San Valentín sangriento 3-D
Sinopsis de la película
Tom (Jensen Ackles) regresa a su pueblo natal en el 10º aniversario de la masacre de San Valentín, un día de sangre y terror que se cobró la vida de 22 personas… Remake del clásico de 1981 que saca provecho de los cines 3D.
Detalles de la película
- Titulo Original: My Bloody Valentine 3Daka
- Año: 2009
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
4
47 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Andrew Larson
- Annie Kitral
- Betsy Rue
- Bingo OMalley
- Brandi Engel
- Cherie McClain
- Chris Carnel
- David Whalen
- Denise Dal Vera
- Edi Gathegi
- Jaime King
- Jarrod DiGiorgi
- Jeff Hochendoner
- Jensen Ackles
- Jerry Johnston
- Joy de la Paz
- Karen Baum
- Kerr Smith
- Kevin Tighe
- Liam Rhodes
- Marc Macaulay
- Megan Boone
- Michael McKee
- Mightie Louis Greenberg
- Richard John Walters
- Rita Gregory
- Ruth Flaherty
- Sam Nicotero
- Selene Luna
- Tim Hartman
- Todd Farmer
- Tom Atkins
Quién coño me manda meterme a mí a ver esta mierda. Pues el puto 3-D, lo que es la curiosidad del ser humano…
La película no sé cómo empieza porque otra vez llegué tarde. Es lo que tiene las colas para pillar unos ganchitos y una coca cola (sin gas, que es lo que pasa cuando lo mezclan con agua). En fin.
Que no hay tiempo para acomodarse porque enseguida empiezan a morir todos. Y yo con cara de poker porque no sé a cuento de qué, y al parecer, eso es lo de menos.
He leído por aquí, que si han utilizado la última tecnología, que si el 3-D, que si bla y bla y no se qué. ¡Pero de qué sirve todo eso si no tienes una historia ni medio decente que contar! Todo lo que sale ya lo he visto antes. ¡Todo!. Hasta la forma de morir de la gente…
Qué pasa, que lo novedoso es el minero y el pico? A mi todo eso me suena a Sé lo que hicisteis el ultimo verano … ya sabéis: Capitán pesca nova + Garfio. A, eso si. Pero los efectos son la ostia..
Si os apetece ver una película en la que salga una tía durante unos 5 minutos completamente desnuda, señores, ésta es la suya.
Podría decir que jamás fui al cine a ver una peli en 3d, porque me da rollo pensar que cabe la posibilidad de que me toque las mismas gafas que usara un tío en la sesión anterior al que le sudara mucho la cara. Pero no. No es la razón. No fui jamás por flojera.
Y como lo que ahora se lleva son ver cosas en tridimensional, me picó el gusanillo y decidí ir al centro comercial de marras a comprarme una peliculilla que tenga sus cuatro gafitas de regalo. No importaba mucho el dvd en sí, así que casi me daba lo mismo una que otra. Lo cierto, es que la oferta era muy limitada. De hecho, en aquel momento sólo encontré San Valentín sangriento . En el instante de tenerla en las manos me acojoné, ya sé que dije que daba lo mismo una que otra, pero cuando la tienes en las manos, amigo, la cosa cambia…
Total, que guiado por el capricho de la ocasión, la compré. Llego a casa y me pongo una de las cuatro gafas que gentilmente regala le peli. No me miré en el espejo, pero intuí en aquel macabro momento que esa imagen mía jamás, bajo ningún concepto, debía presenciarla ninguna mujer con la que yo pretendiera copular en un futuro cercano. Así que el 3d quedará reservado para la más absoluta intimidad, pensé, con un ojo verde y el otro azul.
Empieza la peli, y estando en los créditos iniciales ya intuyo que el invento no va mucho conmigo. Muy gracioso y tal, pero no me convence ciertos detalles de iluminación. Cuando llevo diez minutos, tomo una sabia decisión, saco el dvd 3d del reproductor, y meto el de 2d, que por suerte venía incluido en el lote.
Así que pasando de chorradas, veo el San Valentín de los huevos como se han visto las pelis de toda la vida de diós: planísima. Y amigos, no la recomiendo especialmente.
La aportación de este paquete al mundo del cine es nula, lo que cuenta se ha contado ya (igual de mal) un trillón de veces. Quizás es cierto que éste género está destinado exclusivamente al público adolescente y yo ya voy pa viejo. No lo se. Si algún provecho saco de mi fallida compra, es que a partir de ahora podré vacilar en cualquier sobremesa diciendo que yo tengo una peli en 3D. Más chulo que nadie.
Empezaré diciendo que esta película la he intentado ver tres veces. Las dos primeras me quedé dormido a los cinco minutos y, la última, la fui pasando rápidamente para asegurarme de que, efectivamente, el malo era quien yo creía desde el minuto cero.
Lo único que me ha gustado son algunas de las muertes y poco más. Los actores, penosos. Aunque, ¿qué se puede esperar de un reparto salido de series como Smallville? Le pongo un dos porque no me parece justo ponerle la misma nota que a algunas de las películas que ya he criticado en esta web.
Es una cinta efectiva desde sus propósitos y sus objetivos trazados.
Hay que tener en cuenta de que es un slasher modernizado con toda la tecnología actual que se aplica en la industria del celuloide, más el asunto del 3D que se puede aprovechar en cines con esas posibilidades técnicas.
Pero digo que es válida la oferta porque es un filme que mantiene atentos a la pantalla al espectador por dos motivos fundamentales, los cuales son sus méritos más relevantes:
1) La truculencia y la bestialidad puesta en escena de la mano de atrapantes efectos especiales.
2) La historia más allá de desarrollar las situaciones típicas del subgénero slasher, mantiene un cierto grado de intriga de acuerdo a la ambigua identidad del asesino, la cual se mantiene en incógnita hasta el desenlace.
La historia es tópica y no busca demasiados fundamentos para la sangre derramada, no hay casi elementos novedosos exceptuando la creatividad en los asesinatos, los cuales son salvajes y en ellos se aplica toda la tecnología digital para darle un marco de impacto realmente destacable a la atmósfera del relato.
Pero por lo demás, no hay que pedirle más a una cinta que se presenta sinceramente como un slasher que se beneficia de los adelantos tecnológicos y que se esfuerza bastante para mantener el enigma hasta el final sobre quién es el asesino del pico de minero.
Otro aspecto a destacar es el apartado técnico, uno de los puntales para sostener el aprobado que se gana justamente esta cinta.
Hay una lograda estética desde la ambientación visual, los climas son relativamente opresivos propios de la claustrofobia que surge de los escenarios internos a la mina y también coadyuva a generar magnetismo el aire costumbrista del pueblo donde se produce la nueva masacre que trae a la superficie nuevamente el terror vivido en el pasado.
Por lo demás, es una convencional oferta que brinda a actores jóvenes haciendo lo que mejor saben: poner su físico y sus virtudes anatómicas para disimular las falencias artísticas. Aunque en productos de esta índole los requerimientos no son tantos para que los actores estén calificados para desenvolverse correctamente en la película.
En fin, la apruebo porque impacta desde lo estético, porque es febril en su ritmo narrativo y porque es engañosa en su afán de generar suspense hasta el final.
¿Han visto el reciente remake de Viernes 13? Cambien un campamento juvenil por un pueblo minero y apenas notarán la diferencia. De hecho, ambas se abren de igual manera: un largo prólogo que abarca una acelerada carnicería con adolescentes cayendo como moscas a manos de un perturbado. Despúes, la obligada pausa de presentación de personajes y conflictos, burdamente desarrollados a lo largo de una trama que, a diferencia de aquélla, se estira y embrolla más de lo necesario.
¿La novedad? Obvio: el 3-D. Pero no se dejen engañar. Tal artimaña comercial es puro artificio distorsionador, en otras palabras: que aunque la mona se vista de seda, mona se queda. Y una mediocre película como la que nos ocupa no mejora (ni rebaja, claro) su calidad por el recurso de las tres dimensiones, del cual no disfruté (quede dicho) dado que los cines españoles (salvo contadísimos casos) no disponen de las salas convenidas (!?).
El remake modernizado (lobotomizado, mejor dicho) del slasher ochentero (que, como anécdota, es la mejor película de terror de la historia para Tarantino -este hombre tiene sus cosillas…-) peca de previsible (el giro final no es difícil de adivinar y las muertes se saben de antemano -ver spoiler-), muy poco original y ocasionalmente risible (esos grititos, ese amaneramiento…). Los golpes de pico, las mandíbulas planeadoras y todo eso queda muy chulo, pero se echa en falta más sal y pimienta, porque el resultado ni sorprende ni pica ni nada. Sólo aburre y causa incredulidad.
La falta de talento, tanto en la modulación de la atmósfera como en la escenificación de las muertes (entre otras cosas…), y los continuos tropezones con los tópicos del género hacen que lo que podría haber sido un producto eficaz (al principio tiene un aire añejo resultón) se torne en nuevo ejemplo de la devaluación que sufre el terror en la actualidad (aparte del maldito fotocopiado), mecido por subidas y bajadas de la música y sustos de manual. Una lástima, porque el director es el de aquella estimable serie B titulada Drácula 2001, que si bien no era una buena película, al menos sí resultaba razonablemente entretenida.
Otro punto a tratar es el fetichismo alrededor de la máscara del psicópata, y es que no se puede comparar la del minero (deudor de Darth Vader) con la máscara de hockey de Jason o la inquietante careta de Michael Meyers, el único que ha recibido un lavado de cara digno en los últimos años. Pero es que Rob Zombie es Rob Zombie y éso, amigos, es otra historia.