The Calamari Wrestler
Sinopsis de la película
Un luchador de wrestling, tras desarrollar un cáncer, acaba convertido en un calamar gigante. Gracias a este cambio comienza a conseguir éxitos en el ring, pero echa en falta un poco más de respeto en su vida fuera del cuadrilátero.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ika resuraa (The Calamari Wrestler) aka
- Año: 2004
- Duración: 95
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Opinión de la crítica
Película
4.7
53 valoraciones en total
Supongo que no se puede esperar mucho más del producto en sí, y es que si por algún motivo me he reido de Calamari wrestler es por esos sonidos emitidos por el calamar de marras, por sus movimientos y por lo risible que es el bicho en sí.
Lo que pasa, es que cuando tienes una idea tan friqui, extravagante y cachonda, y no le sabes sacar el mínimo provecho, pues la cosa se va al traste, porque si, teniendo esa base, lo único en lo que confías es que cuando aparezca el bichejo, todo será jolgorio…. pues algo va mal, indudablemente.
Y ese algo está en los diálogos, las situaciones, la trama, está en absolutamente todos y cada uno de los minutos de desidia que produce Calamari wrestler , porque más allá de unos enemigos cojonudos y un par de estupideces adosasadas al guión en forma de broma, no hay absolutamente nada más por lo que reirse con esta cinta. Mmmmmmmm, o quizá si? Ui, si el calamar está teniendo un sueño erótico… ai, no, espera, eso no tiene gracia, vaya hombre, qué puta pena.
La cosa pintaba bien, porque el director ya había realizado cosas de similar calibre, no sé si con o sin éxito, pero se supone que si sigue haciendo morralla clase Z, es porque alguien ha apreciado sus abominables trabajos y, por lo menos, te deberías partir. Pues bien, ni una puta risa, eso es lo que se pretende, y eso es lo que falla. Si, además, intentas darle ¿fondo? a los ¿personajes? como si de un puto episodio de Dallas se tratase, está claro que es para mandar de una patada al director, al calamar y a todos los jodidos extras de la peli directitos al mar, a ver si ahí conviven con los de su especie: Las amebas marinas y los bichos mononeuronales.
Consecuencias, cinta floja y estupefacción por parte de los de siempre: Los que sufrimos este tipo de chorradas sin pies ni cabeza.
No se muy bien como criticar esta ¨película¨… una bizarrada para toda la familia, una película que solo se podría haber hecho en japón, y es que aquello es otro mundo…
La historia es muy absurda y original como pocas. El calamari (y demás seres) están bastante currados y simpáticos, aunque está demasiado claro que son disfraces, demasiado.
Combates entretenidos, sorpresas de guión que uno ya se espera de lejos, y un final en plan emotivo sobre la familia y la lucha libre… Para verla en un rato aburrido, si eres muy muy friki…
O dicho de otra forma: menudo coñazo de película. A ver, centrémonos: un japonés de la lucha libre tiene un cáncer que le hace retirarse del mundillo. Pero por casualidad, un día vuelve convertido en un calamar, y derrota al campeón, quitándole así el título y su orgullo. La prensa no hace más que decir que el Calamar ha vendido al otro, y bla bla bla. Total, que el estilo de combate del calamar les recuerda al del luchador, y empiezan a juntar piezas. ¿Qué pasa? Que la novia del luchador se enamora del calamar, y se lía una gorda por que esa estaba liada con el campeón. Y hay hostias, y luego sale una versión bípeda de Tenacitas (Viva Homer) con guantes de boxeo. ¿Y sabéis qué? Me cago en la puta cabeza de Minoru Kawasaki.
¿Pero cómo se pueden tener los huevos de hacer pelis así? A ver, he visto películas de mierda, muchas de hecho, más de las que me gustaría. Y sí, entiendo que el hecho de que una película llamada El calamar luchador sea directamente un gag, y sí, entiendo que se busque la complicidad del espectador, el arrancar sonrisas, el hacer gracia. ¡Pero es que no lo logra en casi ningún momento!. La película se toma en serio e intenta encubrir las intenciones, críticas al gobierno japonés y las federaciones de lucha libre, como si tal cosa.
Y no, amigo Kawasaki (rum, rum), tu película es una mierda tío. Asúmelo. Me has aburrido y por tanto, mereces ser castrado. Has cogido a tres monstruos desechados de los Power Rangers y los has metido a darse bombazos en un ring. Y lo triste es que has intentado humanizarlos y darles un background para… nada. Por que te lo repito: ME ABURRES. ¡Y me la suda tu acuario!
Para qué hablar de la fotografía, o del reparto o la BSO de este engendro. Mejor pasar. ¿Sabes? Al final casi te iba a dar un poco más de nota, pero encima remataste con una escena tan, tan bochornosa ( Luke, yo soy… ) que casi me da vomitera. En fin, resumiendo: si queréis ver la película, adelante, pero es una mierda. Id a la pescadería, comprad una cigala y un calamar, luego robadle un Action Man a vuestro primo pequeño y haced como que se dan piñazos. Podéis grabarlo y colgarlo en Internet. El amigo Kawasaki no ha hecho otra cosa. Palabra.
Metáfora sobre las relaciones de convivencia humana, que nuevamente sólo los elegidos hemos sabido captar. Trata sobre un luchador de wrestling que se convierte en un calamar gigante, pero que pese a las dificultades obvias de tal condición, no renuncia al cinturón de campeón.
Lo que estamos viendo en esta película es una metáfora sobre la interculturalidad, el mestizaje y el afán de superación ante las adversidades. Vemos cómo por ejemplo el héroe de la película, realiza las tareas de la compra, mantiene relaciones amorosas con chicas humanas y sale a cenar a restaurantes, proporcionando momentos cómicos de brillante agudeza satírica que sin duda hará las delicias de los sentidos del humor más exquisitos. Al igual que veíamos en la formidable serie de dibujos animados Dragon Ball, animales de otras especies se confunden con el populacho humano con total naturalidad formando un ente cívico y social homogéneo. En el caso de la serie de Toriyama, podíamos observar zorros, gatos, namekianos, entre muchos otros, en esta película podemos observar al protagonista, así cómo a otros personajes que para no desvelar partes de la trama argumental no comentaré en estos momentos.
Una película imprescindible para todo aquel que quiera algo diferente, con una historia en apariencia grotesca, pero con un fondo tierno y conmovedor. Sin duda, después de haber disfrutado con The Calamari Wrestler, no voy a dudar a lanzarme a por Executive Koala y Kani Goalkeeper. Un ocho a esta neo-fábulapunk de Minoru Kawasaki.