulo imparable se balancea a través de la misma Tierra.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Krone Experiment
- Año: 2005
- Duración: 108
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No todas las películas de ciencia-ficción han de tener presupuestos enormes ni espectaculares efectos especiales. The Krone experiment es una película independiente, de bajo presupuesto, pero sin nada que ver con los filmes de The Asylum . Y tiene una curiosa génesis. El guión está escrito por padre e hijo basado en la novela del padre, el cual también participa en el filme en el papel de Krone. J. Craig Wheeler es astrofísico y tuvo una idea para una novela. Estuvo diez años escribiéndola y logró publicarla en una editorial pequeña y tuvo cierto éxito. Su hijo pensó en adaptarla al cine y juntos escribieron dicho guión en 1995. Tras muchas vicisitudes y con su propia productora, sacaron adelante el proyecto, con mucha imaginación en el diseño de producción, aprovechando incluso algún derribo real. El hijo también es el fotógrafo, editor y hasta compone la música, la típica ambiental con el piano, tecla a tecla, para dar una intensidad dramática cuando se precisa.
La película tiene mucho diálogo. Mucho. Es su fuerte. Científicos hablando sobre el tema en auténticas salas de reuniones, no como las que nos ofrece Hollywood. Te lo crees. Vaya pintas tienen los científicos. Así son en verdad. Es una película para que disfruten los astrofísicos, pero la investigación de lo que sucede, salvando las distancias, recuerda al proceso de investigación de La amenaza de Andrómeda , pero sin ningún medio, solo una pizarra vileda blanca y un rotulador. Un filme que recuerda a la fantástica webserie Pioneer One en el tratamiento y ritmo de la historia narrada.
No son malas interpretaciones, y el montaje trata de ser dinámico, intercalando escenas de lugares donde tienen lugares esos puntos de destrucción concentrada. Lo que sí resulta pueril y grosero es el uso de una imagen de cactus erectos como metáfora de las relaciones sexuales entre dos protagonistas.
En fin, película sencillita solo para muy fans de la ciencia-ficción independiente y sin alharacas.