Papá piernas largas
Sinopsis de la película
Mientras realiza un viaje por Francia, el millonario Jervis Pendelton conoce a una joven de 18 años en un orfanato. Encandilado con ella, decide convertirse en su benefactor y pagarle los estudios en Nueva Inglaterra. Durante su estancia alli´, ella le escribe cartas que él nunca lee. Tres años después, él va a visitarla para verla bailar, sin decirle quién es.
Detalles de la película
- Titulo Original: Daddy Long Legsaka
- Año: 1955
- Duración: 126
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Opinión de la crítica
Película
6.3
22 valoraciones en total
Las novelas (y las películas) que exaltan lo generosos que son algunos ricos, suelen ser muy exitosas. A la gente de las clases altas, les encanta porque les tranquiliza al creer que están rodeados de gente noble y buena… aunque ellos mismos no lo sean tanto. Y la gente humilde se siente por estas obras atraída, porque les complace seguir creyendo que hay ricos con conciencia, encantadores y generosos, y eso alimenta su esperanza de que, quizás un día, alguno de ellos se compadezca de su miseria… o se sienta atraído por sus encantos.
Jean Webster (seudónimo de Alice Jane Chandler Webster, 1876-1916) fue una valiosísima newyorkina de lejano parentesco con Mark Twain, cuya bisabuela, abuela y madre, le enseñaron a luchar por los derechos de la mujer, por la igualdad racial y la justicia social… y todo esto cuenta de manera profunda en sus novelas, con las que hacía su aporte a la cultura norteamericana y a la reconciliación entre los seres humanos.
Desde su primera novela, Cuando Patty fue al colegio (1903), hasta la última, Mi querido enemigo (1915), la señora Webster se mostró muy crítica de su sociedad y defendió a las mujeres contra toda injusticia que se cerniera sobre ellas. Fue, en 1912, que escribió Papaíto piernas largas y en esta (como en su última novela) retoma aquella época en que fuera miembro de la Asociación Estatal de Ayuda Caritativa con la que apoyó a los niños huérfanos e hizo cuanto le fue posible para que tuvieran un hogar.
La novela cuenta la historia de Jerusha Judy Abbott, una adolescente huérfana y pobre que se crió en un orfanato, y ahora estudia Literatura en la universidad gracias a un padrino anónimo, quien solo le pide a cambio que le escriba asiduamente, aunque él nunca responderá sus cartas. Al no conocerlo, a Judy se le ocurre llamarlo Daddy-long-legs (Papaíto piernas largas) y con este nombre encabeza sus numerosas misivas.
La atractiva novela preserva la esperanza en el hombre, aboga por la protección de los niños, y reconcilia a pobres y a ricos en la esperanza de un mundo mejor. Cuando la obra de Jean Webster se convirtió en un éxito de librerías, los productores de cine se interesaron en ella… y en 1919, con Mary Pickford y Mahlon Hamilton, se rodó la primera versión cinematográfica con gran acogida del público. Se hizo un remake en 1930, con Janet Gaynor y Warner Baxter. Y en 1935, se realizó una tercera versión, cambiado el título a Curly Top y con Shirley Temple como eje central.
Pero el filón seguía mostrando brillo… y en esas épocas (como en casi todas) en que escasea el talento, a Hollywood se le ocurrió que la vieja novela podía volver a ser rentable, y convertida en musical, se le encargó a Jean Negulesco. Y la historia escrita por Phoebe y Henry Ephron, se transformó en un recurso para ostentar los lujos y la bondad de las clases altas, y la historia de aquella joven quedó tan minimizada, que la esencia de la novela desaparece casi por completo.
Magníficos escenarios, un lujoso vestuario y un ambiente musical que te hace escapar de la ominosa realidad, nos proporciona el efecto del opio… y PAPÁ PIERNAS LARGAS se convierte en uno de los mayores éxitos comerciales del director, y por supuesto de Fred Astaire, quien junto a Leslie Caron (la francesita inmortalizada en Lili) nos ofrecerá unos bailes con la magia y el encanto a que nos tuvo acostumbrados. Pero, como solía ocurrir, también aquí Astaire es el protagonista absoluto.
Título para Latinoamérica: LA FRANCESITA APASIONADA
Cierto es que no es de las grandes películas de Fred Astaire, pero… su sola presencia, su elegancia, su forma de moverse incluso cuando no está bailando, hacen que merezca la pena su visionado.
Muy refrescante la relación entre el gran magnate y sus subordinados, con chispeantes diálogos, y muy agradables escenarios, que como en casi todas las películas de Astaire hacen que se sienta un indefinible bienestar.
… Y cuando se arranca a bailar… silencio, y a disfrutar.
Increiblemente, Fred Astaire que se había retirado en 1946 y volvió accidentalmente ante una lesión en el tobillo de Gene Kelly que lo propuso como su reemplazo en Easter Parade (1948), estaba a sus 56 años en plena forma. Su retorno nos permitió poder apreciar su clase y virtuosismo acompañado de las increíbles Cyd Charisse en The Band Wagon (1953) y Silk Stockings (1957), con Leslie Caron en Daddy Long Legs (1955), y finalmente con Audrey Hepburn en Funny Face (1957). Además de haberle permitido realizar su única película en color con Ginger Rogers en 1949 en The Barkleys of Broadway. Toda esta segunda etapa en la carrera de Fred Astaire se vió realzada por el color que faltó durante las décadas del 30 y 40 cuando hizo los clásicos con Ginger Rogers, Eleanor Powell y Rita Hayworth entre otras. Y como decía en mi crítica a High Society, considero que el uso del color en las películas musicales les proporciona un tremendo plus con relación al blanco y negro. (sigue en spoiler por razones de espacio sin develar el argumento)
Rodada en los primeros años del nuevo y revolucionario sistema Cinemascope, trata de dar esplendor a este sistema sin mucho éxito, ya que tanto el argumento como el guión carecen de atractivo suficiente para entretener a espectador. Los números musicales no tiene el atractivo de un gran musical, aunque gocen de la presencia de Fred Astaire y la bailarina Leslie Caron que tanto brilló en Un Americano en Paris. A excepción de una secuencia a mitad de la película, las demás carecen de atractivo para una cinta de estas características musicales, resultando un film un tanto aburrido, sin brillo ni música pegadiza y vibrante que pueda entusiasmar al espectador con un exceso de diálogo notable.
En la versión en DVD es preferible verla en versión original en inglés, ya que la versión española tiene defectos sonoros que molestan su audición.
José Antonio ZG