Objetivo: Washington D.C.
Sinopsis de la película
Tras un ataque sorpresa con drones, el agente Mike Banning (Gerard Butler) es acusado de un intento de asesinato del presidente de los Estados Unidos. Perseguido por su propia agencia y por el FBI, Banning inicia una carrera a contrarreloj en la que ha de desvelar al auténtico grupo terrorista que ha puesto su mirada sobre el presidente. Secuela de Objetivo: Londres (2016)
Detalles de la película
- Titulo Original: Angel Has Fallen
- Año: 2019
- Duración: 120
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Opinión de la crítica
Película
5.4
100 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Atanas Srebrev
- Bernardo Santos
- Brendan Kelly
- Bryan Larkin
- Chris Browning
- Chris Dodd
- Clayton Adams
- Colin Stinton
- Daniel Eghan
- Danny Huston
- Deborah Rock
- Frederick Schmidt
- Gerard Butler
- Greg Orvis
- Hadrian Howard
- Haley Bishop
- Halima Nagori
- Ian Porter
- Jada Pinkett Smith
- Joelle Koissi
- Joseph Millson
- Kerry Shale
- Lance Reddick
- Laura Matassa
- Laurel Lefkow
- Mark Arnold
- Mark Rhino Smith
- Michael Bodie
- Michael Landes
- Morgan Freeman
- Nathan Cooper
- Nick Nolte
- Nina Kumar
- Ori Pfeffer
- Osi Okerafor
- Paul Blackwell
- Piper Perabo
- Ryan Oliva
- Sapir Azulay
- Sarah-Stephanie
- Sophia Del Pizzo
- Tim Blake Nelson
- Ty Hurley
Tercera entrega de la saga, detrás de Objetivo la casa Blanca y Objetivo Londres , esta vez con Morgan Freeman como presidente de USA sustituyendo a Aaron Eckhart que lo fue en las dos anteriores. Nuevamente tenemos a Gerald Butler, todo un ángel guardián que todos desearíamos tener cerca, repartiendo estopa como el mejor Bruce Willis en la serie de La Jungla.
Ha contado con 40 millones de presupuesto (Algo mas reducido que las anteriores que fueron 70 y 60 respectivamente) pero eso no impide que la acción de la película se quede mas deslucida. Al contrario desde principio a fin tenemos el entretenimiento asegurado.
Esta vez, Ric Roman Waugh ( El mensajero, Shot Caller ) dirige y la trama va de un intento de asesinato al presidente Trumbull (Morgan Freeman) del cual el Agente Banning se convierte en el principal sospechoso. Naturalmente sabemos que está siendo incriminado, pero la pregunta es, ¿por quién? ¿quién se beneficiaría de la muerte de Trumbull y una supuesta guerra con Rusia?.
Tenemos a Tim Blake Nelson como el Vicepresidente y Lance Reddick como el jefe del Servicio Secreto. Piper Perabo se une a la franquicia como la esposa de Banning, reemplazando a Radha Mitchell. Pero el papel mas interesante es el de Nick Nolte como el padre del protagonista, un ermitaño y veterano de guerra que se unirá a el para ayudarle a aclarar las cosas.
Un film frenético, con una buena puesta en escena y grandes tiroteos que no defraudara a los amantes del cine de acción.
Destino Arrakis.com
Regocijaos, devotos del actioner más puro, chusco y genuino. El idilio profesional ¿y creativo? entre Gerard Butler -la fulgurante ex estrella de 300 (2006, Zack Snyder)- y la productora especializada en el género Millennium Media -responsable de las franquicias Has Fallen y The Expendables, o los dos últimos episodios de Rambo- continúa en pie. Y lo bueno de la trilogía (de momento) protagonizada por el guardaespaldas y jefe de seguridad Mike Banning (Gerard Butler) es que sólo necesita tres ingredientes fijos para satisfacer a sus adeptos: Gerard Butler empuñando la ametralladora, sudando y poniendo gesto de haberse levantado con el pie izquierdo. Morgan Freeman esquivando balas, agachándose y poniendo cara de no saber dónde esconder la cabeza. Y claro está, unos FX deliciosamente casposos cuyo grado de realismo es inversamente proporcional al del ruido, las explosiones y el sonido de los casquillos de munición rebotando contra el suelo.
Para el recuerdo queda una de las líneas de diálogo más delirantes que recuerdo haber oido jamás en una película de acción: ¿Qué es eso? ¿Murciélagos? ¡Drones! ¡Son drones! .
No busquéis en ninguna secuencia a Aaron Eckhart o a Radha Mitchell. El primero se ha cansado de que los terroristas traten de darle matarile, y ha decidido cederle el sillón presidencial al veterano actor afroamericano -que ya tenía experiencia en eso de gobernar a la nación tras Deep Impact (1998, Mimi Leder)-, mientras que la preocupada esposa de Mike Banning -perseguido ahora por su país, y acusado de atentar contra la vida del presidente- tiene los rasgos de la olvidada Piper yo salía en el Bar Coyote Perabo. Por lo demás, es lo mismo de siempre, aderezándolo con puntuales guiños argumentales a Hunted (2003, William Friedkin), y sobre todo a U.S. Marshals (1998, Stuart Baird). Danny Huston interpreta un tipo de villano que se sabe al dedillo, y Nick Nolte parece estar en su salsa en el papel de anciano desequilibrado.
Dirige Ric Roman Waugh, responsable de Felon (2008), aquel subproducto carcelario con Stephen Dorff en el que los primeros planos y una frondosa barba disimulaban el agrandamiento físico de Val Kilmer.
Mike Banning es el jefe de los agente secretos de la guardia personal del señor presidente de los EEUU. Éste es su cometido y sus 3 películas no se salen del tiesto. La acción, que se puede criticar pero bien y con razón, se limita al entorno de este señor, a su seguridad, y a que esta seguridad se vea en entredicho. Es como si los responsables del film tuvieran un contrato en el que se especificara que todo vale, pero a cambio el presidente de los EEUU las tiene que pasar putas porque el público exige verle correr, sudar, ahogarse, sufrir, mancharse la cara, hablar con sus polis acojonado, traicionado, amenazado, mudo, acostado, ingresado, y próximo, incluso, a ser porculizado.
Mike Banning está para eso, para proteger al presidente pero al mismo tiempo para putearlo, para hacerle aguadillas, porque cuando Morgan Freeman (que con el tiempo será presidente de los EEUU de verdad), mira a Mike Banning con terror, no es porque estén siendo ametrallados por un avispero de drones enloquecidos, es sencillamente porque tiene a Mike Banning detrás de él, echándole el aliento y diciéndole en baja voz: Adelante señor , y eso le aterra.
Así que se trata de cumplir el objetivo con Objetivo Washington DC sabiendo que el público quiere ver que si en este mundo nadie está a salvo, el mandamás de los EEUU tampoco. Y se necesita un punto de coherencia y de verosimilitud, que no sea todo porque sí, tanto lío gratuito, si no que, lo primero, surja un complot serio que justifique tanta acción. Y llegado a este punto en el que se muestra que en verdad todo es un lío increíble como la de Dios es Cristo, es cuando se necesita la inclusión de un elemento de apoyo.
¿Cuál es este punto de apoyo? Pues Morgan Freeman. Sabemos que este hombre ha sido ya presidente de los EEUU, y de otros también, da el pego de tío sensato, pero actualicemos el ambiente y llamémosle Trumbull, nombre con el que no hace faltan muchas luces para acercarnos a la actualidad.
Mike Banning no tiene la culpa del guion. Su misión no es escribir el guion, sino actuar. Yo le he visto más o menos como siempre, lo que pasa es que no le he visto tan cabreado como en las otras dos y eso, aunque no soy de los que se echan para atrás, sí es verdad que incide en la película.
-Mike, creo que debes seguir adelante, si quieres, pero que nadie te eche que para eso eres algo más que un amigo del presidente, eres su íntimo amigo, así que seas tú quien decidas. Un saludo.
El mayor problema, a mi entender, es la distancia que toman todos los actores, e incluso podría decir que el equipo técnico, con la historia.
Resulta muy rutinaria, carente de emoción, pese a las innumerables secuencias de acción con las que cuenta, se agolpan en una carrera batida y frecuentada desde hace décadas por el género.
Gerard Butler, con 50 años, presenta aspecto cansado, actuación simplemente correcta pero carente de nervio. El argumento es muy elemental, y la puntuación global en la página, supera por muy poco el aprobado.
El cine de acción norteamericano atesora una virtud única, gusta aunque sea malo, que además es lo habitual, porque son muy escasas las películas de este género que se pueden considerar buenas. También tiene un público bastante fiel ( cada vez menor, eso sí) que nunca pierde la esperanza de ver una buena, por más que no recuerde cual fue la última con la que salió de la sala realmente satisfecho.
Esta es algo más equilibrada que otras muchas, con unas escenas de acción bien coreografiadas, bien resueltas artisticamente, incluso con un ritmo que parece propio. La trama, previsible donde las haya, acaba teniendo un peso específico considerable, con el sorprendente mérito de que no aburre por más intrascendente que sea, casi al contrario. Además el guión alterna secuencias en espléndidos parajes naturales con grandes núcleos urbanos, lo que normalmente complace al espectador. Y por último, nos obsequian con la inestimable participación de un Nick Nolte que, además de tener una buena química con Gerard Buttler, consigue destacar interpretando a un personaje algo recurrente, un remedo añejo y paranoico de Rambo, pero que también resulta forzado, dada su edad. En el punto más negativo habría que incluir su trama política, infantil donde las haya. Y también a los malos , manifiestamente mejorables en todos los sentidos.
En definitiva, habrá que seguir probando hasta encontrar una buena película de acción, pero ésta no creo que decepcione a la mayoría de fans del género.