Ratched (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2020-Actualidad). 8 episodios. Una enfermera de una institución mental se vuelve hastiada, irascible y un verdadero monstruo para sus pacientes. En los años 40, Mildred Ratched se traslada al norte de California para conseguir un trabajo en un hospital psiquiátrico pionero en la aplicación de nuevos e inquietantes experimentos con la mente humana. Mildred se presenta como la imagen perfecta de lo que debería ser una enfermera pero, a medida que empieza a trabajar en el sistema de salud mental y con aquellos que están dentro de él, se descubrirá que su elegante exterior oculta una oscuridad que va creciendo en su interior y que lleva ardiendo durante mucho tiempo, revelando que los verdaderos monstruos se hacen, no nacen.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ratched (TV Series)
- Año: 2020
- Duración: 50
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Opinión de la crítica
6.3
45 valoraciones en total
– Vamos a hacer una serie de éxito.
Hagamos una secuela, precuela o culaquier cosa que acabe en uela de algún personaje mítico.
Busquemos una película genial y algún personaje que merezca la pena, como que parezca que sabemos de esto.
– ¿Qué os parece esa joya sobre la locura y la libertad llamada alguien voló sobre el nido del cuco?
– ¡Ahí le has dado!
– ¡Ya la tengo! ¡La enfermera Ratched! ¡Además nos vale todo, todo lo que funciona hoy!
Trae la coctelera.
– Mete algo de gore, bandas sonoras míticas, supuestos homenajes de grandes películas, colores chillones, un poco de lesbianismo, personajes de la historia del cine, machismo rancio, vino en tetrabrick.
¿Va bien la cosa?
– Nooo, pon algo más de caspa, échale más leña al fuego. ¡Más madera!
– Agítalo bien y directo para el consumo de masas, hordas de gentes, ¡fast good.
– Buen provecho.
P.D. Antes de consumir tomar protector de estómago y antiinflamatorios.
De lo contrario podría dañar tus órganos internos.
Mirá que vi series pelotudas, pero esta se lleva todos los laureles. Aprovechando su raigambre cronológica en los años 40s/50s en donde, se supone, el machismo era evidente, sus guionistas/directores dieron vida a esta paparruchada mongolesca con menos brillo que un espejo de corcho que apunta al eterno sufrimiento femenino y al eterno maltrato del hombre blanco heterosexual hacia ellas.
¿Te creíste que trataba de una asesina serial emperifollada de enfermera? Jajaja, lúser: las mujeres todas buenas y empoderadas con pasados delirantes que justifican sus acciones a futuro y, por el otro lado, los hombres todos imbéciles, abusadores, violines, brutos y cuadrúpedos a menos, claro, que sean negros y/o homosexuales, y de ahí su atmósfera entre payasesca y surrealista.
El neo-anacronismo: un conjunto de personajes sin personalidad van y vienen sin rumbo, inmersos en un guión que no se sostiene y que flaquea por todos lados. Todo es superficial, chato, choto. No existe atisbo de introspección ni siquiera por parte de su protagonista, aunque sea para justificar el mote de thriller el cual, obviamente, no representa en nada a este dramón novelesco devenido en panfleto arcoiris.
Lo mejor: el arte musical del maestro Camille Saint-Saëns en el opening de cada capítulo, un lujo, por eso el uno de calificación.
Lo peor: la estética teatralesca mal ejecutada, ya que por momentos parecía adelantarse una o dos décadas para volver al punto de partida. Y sí, tooooooooodas las críticas profesionales dándole sus puntitos verdes a mansalva y chamuyando como unos campeones lo grandioso de esta bosta televisiva marca Netflix.
Después de ver Ratched, la temporada uno, Netflix cada día me recuerda más a ese estudiante de instituto que no estudia, pero el día del examen se lo lee todo por encima y saca un cinco porque es muy listo. Ese estudiante es feliz, pero te da pena que desperdicie su potencial. Netflix es como ese estudiante: le falta motivación y lo hace todo sin esforzarse, aunque tiene medios para hacerlo bien. La producción de Ratched es impecable, y la protagonista es Sarah Paulson, qué más se le puede pedir. Pues un poco de mimo, que ponga algo más que dinero a las series. Voy a nombrar los tres puntos en los que falla Ratched, para resaltar de qué manera la producción de Netflix sacrifica la historia por terminar pronto y lo arregla con dinero.
Para empezar, el público al que va dirigido esta serie es aquel que no ha visto American Horror History Asylum, que no ha visto Hannibal, que no ha visto La Milla Verde, por nombrar algunas, y ese es el público que lo flipará con esta serie, el resto nos resultarán casi vergonzosos los guiños a estas obras. Digo guiños por no decir que cogen ritmos, historias y hasta escenas que conocemos, las maquillan y las meten con calzador, en ocasiones sin explicarlos bien (este punto lo desarrollo en el Spoiler). En lugar de hacer una historia original, es un corta y pega de otras producciones. Me parece una vergüenza, porque demuestra poco esfuerzo. No nombro a Alguien Voló Sobre el Nido del Cuco porque cualquier parecido es pura coincidencia. Las trepanaciones las nombran, es lo único.
Segundo, el tema LGTBI+ y los trastornos mentales son dos temas principales en esta serie y además relacionados, ya que en la época que está ambientada la homosexualidad se consideraba un trastorno mental. Cuando se tratan estos temas lo que se pide es un mínimo de respeto, y el mínimo lo encontramos, pero sólo el mínimo. Cómo se trata el tema de la personalidad múltiple (trastorno de identidad disociativo) lo voy a contar en el Spoiler. El tema de la homosexualidad se centra en la homosexualidad femenina, y la verdad bien todo. Sin embargo no se puede hablar de la homosexualidad femenina sin hablar de las mujeres, y Netflix, tengo dudas que te las quiero comentar en el Spoiler.
Tercero y más importante, quien pensase que es una serie de intrigas psicológicas, se llevará una sorpresa, porque son personajes transparentes y simplones. Los malos, malos. Los buenos, buenos. El que se quiere vengar, sólo se quiere vengar. El que está enamorado, sólo está enamorado. El que quiere reconocimiento, sólo quiere reconocimiento. No les pidas más profundidad psicológica. En una serie que te venden como de intrigas y de los abismos de la mente, la verdad, es decepcionante. Eso sí, si en algún momento un bueno de repente se pone a pegar tiros o a matar no te extrañes, si un malo de repente se vuelve buenísimo que se llevaría una bala por tí, pues tampoco te extrañe.
Porque según la lógica de Netflix, una cosa es que los personajes no estén desarrollados y que no evolucionen psicolológicamente con la trama, y otra muy distinta es que sean fieles a sus motivaciones iniciales y a la naturaleza humana misma.
Conclusión: Netflix no se esfuerza, ni parece que se vaya a esforzar en otra cosa que no sea soltar billetes. No esperes nada nuevo: Te va a entretener pudiendo haber sido grande.
No voy a descubriros nada si digo que Ryan Murphy utiliza siempre las mismas máscaras para contarnos diferentes historias. En el caso de Ratched, la última serie de Ryan Murphy para Netflix, no es distinto. Y para muestra un botón. La damisela en apuros interpretada -casi- siempre por Emma Roberts pasa a Alice Englert. El tipo duro/loco que rescata a la damisela cambia de Evan Peters a Finn Wittrock. La mala malísima de Jessica Lange a Sharon Stone. Y bueno Sarah Paulson que sigue haciendo de Sarah Paulson. Eso no cambia.
A pesar de esta repetición, la fórmula hasta ahora ha funcionado. Pero, qué director no se copia a sí mismo -si es que esto tiene algún sentido como concepto- o no repite obsesiones en todos sus películas. Las filmografías de los autores son revisiones de la misma obsesión. La diferencia es que en Ratched la repetición no es que canse, es que no funciona. No salta la chispa. Si en series anteriores como en The Politician el surrealismo y la ironía nos mete de lleno en una trama increíble de un pijo de instituto que quiere llegar a ser Presidente de los Estados Unidos, en Ratched, el alejamiento con los personajes nos hace verle las costuras todo el rato y no dejamos de verles en esa dimensión, es decir, como personajes y no como personas.
Los créditos iniciales de la serie nos recuerdan todo el rato que el personaje de la enfermera Ratched está basado en la novela, no en la película. No vayamos a confundirnos. Yo no he leído el libro pero sí que he visto la película y nada hay de ese personaje en esta serie. Por eso las comparaciones solo pueden existir, como decía al principio, con American Horror Story porque Ratched se acerca más a otra secuela de la saga que a Algo voló con el nido del cuco.
Otros elementos que podrían ayudar en la narración tampoco lo hacen. Por ejemplo, el retoque de color que simula al Technicolor de la época no suma nada. Al contrario que en Hollywood que usando ese mismo elemento, se evocaba la esperanza de que otro Hollywood habría sido posible.
A Ryan Murphy debe de pasarle algo similar que a Stephen King. No es que se le den mal los finales, es que no le interesan. Por eso son muy atropellados, algo torpes y todo pasa de golpe. De ocho capítulos que tiene la series en seis de ellos no pasa nada. Pasa todo en los dos últimos. Estos dos últimos capítulos crean algo más de emoción en toda la serie aunque tira por tierra la poca coherencia de los personajes. De repente, todo se convierte en una revisión moderna de Caperucita Roja y el Lobo Feroz. Y como en toda revisión moderna no puede faltar el toque de feminismo. Un feminismo mal entendido o no preparado, mejor dicho. No se ha ido preparando el terreno para que de golpe los personajes que han sudado unos de otros, ahora descubren la sororidad. Nada que ver con otras series de Ryan Murphy donde desde el inicio, los personajes han ido dejando rastro de que sus problemas nacen desde su género como ocurre en Feud o en Pose.
http://www.jose-cabello.com/offtheraccord/
La nueva serie de Ryan Murphy no se encuentra entre lo peor que ha hecho ni tampoco entre lo mejor. Podríamos decir que Ratched se encuentra en un limbo extraño, aunque a decir verdad, con todo lo que podría haber sido, el resultado es bastante decepcionante.
El primer problema es que no hay ni rastro de Alguien voló sobre el nido del cuco , y alguien debería decirle a Ryan Murphy que es de muy mal gusto usar el nombre de una película con tanto renombre para luego hacer algo que nada tiene ver. Y eso que él es un hombre de homenajes. De hecho, Ratched tiene guiños para El silencio de los corderos y El cabo del miedo pero se olvida de Alguien voló sobre el nido del cuco . Tócatelos. Aún así, lo más grave es que la cosa no cambiaría mucho si se tratase de una serie independiente, porque lo realmente reprobable de Ratched es su nula profundidad. Aquí no hay nada trascendente ni arriesgado, como si lo había en la película original y en muchas de las producciones anteriores de Murphy.
El colmo es una protagonista irregular y poco definida. Al principio se comporta como un ser sin alma, frío y hostil, para luego demostrar unas bondades que ni vienen al caso ni favorecen a la serie*(1). Después de haber visto los ocho capítulos, no sé quien es Mildred Ratched. La mujer casi depravada que se suponía ni está ni se la espera, pero la que nos pintan es una decepción. Sarah Paulson no defrauda, pero no es su mejor actuación. Supongo que por culpa del personaje.
Tema homosexualidad. Si fuese otro el que plantea que Mildred Ratched es lesbiana hubiese reflexionado sobre ello, pero con Ryan Murphy llega un punto en el que, como a todo le mete homosexualidad, pues te dice que Mildred Ratched es lesbiana y ni te planteas si tiene sentido o no. Sabes que lo es porque Ryan Murphy es el director y no porque el personaje pueda serlo realmente.
¿Qué hay de bueno?
La ambientación, la fotografía y el vestuario, y cuando escuché la banda sonora de El cabo del miedo casi me caigo de culo. También la divertidísima Judy Davis, que se convierte en el personaje más interesante de la función, Finn Wittrock y Cynthia Nixon, a pesar de un personaje algo cansino. Y, fundamentalmente, me lo pasé bomba viéndola.
Los que somos seguidores de Ryan Murphy sabemos que el papel de Sharon Stone era para Jessica Lange, y si me apuras, el de Judy Davis para Kathy Bates y el de Amanda Plummer para Frances Conroy. Lo que hubiese sido eso. Por último, no quiero olvidarme de lo peor del reparto: Jon Jon Briones y Sophie Okonedo, que debió ir a la misma escuela de interpretación que Kerry Washington. Exasperantes.
En resumen, Ratched se queda muy lejos de otras series de Ryan Murphy que, con sus irregularidades, iban un paso más allá, demostraban valentía y tenían ramalazos de genialidad. Aquí está puesto el piloto automático y no hay nada que dé un puñetazo en la mesa. Te la recomiendo si quieres pasar un buen rato, pero si no has visto las primeras temporadas de American Horror Story ni Feud , acude a ellas. Nada que ver.