Sherlock Holmes en Nueva York (TV)
Sinopsis de la película
El detective Sherlock Holmes viaja a Nueva York pensando que su amiga Irene Adler está en peligro. Allí se pondrá tras la pista de su archienemigo Moriarty que ha atracado la Bolsa Internacional del Oro en Nueva York, lo que puede ocasionar un conflicto mundial de trágicas consecuencias en tan sólo tres días.
Detalles de la película
- Titulo Original: Sherlock Holmes in New York (TV)
- Año: 1976
- Duración: 100
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Opinión de la crítica
Película
4.8
45 valoraciones en total
Seria aportación de Roger Moore al espíritu novelesco de Sir Arthur Conan Doyle como el detective más famoso de la Historia. Los diálogos son fundamentales en estas películas y aquí funcionan a la perfección para no perder hilo pero el asunto no brilla por su espectacularidad si tenemos en cuenta al archienemigo con el que tiene lidiar, el mismísimo James Moriarty. El personaje de Irene Adler queda un poco desdibujado con el descrito por el autor como una mujer calculadora, fría y cualquier cosa más menos lo que aquí parece Charlotte Rampling, muy sosa, pero la razón será porque tiene un hijo y los sentimientos de una madre no se pueden disimular. Tengamos en cuenta que es una modesta película para televisión y no una superproducción de altos vuelos y así podremos decir que es un film bastante apañado para un adicto seguidor de Holmes, Watson y el Napoleón del crimen, Moriarty.
Pobre, muy pobre esta versión de las andanzas del famoso detective. Ya la elección de los actores era preocupante a priori, pero es, tras ver el film, cuando se constata que tus dudas se confirman. Roger Moore como Sherlock no parece la mejor elección cuando existen tantos buenos actores que han encarnado al personaje con éxito y credibilidad. Por otro lado tenemos a la siempre parca en gestos Charlotte Rampling como réplica romántica, un Watson con muy poco peso específico en la trama encarnado por Patrick Macnee y a un anciano John Huston que da grima por momentos cuando se advierten las serias dificultades que le alcanzan para sostener una pistola con sus artríticas manos. No interviene mucho pero para que el desatino sea mayor tiene hasta una escena de acción sencillamente inverosimil para un hombre de su edad. Tenemos pues que es Roger Moore el mejor de la partida y con esto ya esta todo dicho.
En cuanto a la trama, pues es muy simplona y no da la medida necesaria para rellenar la escasa hora y media de metraje. Si a todo esto le añadimos una ambientación justa y los parcos medios de un telefilm nos encontramos con una película muy floja que en nada tiene que ver con otros versos sueltos sobre las historias del amigo Holmes (como por ejemplo la magnífica Asesinato por decreto ) y que solo es apta para los muy aficionados al personaje y que tengan curiosidad por todo aquello que lleve la marca Sherlock Holmes .
No es tan mala como le parece a mi estimado reseñista anterior. O, al menos, a mi me ha resultado muy interesante.
Sobre los personales y caracteres de la obra de Conan Doyle, el guionista (Alvin Sapinsley) traslada la acción a Nueva York, nuevo lugar de enfrentamiento entre Sherlock Holmes y Moriarty.
La ambientación es más que correcta, teniendo en cuenta la limitación de medios. Roger Moore es un buen Sherlock (ante mi escepticismo inicial), más enérgico y dado a la acción que otros, y el gran John Houston es un Moriarty oscuro y venerable. Su falta de agilidad lo suple con su astucia.
El Dr. Watson (Patrick Macnee) está correcto en su papel y la historia entre Sherlock Holmes y cierta actriz (Charlotte Rampling) es muy sugerente sobre el pasado de Sherlock y su secreta vida amorosa.
La trama es excelente: Moriarty quiere poner en la tesitura a Sherlock Holmes de que no actúe como se espera de su personaje e historial deductivo. Y lo consigue… en primera instancia. Aquí el argumento es perfecto.
Hay un rapto y un robo… Y las deducciones de Sherlock Holmes son rigurosas y matemáticas. Y además de un gran ingenio.
Como la acción se desarrolla en Nueva York, procede una persecución por la calles decimonónicas… con carruajes de caballos. ¡Faltaría más! Boris Sagal lo rueda con oficio.
En resumen: Película entretenida, guion respetuoso con las historias originales de Conan Doyle, trama ingeniosa y precisa, y personajes a la altura de las mejores reencarnaciones cinematográficas de Sherlock Holmes y el Dr. Watson.
R. Moore toma los hábitos de S. Holmes y oficia con maestría el arte de la perspicacia a que el celebre detective nos suele acostumbrar.
Su interpretación resulta magnífica.
Pero también lo son el ritmo de la película, la intensidad narrativa, la capacidad de seducción de la trama y una propuesta argumental compleja, sutil, ingeniosa y, sobre todo, muy atractiva.
Sólo algunos detalles de menor envergadura -que convenían al guión- restan un punto de excelencia a la obra en conjunto.
El más genuino C. Doyle vuelve a adueñarse de la pantalla.