Slacker Uprising
Sinopsis de la película
Documental que sigue a Michael Moore durante un recorrido por 62 ciudades de los Estados Unidos, mientras anima a la juventud a votar en las elecciones que enfrentaron a George W. Bush y a John Kerry en el año 2004. Moore estrenará el documental gratuitamente en Internet, estando disponible para los estadounidenses a partir del 23 de Septiembre de 2008, durante tres semanas. Posteriormente lo lanzará en DVD ese mismo año.
Con un presupuesto de 2 millones de dólares (1.4 millones de euros) en el documental aparecen, entre otras personalidades, el cantante de Pearl Jam, Eddie Vedder, la actriz Roseanne Barr, el guitarrista de Rage Against the Machine Tom Morello, el grupo musical R.E.M. o el actor Viggo Mortensen. Una de las razones que encuentra el realizador para optar por esta forma de distribución es que fue la que utilizó hace 19 años con su primera película, Roger & Me, y quiere hacer un regalo de esta manera a sus fans.
Detalles de la película
- Titulo Original: Slacker Uprising aka
- Año: 2008
- Duración: 102
Opciones de descarga disponibles
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Opinión de la crítica
5.3
40 valoraciones en total
Este documental de Michael Moore salió hace pocos meses con la intención de intervenir en las elecciones americanas que se celebran hoy. Pues, sinceramente, no lo entiendo, casi parece una excusa para sacar otra película con imágenes de archivo, absolutamente descontextualizadas, un sin sentido que no hay por donde pillarlo.
El tema de Slacker Uprising son las elecciones del 2004, Kerry versus Bush, cualquier tipo de extrapolación con las elecciones del 2008, Obama versus McCain, es un error. En el documental de Moore, los argumentos que se presentan son puramente personalistas, a favor de Kerry y en contra del gilipollas de Bush, pese a que la disputa se podía haber simplificado entre republicanos y demócratas, pero no se hizo así en el 2004, por tanto, en el 2008, bajo otras circunstancias, los argumentos del 2004 no sirven para absolutamente nada.
Si se mira la cinta como documento histórico (algo que no pretenden sus creadores) gana puntos, por el seguimiento de un activista político en su ánimo de derribar a un candidato gilipollas, usando todas las armas que tiene a mano. Demagogia y populismo hay a puñados, como cierta exaltación de la imagen del gordo de Flint, pero no es algo inusual en la política americana, por tanto, debe verse, son así los americanos. Si queréis, imaginaos que estáis en un ZOO viendo como se comunican seres vivos con una menor evolución cerebral, a lo mejor así conseguís una mayor comprensión y respeto por la sociedad norteamericana.
En conclusión, docu entretenido y muy bien hecho técnicamente (sólo los americanos hacen documentales menores con tanta calidad), bajo las reglas de la actualidad, tendría un dos, bajo la historia de las elecciones norteamericanas, el seis está bien, siempre es curioso ver y leer a Michael Moore.
PD: Si no la hubieses borrado y la hubieras visto hasta al final, te darías cuenta de que se asocia en EEUU a los críticos en contra de la guerra, con críticos en contra de los soldados que combaten en Irak. Michael Moore sólo pretendía mostrar con el gesto del soldado su respeto a los combatientes y a su labor general, pero no apoya que se les mande al quinto coño para morir en una guerra. A ver si conocemos de lo que hablamos.
La verdad que hasta ahora todos los documentales que había visto de Michael Moore me parecieron interesantes en el mensaje (no tanto en las formas, demasiado patrióticos y centrados en la figura de Moore para mi gusto). Pero creo que en Slackers Uprising ha llegado a unos límites insospechados de autobombo y propaganda manipuladora.
El documental se estrenó por internet, de manera gratuita para los habitantes de EEUU y Canadá. Y tiene una clara intención electoral ya que su estreno es apenas un mes antes de las elecciones en EEUU. Se nos muestran retazos de las conferencias que dio el propio director en los 20 estados indecisos antes de las elecciones presidenciales del 2004. Moore acude a estos estados para animar a la gente a votar en contra de Bush por haberlos metido en la guerra.
El documental acusa a bush de manipular y mentir para empezar la guerra de Irak, mientras nos muestra como Michael Moore hace una campaña de apoyo a John Kerry, candidato por el partido demócrata, que dice que él habría votado a favor de esa guerra aún sabiendo que no había armas de destruccón masiva en Irak.
Habla todo el tiempo de los soldados estadounidenses como héroes y en ningún momento nombra al pueblo irakí, ni a sus víctimas, ni habla de su sufrimiento, para él lo importante son los 1100 soldados de EEUU muertos durante la guerra y denostar la imagen de Bush (como si el propio Bush no lo consiguiera solo).
Lo dicho, basura de documental patriótico e hipócrita.
Vídeo electoral, eso es lo que es este documental.
Campaña electoral a favor de los demócratas (De hecho ha salido antes de las últimas elecciones estadounidenses), pero no hay ninguna propuesta, sólo se basa en la crítica a la guerra, con testimonios de gente que ha perdido a familiares, etc. pero nada que ver con Fahrenheit 9/11.
Podría resultar interesante si se hubiese estrenado en las elecciones del 2004, ¿pero ahora?, el único interés que puedo encontrar es para estimular a los estadounidenses a votar recordando lo malos que son los republicanos, esto no es nada reprochable, pero que lo vendan como documental…vamos, es como si el dvd Confidencial CAT de David Madí (CIU) (Los catalanes sabrán de que va) se vendiera como documental.
Además del escaso interés se tiene que sumar el excesivo patriotismo que supuran todos los personajes que aparecen, sólo se salvan unos pocos, a resaltar Tom Morello (RATM) cómo no. También excesivo es el protagonismo que adquiere Michael Moore, autodeclarándose como un elemento capaz de cambiar el rumbo de las elecciones, vale, es verdad que sea un creador de opinión, pero queda un poco feo decírtelo y fardar de tú mismo.
Pero aún todo esto negativo…quieras que no siempre es divertido reírte de los republicanos, que aunque son unos putos tarados que han causado miles y miles de muertos, son tan lamentables (Por no decir gilipollas) que disfrutas metiéndote con ellos, y esto Michael Moore lo sabe hacer muy bien.
El título hace referencia al nombre de la gira de Moore alias Dios propaganda, sobre su campaña contra la reelección de Bush hijo, pero este seudo-documental es uno de los productos más egocéntricos, propagandísticos y más básico que tenga memoria, cae en las mismas bajezas de la derecha yanqui, pero con otro envase. Esta realizado para que cuando Moore tenga 60 años, les muestre el video a sus nietos , y les diga: vieron que YO era un ídolo, vieron a mis amigos músicos que iban a MIS charlas y la gente que YO reunía, casi como una especie de Jesús de Nazaret, pero más payaso. Muy malo este bio-documental, lo único rescatable fueron los 8 minutos en donde muestran a los detractores de Moore, lo demás una mierda.
O eso debió de pensar Michael Moore para lanzar este documental…si es que se le puede llamar así, ya que se trata simplemente de un panfleto interno en el que se recoge su tour de force por los USA en la campaña presidencial de 2004, intentando dar apoyo a los demócratas.
Me parece un producto totalmente aberrante, una propaganda descarada que además no hace sino reforzarme la impresión de que este tío se mira muuuuucho su (gran) ombligo.
En primer lugar, el bueno de Michael ya se saca su máscara de progresista independiente para entregarse a la causa demócrata, haciendo campaña pura y dura y pidiendo el voto para John Kerry, atacando a los republicanos -lo cual entiendo- constantemente.
Sin embargo, hay dos cosas que te sacan de quicio en este reportaje: la sensación de estar ante un vídeo casero preparado por el propio Moore para deleitarse de su fama e influencia en el sofá de casa y, sobretodo, una extraña impresión que nos invade a los 30 minutos… y que se resumiría en y a mí qué coño me importa? . Es difícil aguantar las canciones dedicadas que aparecen a lo largo de la cinta -himno estadounidense incluído- y algunos diálogos ñoños sin esbozar un gran bostezo.
En resumen, un auto-homenaje de Michael Moore, que cada vez se perfila más como un títere antirepublicano que se acerca más al star-system (con el que se codea constantemente en el filme) que al humilde toca-pelotas simpático que nos encandiló en Roger & Me o Bowling for Columbine.
Y, por cierto, Michael, la perfecta democracia no es ir por ahí como un demagogo barato y algunas estrellitas pop pidiendo el voto y criticando la guerra de Irak.
Algo que nunca llegaré a discernir es si el señor Moore está en contra de la guerra por su injusticia e hipocresía o simplemente por los muertos que ha causado a su amado país.
Aburrimiento patriótico y remilgado.