Saturno 3
Sinopsis de la película
Adam y Alex son dos científicos que han llegado a Titán, una luna de Saturno, con el fin de encontrar nuevos recursos alimenticios porque la Tierra carece de ellos. Cuando el capitán James, un psicópata criminal, llega a Titán, corta todas las comunicaciones con el resto del sistema solar, y con la ayuda de Héctor, un monstruoso robot gigante que él mismo construyó, consigue que la vida en Titán se convierta en una cuestión de mera supervivencia. Pero inesperadamente Héctor se rebela contra su creador…
Detalles de la película
- Titulo Original: Saturn 3
- Año: 1980
- Duración: 88
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Opinión de la crítica
Película
5.3
25 valoraciones en total
028/28(22/01/10) Insulso y soporífero film, a pesar de su corto metraje. De ciencia ficción que comenzó a realizar John Barry pero que murió de meningitis y recogió el testigo Stanley Donen, mostrando una dejadez en su trabajo inmensa, una historia pretenciosa sobre la inteligencia artificial, que se queda en una envejecida obra, que de tan patéticos que resultan los efectos despiertan ternura, y el robot es penoso. La cinta carece de ritmo, un guión que pretende demasiado para lo poco que da, ritmo nulo, personajes que te dejan frío, no te emocionan ni de lejos, todo ello cornado con un final que roza la vergüenza ajena. Lo único destacable es la maravillosa belleza de Farrah Fawcet, el resto es un aburrido ejercicio de pedantería, que no está la altura ni de su buen director ni de Kirk Douglas. Recomendable a los que sufran de insomnio. Fuerza y honor!!!
Curiosa mezcla de géneros del espacio , influenciada claramente por STAR WARS y alguna otra, pero se transforma en inclasificable por algunos motivos.
Debo decir que guardaba mejor recuerdo de este film cuando era jovencito,pero acabo de verla, con 34 años, y bueno, logicamente mi percepción ha cambiado un poco.
Lo primero que no llego a entender es que Stanley Donen dirigiera esta película, de segundas claro, no tiene ningún tipo de brio, ni ritmo ni nada y practicamente todo se queda a medio camino, si bien, la dirección artística tiene algunos valores (he dicho algunos solamente), algún
buen decorado y poco más, y debo confesar que la historia me gusta, es buena, pero está mal llevada, muy mal llevada… y no cuadra que un tio con 70 años, por muy buen actor que sea, se esté acostando con el mayor sex-symbol por aquel entonces, no sé en qué estaban pensando (pero que bien estaba esta chica, que mona, vamos como un tren).
Final acelerado y previsible y muy poco creible, en definitiva, a pesar del estupendo ambiente creado, las pésimas maquetas y cromas forzados y primitivos, el cuerpazo de Farrah Fawcett, la profesionalidad del padre de Michael y vuelvo a decir, la buena historia, todo se queda en agua de borrajas y un empate técnico de lo que pudo haber sido una interesante película de ciencia ficción y lo que es, una mediocre cinta con tintes de serie z y tufo a telefilm (posiblemente fue concebido a tal efecto, pero con mas presupuesto), inapropiadamente dirigida.
Aun así para coleccionar, es entrañable, los años 70-80 fueron muy prolíficos en curiosas películas del espacio y otras (almas de metal), que, incluso con su ingenuidad, resultan entretenidas, vamos para comer pipas y poco más. SALUDOS.
¿Quién le mandaría al bueno de Stanley Donen meterse en ciencia-ficción? Quizás por dejarse arrastrar por el auge del género a finales de los setenta con películas como La guerra de las galaxias (1977) o Alien (1979). Saturno 3 parece en todos los sentidos una especie de prueba de laboratorio para un director encasillado.
El filme toca un tema archiconocido en ciencia-ficción como es el complejo de Frankenstein y el miedo del hombre hacia su propia creación. En este caso, un criminal (Harvey Keitel con coleta torera) ha creado un robot, Héctor, una especie de sucedáneo de Terminator (1984) que le ayuda a hacer la vida imposible a Kirk Douglas y Farrah Fawcett en una estación científica situada en Titán, la mayor luna de Saturno.
Hay ciertas semejanzas con el Alien de Ridley Scott, del mismo año. El xenomorfo se cambia por un robot gigante, y los pasillos de la Nostromo se cambian por los pasillos cableados y metálicos de la estación científica. Pero aquí acaban los parecidos, son películas esencialmente distintas tanto en planteamiento como en desarrollo y ambientación, y su comparación con el mismo rasero es casi un insulto, a pesar de que Saturno 3 está bastante bien diseñada y escenificada.
Se nota que Donen no está a gusto dirigiendo un guion tan serio y a unos actores tan… digámoslo suavemente, malos, empezando por Kirk Douglas con un personaje muy poco creíble, y Harvey Keitel con cara de malo y menos movimiento facial que el robot Héctor. Tan sólo se salva la agradable presencia de Farrah Fawcett, despertando la libido de humanos y máquinas por igual.
Por hache o por be, al final Saturno 3 resulta entretenida, pero podemos dar gracias a que fuera la primera y la última incursión de Stanley Donen en la ciencia-ficción.
La verdad es que después de visionarla uno se pregunta por qué un director de la talla de Stanley Donen que también era el productor de esta película, se metió en semejante fregado a la hora de producirla y de dirigirla a la vez.
Pues sencillamente por qué al Sr. Donen no le gusta la ciencia-ficción, no era su género favorito y dado que en un principio la empezó a dirigir el brillante escenógrafo John Barry, se nota el gran desinterés que muestra Donen a lo largo de su metraje a la hora de rodarla.
Y es una pena ya que por desgracia John Barry murió durante el rodaje a causa de una infencción de meninguítis, y lo que prometía ser una buena película, acabo por convertirse en algo muy diferente que no agradó a todos los aficionados viendo el pésimo resultado.
Dado que a Donen era mejor director con los musicales y las comedias, en está película es incapáz de sacar lo mejor de todo esto, debido a un desarrollo irregular del ritmo y a un guión con más agujeros que un colador.
La ambientación era buena al igual que el impresionante vestuario, de algunas maquetas de naves espaciales mejor ni mencionar.
Desconozco las circunstancias en que se rodó esta película (el trágico cambio de directores de que se habla, así como las preferencias de cada uno), pero tras verla, a fecha de 2010, me quedo con que es una película bastante decente para su época.
Los efectos exteriores (visiones de planetas o viajes espaciales) dejan bastante que desear, pero a cambio los elementos internos de la estación me sorprendieron por lo bien hechos que parecen a primera vista (alguna lanzadera, máquina o los pasillos especialmente). El trío de actores está más que correcto. Y en cuanto a la historia de amor (en la que no se centra la película, algo muy acertado y que por desgracia no está de moda) no me parece para nada poco creíble, de hecho me gusta mucho cómo está planteada (es realista y tierna, en su escenario).
En cuanto al robot protagonista , Héctor, se convierte en uno de los puntos más fuertes de la cinta, no solo por la personalidad que forma y las escenas (más divertidas que terroríficas) que protagoniza, sino que es el más listo de todos al final, y si le damos credibilidad al asunto es impresionante lo que llega a hacer en alguna ocasión.
En resumen: Tiene algunos fallos de guión (como el final abrupto y la última escena de acción, poco creíble después del resto de la película), obviamente algún efecto que queda más cómico que atemorizante (no creo que pudieran hacer mucho más en la época) y algún otro fallo que la pueden hacer menos seria de lo que se pretendía, pero en conjunto para mí resulta una película más que recomendable, me atrevería a decir que imprescindible para los aficionados al género. Yo desde luego pienso repetir.