Muerte en el Nilo

5 comentarios en «Muerte en el Nilo»

1. Muerte en el Nilo se ha convertido con el paso de los años en un clásico del cine de suspense. Basado en la novela de Agatha Crhistie con el mismo título, cuyo protagonismo es el célebre personaje, Hercules Poirot.
   
   Con un reparto excepcional de grandes actores británicos y estadounidenses, todos destacan en sus respectivos roles: Peter Ustinov hace un papel genial, su enorme trabajo como el detective Hercules Poirot solamente se puede describir con halagos, el resto del reparto son veteranos con un calidad interpretativa indiscutible, David Niven, Angela Lansbury, Bette Davis, Mia Farrow o George Kennedy, en definitiva, un reparto de lujo.
   
   El magnífico escenario de la mayor parte de la trama, Egipto, sobretodo en el Karnak, barco que transcurre por el Nilo, es perfecto para una trama con un crimen, un lugar misterioso y pequeño con muchos personajes, cada uno con los suficientes motivos para asesinar y que gracias a un espléndida secuencia inicial iremos conociendo. La atmósfera es espléndida, con un aroma clásico entre las ruinas egipcias, un lugar que sigue fascinando.
   
   Uno de los detalles que más resalta la película es su montaje, característica de la literatura con la visión y posibilidades de que el asesinato sea ejecutado de formas distintas con un asesino para cada ocasión, como si de un puzzle se tratase, con un moldeado perfecto que engaña al espectador, con la imposibilidad de anticiparse a los acontecimientos.
   
   En resumen Muerte en el Nilo, es una obra maestra del suspense, un cine ejecutado a la perfección con un reparto espectacular ofreciendo un enorme trabajo interpretativo, un guió de hierro adaptando una gran novela de una de las mejores escritoras del género, ofreciendo además un montaje original.

2. Muerte en el Nilo era una película que se esperaba con ansías en 1978, por varios motivos. Hacia dos años de la muerte de Agatha Christie y el cine tenía que rendir su homenaje, además cuatro años en 1974, Asesinato en el Oriente Express había sido un éxito absoluto y la gente esperaba más del estilo. A lo que hay que sumar que las películas con multitud de caras famosas estaban de moda en los setenta y por tanto todo estaba a favor de su producción de la que se encargaron los mismos que de la Oscarizada adaptación.
   
   Pero había un problema, Albert Finney, el anterior Poirot, no soportaba las altas temperaturas de un rodaje en Egipto, lo que su fobia al calor hizo que rechazara la propuesta.
   
   Y como no hay mal que por bien no venga, llegó el señor Peter Ustinov, a mi juicio el mejor Poirot de todos los tiempos, que en su primera -y mejor- aparición hizo olvidar para siempre a Finney.
   
   La historia en sí, es como casi todas las novelas de la señora Christie, es decir, muy mecánicas, sin embargo tiene un desenlace bastante más trabajado que en otras ocasiones.
   
   Además el marco incomparable de un crucero por el Nilo, con algunos de los monumentos más importantes del mundo, hacen de ella un documental turístico, del que el magnífico Jack Cardiff, obtiene una fotografía de gran belleza. Al igual que los decorados y los vestuarios (que ganó el Oscar de la mano de Anthony Powell) que serán siempre recordados.
   
   Muchas anécdotas en el rodaje de este film, entre ellas, la veneración que sentía Ustinov por Bette Davis, que le hacía increíblemente ponerse nervioso en las secuencias que compartían.
   
   Destacar incluso hasta el doblaje en español, que es uno de los mejores de la época y es un trabajo de gran calidad.
   
   Y poco más. No soy un gran fan de Agatha Christie, sus libros me parecen excesivamente industriales y leídos dos o tres, leídos todos. Además estoy seguro que me hubiese caído bastante mal. Era en general una señora insoportable, de la más rancia tradición británica, colonialista desacerbada –la película oculta el verdadero sentido del libro-, racista consumada y anticomunista visceral que no cerebral –al marxista en la novela se le presenta como lo peor-, en definitiva una de esas plumas que contribuyeron a justificar el Imperio Británico y su control del mundo.
   
   Y por ahí ya no paso.

3. No importan los años que hayan pasado, no importa las veces que me los haya leído, los acertijos en forma de novelitas de Agatha Christie siempre consiguen engañarme y al final, cuando llega la resolución y averiguo por fin quién era el asesino, me quedo pasmada por la facilidad con la cual esta señora me ha vuelto a hacer trampas. Y me chifla.
   
   Muerte en el Nilo es la adaptación cinematográfica de Poirot en Egipto y como su nombre indica, presenta al orondo detective belga en plácidas vacaciones por los dominios de Ra, tan sólo interrumpidas por la desagradable irrupción de un asesinato bastante inoportuno. Todo lo demás sigue a rajatabla las reglas del whodunit hasta una resolución final casi imposible de averiguar, como suele ser habitual en el caso de las historias de Christie.
   
   Lo mejor de la película, aparte de la ambientación de época (muy glamurosa) y los actores, es su carácter casi interactivo, es imposible resistirse a su implícita invitación a incorporarse al viaje y jugar a los detectives junto al genial Poirot.
   
   Buena adaptación que entretiene, divierte, sumerge y deleita, con bonito despliegue de paisajes egipcios y Ustinov como el mejor Poirot que he visto en pantalla. Recomendada.

4. Extraordinaria intriga en la película en la que, por primera vez, Peter Ustinov encarnó con gran acierto al literario detective belga Hercules Poirot. En comparación con Asesinato en el Orient Express Muerte en el Nilo es muchísimo mejor, pese a contener elementos parecidos en el planteamiento de la trama: Un viaje (en este caso por agua), el casual encuentro de Poirot con otro amigo suyo y que todos los pasajeros tengan un motivo para cometer el crimen.
   
   Aunque pueda parecer algo larga – lo cual conlleva algún altibajo que reduce su puntuación -, al final de la cinta comprendes que no sobra ni falta nada.
   
   Tres momentos, imprescindibles en el argumento, marcan el desarrollo perfecto de la película:
   
   1) Conocer detalladamente a cada uno de los que más tarde serán sospechosos: Su personalidad, vida y, sobre todo, relación con la asesinada.
   
   2) Reconstruir cómo pudo cada uno de ellos ser el culpable, a fin de no poder excluir a nadie con tanta facilidad.
   
   3) La rápida solución del misterio por parte de Poirot, trabajando sin descanso la materia gris (referencia explícita en Agatha Christie que no se menciona en Asesinato en el Orient Express ).

5. Esta película posee todos los cliches que puede tener una película de misterio policial: todos los viajeros (aislados por cierto en un barco, por lo tanto uno de ellos tiene que ser) tienen una razón para cometer el crimen. Pese al cliché y lo plano de los personajes (parecen unidimensionales) la película es muy entretenida.
   
   El misterio se mantiene en una fórmula que hoy en día se le ha copiado mucho a Agatha Christie: se presentan todos los personajes y sus motivos, en el trayecto se presentan sin que nadie lo note la claves para resolver el crimen y luego los junta a todos para develar el misterio en una deducción que nadie pudo haber logrado salvo el detective. Todos los capítulos de la serie infantil Conan el detective parecen copiar la formula. Pero está bien, es una fórmula que al menos alcanza para lograr con éxito entretener.