Redada asesina 2 (The Raid 2)
Sinopsis de la película
Poco después de finalizar la sangrienta redada, el inspector Rama se ve obligado a infiltrarse en las filas del sindicato del crimen de Yakarta con el fin de proteger a su familia y descubrir la corrupción en el seno de su propia fuerza policial.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Raid 2: Berandal aka
- Año: 2014
- Duración: 150
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Opinión de la crítica
Película
7
42 valoraciones en total
Dice el dicho que segundas partes nunca fueron buenas, pues bien aquí tenemos otra excepción que rompe la regla, The Raid 2: Berandal supera con nota a la primera, ¿Las razones? aquí las pongo:
– Si en la primera te quejabas de que el guion era simple y predecible pues aquí tienes un guión mas sobrio y elaborado.
– Si en la primera te quejabas de que el escenario donde se desarrollaba era siempre el mismo y cerrado, pues aquí tienes diferentes ubicaciones donde ver la acción.
– Si en la primera las coreografías eran geniales pero tu decías quiero que sean más espectaculares si cabe, más brutales y más sangrientas, que me duela hasta a mí, pues toma dos tazas.
– Si en la primera decías: es que para mi una buena peli de acción y peleas debe tener persecuciones, pues toma persecución. – Si en la primera decías: es que a mi me gusta que haya más mugre y suciedad, que los protagonistas se ensucien, pues
toma barro.
– Si en la primera te quejabas de que se te hizo corta y que 101 minutos no eran suficientes, pues toma 148 minutos.
– Si dices es que una buena peli tiene que tener una BSO aceptable, pues toma momento nieve con Haendel de fondo.
– Si en la primera te quejabas de que eran unos machistas y que no había ninguna mujer que repartiese, pues aquí tienes una que lo hace de lo lindo.
– En definitiva la película tiene todo lo que pedías y más, mejores planos, mejor fotografía, incluso tiene bricolaje y deporte jajaja XD.
Claro está que para gustos colores y habrá algunos a los que les guste más las primera porque pasados los 20 primeros minutos iba directamente al turrón y era un no parar de hostias frenético que no daba tiempo a descansar, en esta también hay muchas ostias pero están dosificadas. Resumiendo te puede gustar más o menos que la primera, de lo que no hay duda es que ambas son de lo mejor en pelis de artes marciales y acción de los últimos años.
Pd: Seguro que alguno vendrá a quejarse de la peli diciendo que no es realista porque 20 hombres contra uno y ninguno saca un arma de fuego etc … A ese le digo que si quiere realismo policial que se ponga The Wire , esta peli es para entretenerse y disfrutar de las coreografías.
Más profesional, más localizaciones, más personajes, más muertos y más sangre. Eso es The Raid 2: Berandal comparada con su antecesora.
La verdad es que tenía sentimientos encontrados con esta película, ya que aunque la primera parte tenía grandes logros y un estilo fresco que me ha hecho revisarla más de una vez, no me terminaba de convencer. Pero esta sí.
Tras un inicio que hace de puente entre ambas películas con sus flashbacks y montajes paralelos, la primera pelea impulsa la narración a un estilo lineal y continuo hasta el final. Iko Uwais, en la piel del policía Rama, se infiltra en una cárcel para integrarse en la mafia de Jakarta y destruirla desde dentro. A partir de aquí se desarrolla el argumento, con sus giros y sus momentos de intriga que, aunque no es original, tampoco creo que se lo proponga y sirve de guía a las contundentes escenas de acción que pueblan la película. Y es que hay muchas y variadas.
Muy duras, con muchos stunts dando y recibiendo como en pocas ocasiones se ha visto, sangrientas y con muertes originales y dolorosas, son mucho más pulidas que las de la película original, además de que son más breves y por tanto impactan más todavía. Los efectos digitales que incluyen también lucen, a diferencia de los de la primera parte, que estaban a un nivel bastante bajo.
Mi pelea favorita ha sido la del patio de reclusos en la cárcel. Una mezcla estética y salvaje muy elaborada, con referencias a la pelea entre Donnie Yen y Jet Li en Hero, de Zhang Yimou. Y es que The Raid 2 está plagada de referencias, tanto a la primera parte como a múltiples directores y películas. Esto sería malo si Gareth Evans se hubiera dedicado a calcar lo que ya existe pero no, al director y al equipo de esta película les sobra talento y se crecen e innovan, haciendo muy felices a los fans del cine de acción, entre los que me incluyo.
Otro punto fuerte es la combinación entre las secuencias dramáticas y violentas. Las primeras son ricas en detalles, realizadas con ternura, estética y mimo, mientras que las segundas, pues eso, van a saco.
Lo que menos me ha gustado de The Raid 2 es quizá el poco carisma que le veo al protagonista, Iko Uwais. Es un especialista increíble pero a la hora de interpretar no me conmueve en absoluto, y eso que tanto desde el guión como desde su actuación se intenta. Eso sí, no es un gran problema dado que todos sus principales oponentes, tienen estilo y chulería para dar y tomar, es un gusto verlos repartir guantazos con bates, martillos, cuchillos, a puñetazo limpio…
En resumen, si te gustó The Raid, te encantará porque la saga ha subido no uno, sino diez escalones de golpe en todos los sentidos, y si la primera no te gustó, dale una oportunidad porque no solo es una buena película de acción, sino una buena película en general.
Ojalá sirva esta cinta para sentar unas bases de calidad superiores en el cine de acción, que a día de hoy parece estar en horas bajas.
¡Ah! Y atentos a la persecución de coches. Sonrío solo con imaginarme cómo se lo debieron de pasar en el rodaje.
http://www.terrorweekend.com/2014/04/the-raid-2-berandal-review.html
Vamos a ser claros: The Raid 2: Berandal es la película de hostias definitiva. Impresionante.
Más acción, más violencia y más (y mejor) historia que en la primera película. Todo mejora, todo coge más empaque y surge una película con algo que contar, y de una forma muy interesante.
La película que más he disfrutado en cines y posiblemente lo mejor que veré de este año.
IMPRESCINDIBLE.
Llega la hora de hablar de The Raid 2 y me bloqueo porque el corazón me empieza a latir a mil por hora pensando en la peli y lo único que me apetece es liarme a yoyas con el primero que se me cruce.
Lo primero que se me ocurrió para definir esta secuela mientras miraba los créditos fue:
Coño, The Raid 2 es El Padrino de las hostias.
Y es que ésa es la diferencia respecto a la primera parte: más universo, más personajes, más mitología, y sobre todo, la violencia elevada al cuadrado. Pero no por abandonar la simplicidad narrativa de la primera se convierte en una montaña rusa respecto de ritmo. No, porque todas las situaciones están cargadas de tensión y cada vez que dos personajes hablan la situación es una bomba de relojería que no se sabe en qué momento va a estallar.
No puedo contar con los dedos de las manos el número de escenas memorables (la pelea en barro, la del cuarto de baño de la cárcel, la de la nave industrial, la persecución interminable…). Hay algunos planos marca de la casa con la cámara en lugares imposibles (por ejemplo, el cenital durante la pelea dentro del coche en marcha), o un par de planos secuencia con coreografías y porrazos tan realistas que dejan sin respiración.
Mención aparte a los nuevos archienemigos: la chica de los martillos, el bateador, o el jefe final. Son puro carisma y puro acojone. Las escenas de presentación de cada uno por separado sólo son superadas por las batallas que tienen contra el protagonista.
Son dos horas y media que, como dice mi abuela, se van bebías. Volando. Y lo mejor: cuando estás flipando con las primeras escenas y sabes que las tracas finales todavía están por llegar te preguntas ¿estoy agarrado a la butaca como con mucha fuerza, no?.
Un goce absoluto que se vivió como un orgasmo colectivo en los Palafox. Por cierto, todos los asistentes fuimos unos privilegiados ya que, según me dijo Carlos J. Marín de Aullidos, esta será la única vez que la película se proyecte en pantalla grande, pues irá directa a dvd (la distribuidora le negó un pase incluso al Phenomena).
The Raid (Gareth Evans, 2011) era una película pura, sin artificios, que se concentraba en desarrollar una única faceta. Funcionaba, sobre todo, como una demostración técnica de cómo se puede filmar el cine de acción sin limitaciones de (casi) ningún tipo, utilizando una excusa argumental (literalmente, era únicamente eso) para ir hilvanando las extraordinarias coreografías de combates brutísimos. El modelo era La Jungla de Cristal (un hombre subiendo y bajando por un edificio y creando por el camino un reguero de muertes) pero iba mucho más allá, sin frases lapidarias ni un protagonista carismático -guión mediante- como John McClane. Aquí las frases eran contundentes puñetazos y patadas. Nada más hacía falta en aquella ensalada de golpes, que en su momento resumí como una película de los Looney Tunes dirigida por Bill Plympton . Con The Raid 2: Berandal (2014) la cosa cambia. Se amplía la escala, hay una ambición real a nivel narrativo. Se cambia lo que, de alguna forma, era íntimo en la original para apuntar la épica. A la madre del cine de Hostias, en mayúsculas. El resultado es una vez más alucinante, con algunas pequeñas reservas.
Evans escribe el guión en solitario de una película que toma ahora préstamos del cine de Johnnie To (es difícil no pensar en el díptico Election ),, de las tramas policíacas con infiltrado de por medio o las bandas enfrentadas con un miembro ansiando el poder. Cliché tras cliché, siendo completamente honestos, dedicando bastante más metraje que en la original a desarrollar a sus dos personajes principales, por así decirlo. La cosa de cae en algunos momentos en los que simplemente no interesa lo que está ocurriendo, pero afortunadamente siempre llega a tiempo alguna secuencia de acción que pega un inyección de adrenalina en vena. Hay también una clara deuda con el lenguaje de los videojuegos, una estructura por fases que estaba presente en la original y que aquí se amplifica al cambiar escenarios y estructurar los segmentos de acción como bloques protagonizados por distintos héroes luchando contra jefes de final de fase, algunos de ellos muy caricaturescos (el hombre del bate y la mujer de los martillos, son el ejemplo más claro), buscando localizaciones icónicas para lograr una identificación a posteriori, buscando generar un buzz y potenciar el recuerdo de las partes concretas.
Dicho lo anterior, creo que queda claro que las armas de The Raid 2 no están en el guión, sino que vuelven a recaer en el músculo: las batallas. Espectaculares, por supuesto, filmadas en la mayoría de los casos con planos largos sobre todo cuando las protagoniza Iko Uwais, o en otros más cortos cuando vemos en pantalla al resto de los actores. Memorables, por ejemplo, algunos como el del patio de la cárcel, cierta batalla en una cocina, o una magistral set-piece que tiene lugar en una autopista. La forma de rodar de Evans es muy física, llevándonos a la contienda con una claridad expositiva que deberían adoptar en Hollywood si quisieran que les tomásemos en serio. Imaginad, por ejemplo, el plano secuencia de Thai Dragon (si habéis visto la película sabréis de cuál hablo) reimaginado durante más de dos horas, con otros personajes. Algo así es lo que hace Evans, que no sólo tiene mano para la acción sino que además compone y encuadra como si fuera el Kubrick del cine de hostias , buscando la simetría en numerosas ocasiones para generar imágenes impecables.
The Raid me gustó más en su momento de lo que me ha gustado The Raid 2 , que está claro que es una evolución a todos los niveles de su predecesora. A costa de ello hay más desarrollo de la historia, pero al no ser su fuerte tampoco es algo que pueda ponerse como un punto a favor, en la comparación con aquella sorpresa de 2011. No obstante, aquí hay más de todo: acción, secuencias de vértigo, escala y ambición. Dicho de otra forma y apelando al lado friki: si The Raid era Space Invaders, The Raid 2 es Ikaruga. Hay que verla y perdonarle que le sobren algunos minutos, porque cuando está a su mejor nivel… es sencillamente magistral.