Sherlock Holmes y el collar de la muerte
Sinopsis de la película
Un collar egipcio que perteneció a Cleopatra trae de cabeza a Scotland Yard. El malvado Moriarty parece estar detrás de los terroríficos sucesos relacionados con la joya. Obviamente, Sherlock Holmes y Watson deciden investigar el misterioso caso.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sherlock Holmes und das Halsband des Todes (Sherlock Holmes and the Deadly Necklace) aka
- Año: 1962
- Duración: 87
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Opinión de la crítica
Película
5.7
99 valoraciones en total
A los que el personaje de Sherlock Holmes nos fascina y hemos disfrutado leyendo sus aventuras, siempre nos apetece ver algunas de sus incursiones cinematográficas. Las vemos con verdadera expectación y, a veces, nos llevamos alguna pequeña o gran decepción.
En el caso que nos ocupa, digamos que la decepción es pequeña. La película es entretenida, correcta y respetuosa (no todas las películas de Sherlock pueden presumir de eso) pero nada más: no tiene magia, ni fascinación, no te traslada al Londres de la época, que tan cinematográfico resulta, no fascina con el personaje, que tantos recovecos tiene, la intriga no te atrapa, …
Los actores están correctos, con el incombustible Christopher Lee haciendo un buen trabajo, pero no levantan la película.
Hay buenas películas de Holmes de hace muchos años, pero qué bonito sería que se hiciera una gran película ahora mismo, y no los bodrios que nos meten últimamente usando el buen nombre de Holmes. Seguiremos esperando
De tanto en tanto me suelo descolgar con una de Sherlock Holmes. La lectura de los libros de Sir Arthur Conan Doyle y la capacidad deductiva del vecino de Baker Street dejan secuelas. Por ello los cinéfilos rebuscamos entre los distintas monografías sobre el tema tratando de recuperar aquellos instantes mágicos donde Holmes nos dejaba a todos sus lectores con cara de tontos. ¿Cómo no nos dimos cuenta? Resultaba tan elemental, querido Watson, que las cenizas del cigarro mas la brizna de hierba incrustada en el zapato conducían inexorablemente al asesino. Holmes destrozaba intelectualmente a su amigo y con él caíamos todos nosotros por mucho brain training que hubiésemos merendado.
Proust buscaba tiempos perdidos pero encontrarlos es otra cosa y por ello películas como El collar de la muerte resultan un tanto decepcionantes a pesar del aceptable trabajo de Christopher Lee o la dirección de Terence Fisher especialista en terrores varios y que ya había hecho entrada en el género con El perro de los Baskerville y donde la presencia siempre agradable de Senta Berger resultaba poco menos que testimonial.
La sombra de Basil Rathbone y Nigel Bruce, protagonistas habituales en los trabajos de Roy William Neill resultaba demasiado alargada y alargándose se tornaba injusta con Lee y Thorley Walters (de notable parecido con Bruce) a los que no puede culpárseles del poco fuste de un film cuyas carencias nada tienen que ver con la interpretación sino con un guión ligerísimamente basado en la obra de Sir Arthur y donde brillan por su ausencia esos instantes de genialidad mental del detective por excelencia .
Tratando de ser positivo, los disfraces de Holmes y la consistencia de Moriarty dan cierta entidad al film. Incluso para quienes leíamos las novelas de Conan Doyle, Moriarty resultaba un personaje ciertamente difícil de aprehender. Siempre tuvimos claro que era el oponente por excelencia de Mister Holmes pero apenas sabíamos nada sobre él. Una especie de Dr. Mabuse indefinido e indefinible. Esta carencia la solventa Fisher con bastante acierto, justo es reconocerlo.
Entre las curiosidades encontramos el hecho de que los actores angloparlantes de esta coproducción fueron doblados a su mismo idioma. Al parecer la película se rodó sin sonido directo, por decirlo de algún modo, y luego resultaba más costoso desplazar a los actores a los estudios de grabación que contratar profesionales locales. Cosas veredes…
De nuevo aparece en pantalla el inefable S. Holmes con magnífico guión de C. Siodmak gracias al cual T. Fisher levanta una película de arquitectura cinematográfica impecable en la que la intriga es el plato principal.
Producción muy cuidada, dinámica y persuasiva (salvo pequeños detalles) que cuenta con una estupenda ambientación, una admirable caracterización de personajes y una sobresaliente interpretación de los protagonistas principales.
Gélido, adusto y severo como casi siempre, el personaje creado por A.C. Doyle parece poseer ese encanto especial que atrae a las cámaras para que se dejen seducir sin oponer resistencia.
El señor Moriarty procedía de familia humilde y sólo con su tenacidad consiguió llegar a ser profesor, pero… ¿Puede un profesor con su modesto sueldo, sin más rentas, haber conseguido propiedades de lujo y gastar al año como un auténtico millonario?
Scotland Yard no se lo plantea pero Sherlock Holmes sabe que eso es imposible: O es un político o es un criminal, sólo así puede explicarse. Y Moriarty nunca se ha manifestado con sus ideales políticos.
Por eso cuando uno de los colaboradores ocasionales de Holmes llega a su domicilio herido de muerte y un cadáver aparece flotando en el Támesis y todo relaciona al profesor Moriarty con una estancia en Egipto, Holmes se pone en marcha rápidamente.
La película es para colaboradores del Señor Holmes.
Aún así no puedo dar mucha puntuación porque a pesar de su interesante trama los hechos no están debidamente explicados, hay secuencias que quedan perdidas, lo que siendo un caso del célebre investigador privado resulta imperdonable.
Por lo demás, perfecto. Senta Berger pone la imagen femenina excelentemente, la ambientación es la idónea y como colofón curioso, se nombra a Jack, el destripador. Nuevamente protagonistas de fantasía y cruda realidad, mezclados.
Tras El perro de Baskerville (1959), en la que Peter Cushing daba vida a Sherlock Holmes, El collar de la muerte fue la segunda y última película en la que el realizador británico Terence Fisher trató al personaje creado por Sir Arthur Conan Doyle. El presente filme, una coproducción realizada con el fin de estrenarse internacionalmente (de hecho, alcanzó más de 220000 espectadores en nuestras salas comerciales), era una historia original levemente inspirada en la novela El valle del terror, y en él Christopher Lee, quien había interpretado al personaje de Sir Henry en la ya mentada El perro de Baskerville, daba vida al insigne detective londinense. Cambios de cromos aparte, la película no iguala a ninguna de las protagonizadas por Basil Rathbone, aunque mantiene el tipo con corrección.