Robot Carnival
Sinopsis de la película
Película que incluye una serie de 9 cortos, todos basados en robots y su relación e interacción con la humanidad, tomando gran importancia el gran ambiente musical que orquesta en gran medida el ritmo de la animación, prescindiendo en la mayoría de los casos de diálogos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Robotto kânibaru (Robot Carnival)
- Año: 1987
- Duración: 91
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Opinión de la crítica
Película
6.5
83 valoraciones en total
Yo fuí uno de esos adolescentes que allá por los 90 vivió la fiebre de la animación japonesa, y que porqué no decirlo, también la persecución a la que nos sometieron las masas de adultos desinformados acerca de esa cultura, que nos quitaban las series y las películas de las manos. Por culpa de eso, era muy difícil poder ver anime en la pantalla de nuestra televisión.
Recuerdo que una noche en La Noche Temática dedicaron el programa al anime , y no sé si pusieron esta película entera o sólo trozos, pero se me quedaron en la memoria muchas de sus escenas y me quedé con ganas de verla entera.
Pasaron los años, me hice mayor, aprendí japonés, me fuí a Japón y conocí la realidad de ese país durante casi 9 años (nada que ver con la que nos pintan en su media, por cierto).
Y ahora, más de 10 años después de haber visto aquella noche trozos de esta película, se me ocurre verla en versión original, y me doy cuenta de que es un castañazo infumable, una pedantería que resume la mentalidad japonesa que conocí mientras viví en Japón lo visual por encima del contenido , y dicho sea de paso, el topicazo de occidentales destructores y violentos vs japoneses buenos y pacíficos (que se lo cuenten a los chinos y los coreanos), que aparece en el corto de la era Meiji y los robots gigantes conducidos por humanos (pero bueno, no me extenderé mucho en esto porque habría que ahondar mucho en la idiosincrasia japonesa).
Robot Carnival tiene una animación cojonuda, una aceptable banda sonora y su estilo de dibujo de los 80 personalmente me encanta, pero eso es todo. No tiene contenido, no tiene un guión aceptable, y está lleno de momentos en los que uno se aburre como una ostra porque no le están contando nada. En mi caso el aburrimiento llegó a su cénit con el último corto, el del borracho. Lo peor que he visto en muchos años. No sé ni como lo aguanté hasta el final.
Si algo odio en una película o serie, es que se me tome el pelo. Que se me haga pasar por tonto poniéndome un guión que no tiene por donde cogerlo adornado de matices aparentemente complejos y de guirnaldas visuales, y cuyo transfondo no entiende ni el que lo ha hecho, y esto es lo que ocurre con la mayoría de las historias que aquí se cuentan (nótese el entrecomillado). Es pendatería y pseudo-intelectualismo elevado al cubo. Parece que los que lo han hecho nos quieren decir: Mira tío, que historias más complejas te estamos contando, así somos de chulos y de listos, y si no las comprendes es porque no llegas a nuestro nivel intelectual .
Que conste que el anime por regla general me gusta, pero hay cosas con las que no trago.
Junta a unos jóvenes dibujantes y animadores japoneses (a mi juicio la generación mas rica en su variedad y calidad del manga y el ánime nipón de todos los tiempos) con ganas de explotar los recursos del cine de animación y obtendrás algo maravilloso. Esto ocurre con este film, que te puede gustar muchísimo, como gusta el placentero descanso tras el duro día de trabajo o desagradar tanto como la consciencia de la incomprensión misma de las cosas.
En fin, una pelicla experimental y ensoñadora, rebosante de vitalidad y buenas intenciones. Una oportunidad para disfrutar de una dosis de 90 min. de anime puro y compartir las ideas de una interesante generación cuya madurez se desarrolla en lo años 80, explotando fulgurantemente en los 90.
Sencillamente, una obra maestra.
Lo animadores japoneses tienen una forma muy peculiar de representar su mundo interior, y Robot Carnival es una sucesión de 9 cortometrajes, sólo dos de ellos con diálogos, que se centra precisamente en eso: el deleite personal y estético de sus genios creadores ( que les cubran de chocolate ).
Incluso para aquellos que consumen Anime con cierta asiduidad, algunas de las historias pueden resultar altamente desconcertantes, y aunque la temática robótica invade por completo la película, no deja de ser una línea de diálogo común, quizá una excusa para juntar a este elenco de desviados -en la acepción más revolucionaria del término- y permitirles que se centren precisamente en lo que les gustaría haber hecho para sí mismos. Es cierto que esto genera numerosos momentos rarunos y pérdidas de contacto con la realidad, pero hay historias para todos los gustos, y si eres admirador de alguno de sus creadores, no dudes un instante en visionarla.
Es deliciosa y amarga, es apocalíptica y revitalizante, es un juego de contrastes discontinuos que te pierden en el tiempo y el espacio. En definitiva, un filme de culto para algunos enfermos de la animación experimental y un buen rato para los que sepan apreciar sus numerosas anécdotas visuales.
Y si no te van mucho los delirios bucólicos y crees que el entretenimiento inocuo es lo mejor de la vida, mejor ponte Transformers XV, que seguro que te lo pasas muy bien.
En este review tampoco seré objetivo. Esta es una de esas películas que marcó mi juventud desde que la vi en un ciclo de anime en las galerías Maldá de Barnacity allá por el año 1994. Son siete cortos, más una introducción y final entrelazados, con tres elementos comunes: Robots, animación y banda sonora de Joe Hisaishi. Las diferencias son los directores, el estilo de animación y el género. El resultado es agradablemente heterogéneo con auténticos delirios y genialidades y algún que otro tramo lleno de ese nihililsmo japonés tan de la época. Mis preferidos: Starlight Angel, Deprive y Nightmare. No negaré que me gusta la estética de los robots ochenteros, ese tiempo en el que los robots parecían robots. La excelente banda sonora merecería un review propio. Un joven Joe Hisaishi apenas conocido entonces comanda un ejército de sintetizadores (¡no hay orquesta, lógico en una peli de robots!) mostrando que puede ir desde lo más atmosférico hasta lo más melódico. – Nota: Este es uno de esos CD originales que tengo que no me venderé por muy obsoleto que sea – En definitiva, nació como una rareza OVA (Original Video Animation), se prodigó como rareza en pequeños cines europeos y americanos, y como buena rareza caerá en el olvidó encapsulando las mejores técnicas de animación japonesa de la época. Es una película de nicho, para animeófilos y similares arqueólogos de la ficción animada
Los ochenta vivieron un auge creativo de autores de manga y ánime japoneses. Gente como Katsuhiro Otomo revolucionaron a las masas con obras como Akira (1988), dando rienda suelta a sus poco convencionales ideas y obsesiones.
Robot Carnival es un laboratorio en el que los autores más representativos del ánime desarrollan sus ideas en 9 cortos, con historias sobre robots como común denominador. Es lo único que tienen en común cada uno de los cortos, ya que son muy distintos unos de otros tanto en contenido como en estética, aunque es inevitable percibir en todos el toque cyberpunk que tanto desarrolló el manga de la época.
Es siempre difícil valorar una película de episodios por la variedad de los trabajos que recopila, y en esta sucede lo mismo. La variedad radica principalmente en la historia que cuentan, o en la no-historia, porque algunas de ellas son tan extremadamente abstractas que se hace difícil intentar entender lo que el autor nos quiere transmitir. Lo mejor es dejarse llevar por el dinamismo del trazo, del ritmo, de las sensaciones visuales y sonoras que enriquecen cada uno de los relatos. Porque Robot Carnival es preeminentemente visual, con sólo dos de los nueve trabajos con diálogos, resultando una cinta ideal con la que dejarse llevar, y disfrutar con el mero hecho de ver y escuchar las ideas personalísimas de estos autores y, sobre todo, sus neurosis.
Muy recomendable para los adictos al ánime. Abstenerse el resto de los mortales.