Tekken
Sinopsis de la película
En el año 2039, el mundo está dominado por grandes corporaciones. Una de ellas es la Mishima Zaibatsu, dirigida por Heihachi Mishima, que realiza periódicamente el Iron First Tournament, un torneo de lucha a nivel mundial. El protagonista es el joven Jin Kazama, un luchador callejero que se apunta al torneo para vengar la muerte de su madre, asesinada por Heihachi. Acompañado por su maestro Lucas, deberá hacer frente a varios desafíos para llegar a la meta. Adaptación libre del videojuego de Namco Tekken .
Detalles de la película
- Titulo Original: Tekken
- Año: 2010
- Duración: 92
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Opinión de la crítica
Película
3.6
96 valoraciones en total
Tekken no pasará a la historia del cine como una gran película, ni como una gran adaptación, aunque tengo que reconocer que no es tan mala como esperaba.
Al oir hace tiempo que se iba a realizar una adaptación al cine de este videojuego tuve miedo, no es que sea una gran fan de la saga pero, si que es cierto que he malgastado bastantes horas de mi vida aporreando botones en la PlayStation mientras estos personajes se daban patadas y puñetazos unos a otros, asique una adaptación al cine me asustaba y más después de ver cosas como Dragon Ball Evolution.
La película es basicamente una cinta de acción guiada por la sed de venganza que siente el protagonista (Jin Kazama) después de que asesinen a su madre, por lo que decide luchar en el Iron First Tournament para acabar con Heihachi Mishima, la película me pareció bastante superficial, no profundiza demasiado en los personajes ni en los motivos que los impulsan a luchar, centrandose unicamente en Jin personaje del cual no me llegué a creer esa sed de venganza que dice tener. (Sigue en el spoiler)*
Por otro lado tiene partes totalmente diferentes a la historia del videojuego, pero en toda adaptación se cambian cosas, asíque esto tampoco me parece tan grave. Los escenarios de lucha y el vestuario de los personajes están bastante logrados y son similares a los del juego (en la mayoria de los casos) (sigue en el spoiler)**
En resumen es una película pasable (en la que yo esperaba ver más peleas) que puede estar bien para ver una tarde que no tengas nada mejor que hacer.
Hay Obras Maestras en la historia de cine cuyo brillo luminoso las hace inalcanzables por la ceguera que nos producen. Pero después están otras joyas capaces de hacernos sudar y gozar, sentir y vivir… capacitadas para deslumbrarnos con su brillo tanto que nos sacaremos los ojos para dejar de mirarlas directamente. Tekken es una Hobra Maestra completa y entera.
Habíamos visto maravillosas muestras de Hobras Maestras en esos videojuegos de peleas recreados con actores reales en Super Mario Bros (puntuada en Filmaffinity con la nota que merece un peliculón: 2,9) [bueno, no es un juego de lucha propio aunque Mario se de leches con setas], Street Fighter, la última batalla (2,6), Double Dragon (2,7), Mortal Kombat (3,7) y ahora esta nueva Hobra Maestra del cine contemporáneo: Tekken (3,8)… pese a no ser del todo fiel al material original y erradicar a luchadores tan carismáticos como Ru-Paul, Mokujin o los Osos o desprender del protagonismo que merecen luchadoras como Nina y Ana aunque lo compense con Christie Monteiro.
Tekken es un biopic no autorizado de Belén Esteban. Se ha disfrazado un poco con las peleas y con el cambio de sexo (aunque el protagonista sea una nenaza) pero se mantiene fiel a lo que nos ha deparado el popular y televisivo personaje: hay muchos lloros, desencuentros familiares abocados a la sangre y al drama catódico, guerra de audiencia en la que no se dudará hacer lo que sea para aumentar el share: puñaladas traperas, sexo pasional, violencia y violaciones, canalillos, tiros (y rayitas) y, sobre todo, exclusivas y narices partidas. Jin es la princesa del pueblo, la princesa de Tekken porque todos somos Tekken aunque lo hayamos olvidado, aunque hayamos ensombrecido en nuestras mentes el verdadero legado y semilla que esta joya pixelizada se introdujo por nuestras venas e incluso recto. ¡Yo soy Tekken! ¡Todos somos Tekken! Agradezcámoslo a esta película y equipo técnico y artístico de la misma manera: a leches en toda la boca, nuca y cabeza hasta que les salga su arte por las orejas.
La única pega que le encuentro a esta Hobra Maestra es que le falta garra en la banda sonora. Si hubieran incluido algún tema de Chimo Bayo aumentaría mi nota en nueve puntos. Una pena para que la Hobra sea Obra.
No sé quién diablos será el encargado de seleccionar qué videojuegos deben ser adaptados al cine, pero considerando que casi todas las sagas de lucha han sido llevadas a la gran pantalla, desde luego algo no debe ir bien en la cabeza de ese señor, ente o Dios sabe qué.
Tekken no es un juego que destaque por su gran profundidad argumental, si bien la historia de los Mishima, con la corporación liderada por Heihachi, su hijo carnal y el adoptado, el nieto de Heihachi, Jin, con sangre Kazama corriendo por sus venas, y el hecho de tener el gen de Diablo en su interior, podrían haber dado para un cortometraje de diez segundos en los que algo tuviese sentido. Dwight H. Little dirige un guión parido a tres bandas por Alan B. McElroy, Michael Colleary y Mike Werb en el que han decidido partir de cero y crear algo nuevo. Es una intención loable, el no quedarse en lo más básico y tratar de ir más allá. El problema es que lo que se plantea es incluso más chorras que lo que intentan adaptar. Y que puestos a comprar una licencia y a pagar pasta por ella, lo mínimo que se puede hacer se respetarla.
Olvidaos de los combates en templos japoneses, bosques de bambú u otros entornos tradicionales de la saga de videojuegos. Aquí se nos lleva a un futuro gris, casi distópico, en el que la corporación Mishima ha organizado un torneo para bla bla bla, y bli bli bli. Una forma cutre, y pobre, de justificar combates y hostias por doquier. Lo que más sorprende no es que la película no sea tan mala (es decir, es mala, pero no infecta) sino el hecho de estar tratada con solemnidad no la beneficia en absoluto. Su falta de pretensiones consigue que sea medianamente entretenida a pesar de ser una verdadera roña y hay un par de actores que se esfuerzan por salvar la función. Fallan, claro, aunque Gary Danields siempre mola y Cary-Hirouiki Tagawa, haciendo de Heihachi, es muy grande.
Paralelismos con la saga Tekken al margen, es una peli de hostias B de esas que había en los videoclubs en los 80-90 y que no trascendían más allá de su finalidad: ser alquiladas un domingo por la tarde y no pensar en que en el fondo, había cosas mejores que hacer con 90 minutos de una vida humana que perder el tiempo viéndolas. Lo surrealista es que el trabajo de Dwight H. Little sabe a gloria en comparación con otra adaptación de otro juego de lucha realizada este 2010, The King of Fighters de Gordon Chan.
No se muy bien qué es lo que he visto.
Veamos Tekken como una recreación del videojuego muy esperada por un admirador de Tekken.
El videojuego ha llenado muchas horas videojuegueras de muchos usuarios a lo largo del tiempo. Un juego que se caracterizaba y se diferenciaba de todos los demás por su ausencia de magias, con peleas realistas dentro de lo que es su alma arcade y de una historia que daba para un culebrón venezolano.
¿Qué se ha hecho en la película? Para empezar (o más bien, para empezar por algún sitio), ¿dónde está la música? ¿Tanto costaba mantener esa música, identidad del videojuego, que bien podía servir para la banda sonora de cualquier película de Blade? La banda sonora era idónea para la película, al menos en su estilo, pero aqui nos encontramos con guitarras metaleras y partes orquestales como en cualquier otra película del montón. Por desgracia esto no es lo peor, ojalá.
Metámonos de lleno en lo que es el juego. ¿Dónde están los personajes míticos? ¿Qué pintan algunos de los que han elegido? Veamos… aún estoy esperando al gran Hwoarang (espera, ese barbudo del principio con esas gafas en el cuello era…), a mi favorita, Ling Xiaoyu, a Paul, Lei… Vale, no voy a pedir que incluyan a Panda o a Gon, pero hay algunos que sobran y que no son para nada identidad de la saga. Para colmo, el Marshal Law que se nos pinta no se parece en nada (de hecho se parece más Jon Foo), y tratando la película sobre Jin y dándole un inicio y un final quizá hubiera sido interesante explorar esa parte de Evil Jin.
Siguiendo con los personajes, yo creía que Anna y Nina Williams se llevaban a matar, también creía que Christie Montairo era una excelente luchadora de Capoeira y no una cualquiera que se dedica a zorrear durante toda la película (¿pero Jin no empezaba con una novieta?). ¿Eddy Gordo no era su maestro? Quizá jugué una versión equivocada de Tekken donde todo eso ocurría.
Y lo más importante de todo… ¿Tanto costaba mantenerse fiel al juego? No reconocí ningún personaje por sus movimientos durante las batallas. Como dije estamos ante un juego que se caracteriza por su ausencia de ataques especiales (rollo hadouken y kame-hame-ha y esas cosas), ¿por qué no respetar los estilos de combate de cada uno? ¿cuánto costaba jugar un poco a los juegos entre toma y toma para decir eh, podríamos dar esa patada igual que la da él ? Encima a mitad del torneo empiezan a aparecer armas como cadenas o lanzas, incomprensible, casi tanto como la estructura del torneo. Alguien entendió como iba la cosa? Alguien vió luchar a Anna?
En definitiva, ver esta película como un aficionado de los Tekken es toda una decepción, pero es más dolorosa verla como un aficionado al cine (crítica en spoiler).
Solo viven aquellos que luchan ( Víctor Hugo )
Me explayaré y seré friki … porque dudo que a mucha gente le dé por leer críticas acerca de una cinta que no ha llegado a nuestras tierras y puede que nunca lo haga… no sé si afortunada o desgraciadamente, ergo no tengo motivos para ser claro y conciso.
Soy un gran aficionado a la saga Tekken de la cual mis amigos me consideran todo un maestro… Claro que aporreando botones no se llega a ningún sitio, era raro sentir muchas expectativas cuando tuve la extraña suerte de ver el trailer de esta, cuanto menos curiosa, producción. Irónicamente da lo que prometía (en dicho trailer… porque como adaptación… Pufff) pero lo que prometía era una idiotez. Vayamos por partes:
– Hay aspectos clavados a la historia del videojuego y otros que no tienen absolutamente NADA que ver.
– Hay escenarios bastante conseguidos y quizá fieles a su fuente (como las jaulas de lucha pero otros que ni sé de dónde leches salen ni vienen a cuento dentro del propio hilo argumental.
– El vestuario en muchos de los caracteres es idéntico (quizá demasiado, lo que le resta credibilidad) y en otros aunque decente, no sólo no tiene una castaña que ver con su origen sino que es bizarro a más no poder.
– El guión… Prácticamente nulo: si, venganzas, muertes, algún que otro giro y sorpresilla (no se le puede pedir mucho, el juego justificaba las razones para luchar de los integrantes, pero no profundizaba) y aún así predecible y carente de inercia emocional: el prota, Jin… Mucho honor, mucha disciplina y mucha leche… Pero tía buena que se le cruza, tía que se quiere cepillar: la empatía con él es completamente nula…
– Y las peleas: pues hombre, están bien coreografiadas y tal pero no son tan abundantes en comparación con otras mucho más decentes del género, como las contenidas en la filmografía de Tony Jaa: y eso es lo que los fans queremos: ver a nuestros luchadores favoritos darse de toñas durante todo el metraje… TODO (el 1% quedaría reservado para las frases tipo no dejes que la ira te domine … etc).
En resumen, es mejor (cosa fácil de conseguir) que las espantosas adaptaciones de Street Fighter protagonizadas por Van Damme y Kristin Kreuk (la de animación, siendo excelente, obviamente no está incluida)y mejor que la (…) putrefacta Dragonball Evolution . Iguala en calidad a la tremendamente mediocre DOA , y es infinitamente peor que la logradísima y currada Prince of Persia: las arenas del tiempo .
Ya sabemos que se puede realizar películas basadas en videojuegos decentes gracias a la última mencionada, así que ya no tenemos por qué ser clementes: o se esfuerzan un poquito, o no vamos a verla: ¡avisados quedan productores!
a más ver
H