The Amazing Spider-Man
Sinopsis de la película
Como la mayoría de los adolescentes de su edad, Peter está intentando descubrir quién es y cómo ha llegado a ser lo que es. En su viaje para atar los cabos de su pasado descubre un secreto que guardaba su padre, un secreto que finalmente dará forma a su destino como Spiderman.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Amazing Spider-Man (The Amazing Spiderman)
- Año: 2012
- Duración: 136
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Opinión de la crítica
Película
5.8
95 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alexander Bedria
- Amber Stevens
- Andrew Garfield
- Andy Pessoa
- Barbara Eve Harris
- C. Thomas Howell
- Campbell Scott
- Charlie DePew
- Chris Zylka
- Danielle Burgio
- Denis Leary
- Embeth Davidtz
- Emma Stone
- Hannah Marks
- Irrfan Khan
- Jacob Rodier
- James Chen
- Jay Caputo
- Jennifer Lyons
- Jill Flint
- John Burke
- Kari Coleman
- Keith Campbell
- Kelsey Chow
- Kevin McCorkle
- Leif Gantvoort
- Mark Daugherty
- Martin Papazian
- Martin Sheen
- Max Charles
- Michael Massee
- Rhys Ifans
- Sally Field
- Skyler Gisondo
- Stan Lee
- Tia Texada
- Tom Waite
- Vincent Laresca
Hace 40 años encontré el primer comic de Spider-Man, con los impresionantes trazos de John Romita, mi padre me dijo que no lo entendería, pero ¿no era solo un comic?, y sobre el héroe de los dibujos animados de TV que en los 70´s se anunciaban in color , como si fuese algo de otro planeta. ¿Como no lo iba a entender?, apenas llegaba a los seis años de edad y sin embargo me eran asequibles los comics de la DC Batman o Supermán, y que decir de las complicadas pato aventuras de Carl Barks y Bob Karp, me resultaban muy simples puesto que el espíritu de los comics tenían la simpleza de un espíritu joven como los artistas que las creaban.
Pues si los entendí, y perfectamente. En los comics del tándem Romita/Lee estaba el alma de la nueva generación de los 70`s, la reacción de la juventud con una mezcla de estupor, sorpresa, horror e indignación ante un mundo que se mostraba agresivo, hipócrita, violento deshumanizado. La brecha generacional que nos separaba a mi padre y a mí, le impedía comprender esos relatos tan llenos de insastifacción y rebeldía, y ni siquiera me preguntó que pensaba sobre ellos.
Ahí estaban el Vietnam, la corrupción política, las sectas religiosas, las conspiraciones mas sórdidas, la suciedad de espíritu del bajo mundo, LAS DROGAS, el odio racial, y la soledad… Asistí junto con Peter Parker a su descubrimiento del verdadero mundo adulto y a todo lo que conlleva tener principios y enfrentarse a la vida, ya que sin principios y ética, el mundo es una pesadilla, y al fin y al cabo el orden a toda esta locura que se llama realidad lo pone uno mismo, con la razón, la inteligencia y claro los valores.
No creo que ninguna película pueda condensar todas las ediciones de los números de Spider-man de aquella época, y pienso que las películas de Raimi pese a no basarse casi en lo absoluto en los comics originales, sí se acercaron al menos en un 5% al espíritu del personaje, cuyos comics hasta casi llegar a la década de los 80`s se vendían por millones en todo el mundo y que hasta la fecha son considerados joyas del noveno arte.
¿Creen que puedo ponerle a ésta versión de Spider-Man del 2012, tan hueca, falsa, melosa, ridícula y codiciosa de nuestros euros, mas puntaje? Pues no, porque no considero a Spider-man, como ponen algunos, una gallina de los huevos de oro ni yo me considero ganado fácil de estafar ordeñándome, con un personaje prostituido que insulta mis recuerdos de infancia y mi buen gusto. No señor.
Uno de los fallos más clamorosos del film de Webb, es obviar esta frase. Quizá por alejarse del spiderman de Raimi, o simplemente porque no era de su agrado, pero olvidarse del primer mandamiento de Peter, el que le convierte en lo que es, no tiene perdón.
Pero no es el único. Olvidándonos del personaje en el que se basa, la película como tal tiene algunos errores de bulto, tales como villanos sin ninguna motivación ni carisma, objetos o cosas que de repente están ahí cuando más lo necesita el devenir de la trama, escenas ridículas y metidas con calzador, una música que no encaja en ningún momento (Ojo al momento Titanic…) o las relaciones entre los personajes, que no acaban de estar muy definidas ni rematadas. Además, los efectos especiales, no son nada espectaculares y no hay ninguna escena que quede en la retina una vez acabado el visionado de la película.
Por supuesto, si eres seguidor de los comics (Ya sean Amazing o Ultimate) la cosa va a peor…cambio de personalidades de algunos personajes como el capitán Stacy, las diferentes situaciones en las que suceden los hechos más relevantes de la historia (y las que faltan…)y sobretodo que a este Peter no le resulte nada difícil meterse en una pelea, ligarse a la chica más imponente del instituto o no necesite ningún trabajo para costearse los estudios, comprarse cámaras o ayudar en casa.
Como elementos a destacar, muy pocos, quizá el cameo de de Stan Lee (muy bueno) y que este spiderman, a diferencia del anterior, si cuenta chistes durante las peleas.
En resumen, una mediocre película y un desconocido Spidey.
Esto lo que pasa si nadie te dice que tienes una gran responsabilidad
Antes de todo, sus verdades: posiblemente contiene el mejor cameo que ha protagonizado Stan Lee y la película sencillamente es entretenida… Todo un blockbuster y refrescante tinto de verano para tonificarnos en estas calurosas vacaciones… que aspira a ser el taquillazo del 2012, si le dejan ese par de vinos reserva llamados Los vengadores y El caballero oscuro: La leyenda renace…
He aquí 5 mentiras que no nos han parado de contar y que, por desgracia, muchos se han creído:
1.- The Amazing Spider-Man es ‘Amazing’.
Maticemos: ¿‘Amazing’ significa si era necesaria? ¿‘Amazing’ significa me he gastado 215 millones de dólares y obviamente no he derrochado mucha pasta con los actores y el director? ¿‘Amazing’ es sinónimo de 3D y de lanzar una trilogía-reboot cada cinco años?
2.- Este Spider-Man recuerda a la oscuridad de El caballero oscuro.
La única oscuridad que comparte con El caballero oscuro es la de la sala del cine… Este Peter Parker tiene parecidos más razonables con Harry Potter que con Batman. Aquí, aunque quieran vender lo contrario, parece uno de los más guays del insti con su skate y su peinado molón. Eso sí, un gran peinado conlleva una gran responsabilidad… ¿Para meterlo en ese traje ajustado y que te quede estupendo y en su sitio cuando sale del mismo?
3.- Hay mucha química entre los protagonistas.
Normal, todo hace indicar que Andrew Garfield y Emma Stone son también pareja en la vida real y se enamoraron perdidamente el uno del otro durante el rodaje. Entiendo que no todo es marketing aunque pretende encontrar su filón en esas sufridas adolescentes que se preparan para quedarse huérfanas tras la marcha de Bella Swan y Edward Cullen…
4.- «Lagarto es mi villano favorito».
Si hicieran una encuesta sobre el villano favorito de Spider-Man seguramente vencería Lagarto. ¡O eso parece decir todo el mundo… ahora, claro! ¡Incluso es el villano preferido de Marc Webb! Al parecer no es el de los guionistas porque posiblemente compita por ser uno de los peores y menos carismáticos archienemigos vistos en bastante tiempo en la gran pantalla. Ni un mini-Godzilla que convirtiera Nueva York en Tokyo ni una ‘largotona’ que le quiera levantar el novio arácnido a la rubia… Aquí simplemente hay «Lagarto, Lagarto». Hollywood debería replantearse un cartel a sus puertas: «Se buscan buenos villanos. Razón, aquí».
5.- Es un reboot justificado porque había cosas que no habían sido explotadas anteriormente en la gran pantalla como la historia de los padres de Peter Parker o su primer amor en la figura de Gwen Stacy.
Primero.- Muchos fans de los cómics dirán que se han pasado los mismos por la cebolleta arácnida.
Segundo.- ¿Desde cuándo las películas se justifican en excusas dignas de famosete que quiere aparecer cómo sea en el ‘Sálvame’? ¿Es esa ju$tificación celebrar su 50 Aniver$ario o $eguir rentabilizando la araña de los huevo$ de oro?
Hace cinco años el mundo contempló la peor película protagonizada por el Hombre Araña. Sam Raimi, maestro de la serie B y que había realizado un decente trabajo en las dos secuelas anteriores, mostraba síntomas de agotamiento y, lo que es peor, de hastío. Lo mismo que su protagonista, Tobey Maguire. La película era Spiderman 3 y el esperpento de ver al superhéroe arácnido bailando ridículamente como si estuviera en una película de Todd Philips, parecía su sentencia de muerte. Pero el mundo del cine se rige por sus propias r€glas y, a pesar de ser la peor de la trilogía con diferencia, recaudó más que ninguna (casi 900 millones), por lo que era evidente que esta gallina todavía tenía muchos huevos que poner. La naturaleza del séptimo arte es cíclica y lo que hace diez años triunfaba no tiene porque hacerlo ahora, por lo que en vez de una continuación se apostó por un reinicio de la saga. Un reparto plagado de buenos intérpretes y un director con toque personal. Eso es lo que requieren los productores de los grandes estudios gracias a Nolan y su empeño en crear un cine entretenido de calidad. Sorprendentemente el director elegido para revivir la franquicia no tenía ninguna experiencia en el terreno de la acción pero si en la comedia dramática, donde las relaciones personales entre personajes son el epicentro de la trama. Y así damos con Marc Webb, director de la notable 500 días juntos, con la poderosa intención de hacer de los personajes la acción del relato.
No soy un fan kamikaze de Spiderman y su mitología pero de pequeño disfrutaba de sus comics y su serie animada. Quizás esto mismo, el no ser un fan incondicional, sea la causa de la siguiente reflexión. Tengo la firme convicción de que Spiderman es un personaje desaprovechado cinematográficamente que nunca ha sido explotado y explorado hasta sus límites intelectuales y viscerales. Nunca he visto en pantalla a ese irónico reportero de un periódico metropolitano que se reía de la muerte y de sus enemigos hasta en las peores situaciones. La versión Raimi apostaba por un Spiderman parado, tranquilo y hasta lelo por momentos. Webb presta mucha más atención a ese apartado y su héroe es más desafiante y sarcástico, con vistas a serlo mucho más en siguientes continuaciones. Webb nos presenta a un adolescente inmerso en el ambiente estudiantil, con hormonas revolucionadas y un claro desajuste familiar.
Tal vez todos estos aspectos hayan favorecido el nacimiento de una inseguridad patológica con tintes vouyerísticos (cosa que también se hubiera captado sin el cartel de La Ventana Indiscreta en primer plano) que en una mente enferma podrían haber sido desarrollados hasta llegar a convertirse en El Fotográfo del Pánico 2. Pero felizmente para nuestro protagonista está enamorado, por lo que solo está enfermo de amor (por su chica y su monopatín).
Sigo en spoiler pero no es spoiler
The Amazing Spider-Man hace algunas cosas bien. Para empezar tiene a Emma Stone, que pese a su personaje (extremadamente plano) consigue destacarse aunque sea por la naturalidad con la que lo aborda, y su capacidad para transmitir todo tipo de sentimientos a través de sus ojos. Su tono melodramático funciona cuando sus personajes respiran y simplemente interactúan entre sí (las escenas en el cuarto de Stacy, algún momento del instituto, la secuencia del paraguas) y no lo hace en lo restante: los flashbacks sobran, el prólogo es pobretón, la narración parece atropellada y no dedica el tiempo suficiente a según qué cosas (lo del tío Ben está metido con calzador). No es una mala película pero está muy lejos de ser un triunfo, principalmente porque está claro que Sony no sabía qué hacer con ella y su director, Mark Webb, aunque le pone ganas, no consigue hacer que esto sea amazing, siendo más bien average.
El problema no es tanto comparar con la trilogía (sic) de Sam Raimi, cuyas dos primeras entregas superan ampliamente a esta Amazing Spider-Man , sino intentar ubicar esta última en un contexto, llegando a la conclusión de que no hacía falta. Vale, el cine de superhéroes ha adoptado una textura más realista, humana, en los últimos años, lejos de la estética animada de la trilogía anterior, sin embargo, aquí todo parece impostado. En el debut de Mark Webb (la fantástica (500) Días juntos) el realizador demostraba inventiva a la hora de abordar el género en el que se movía, y gracias a un reparto en estado de gracia hacía que la cosa funcionase de forma más que correcta. Esto no ocurre en este filme: pese a su oscuridad y realismo, los momentos más dramáticos y oscuros palidecen en comparación a lo que conseguía Raimi: sirva recordar el agrio final de Spider-Man (2002) o todas las concesiones que hacía aquel Peter Parker para salvar a los que amaba. Aquí la cosa es distinta: este Spiderman está demasiado pensado para la generación inestable actual, no es creíble. Andrew Garfield es mucho mejor actor de lo que será nunca Tobey Maguire, pero no es -ni por asomo- un mejor Peter Parker. Cuesta creérselo (y no es que no le ponga ganas) porque está mal definido, es demasiado arbitrario.
// Sigue abajo sin spoilers ni destripes argumentales //