Mr. Magorium y su tienda mágica
Sinopsis de la película
Molly Mahoney (Natalie Portman) es la tímida e insegura gerente de Mr. Magoriums Wonder Emporium, la más extraña, fantástica y maravillosa tienda de juguetes del mundo. Pero cuando el señor Magorium (Dustin Hoffman), el excéntrico dueño de la tienda, que tiene 243 años, decide traspasar el negocio a la joven Molly, la tienda experimenta un oscuro y extraño cambio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Mr. Magoriums Wonder Emporium
- Año: 2007
- Duración: 94
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Opinión de la crítica
Película
5.4
90 valoraciones en total
Creo que éste es el camino hacia la mediocridad, ojalá me equivoque. Pensando que puedes ser personal y comercial. Un artista y, a la vez, forrarte, como J . K. Rowling. Porque Zach Helm, de todas todas, tiene mucho talento, en especial como escritor. No hay más que ver esta película. Sin embargo, y él lo sabe muy bien, si una dama es bella y honesta, su honestidad nunca debe admitir trato con su belleza, esto lo dijo Shakespeare, por eso Helm lo sabe. Y por eso sabe que su honestidad está admitiendo trato con su talento.
Empecemos por lo malo.
El casting. A la Portman sigo sin verla como actriz. Es una cara fotogénica, nada más, incapaz de transmitir nada que no sea una nimiedad de adolescente tardía: pone cara de fastidio cuando debería poner cara de tristeza, confunde la alegría con la felicidad y así sucesivamente. El que hace de contable es uno de tantos, lo cual no siempre es malo para ese tipo de personaje. Y Dustin Hoffman recrea a Dustin Hoffman, no a un personaje llamado Magorium, aunque con eso ya contábamos.
Los detalles tipo Mary Poppins , insoportables, destinados a transmitir euforia tontorrona: Dustin Hoffman explotando la pompitas de aire en el parque, los juguetes vivos haciendo monerías por la tienda, etc.
Tampoco funciona el misterio de la cajita de madera, no estoy desvelando nada al decir esto, es un apunte de guión con posibilidades pero finalmente resulta plano y algo absurdo.
Y, naturalmente, el final, una apoteosis del blandiblup y ñoña magia-potagia, intragable. Qué pena de final.
¿Por qué pienso que Helm terminará haciendo guiones para la gala de los premios Tony? Salta a la vista y ya lo ha dicho alguien en otra crítica. Intenta conciliar cosas irreconcibliables, intenta hacer una película infantil con material para adultos.
No nos engañemos, la película es lo que parece: entrenimiento colorista para niños. Un señor mayor tiene una tienda mágina de juguetes que le permite estar siempre rodeado de niños pequeños (perturbador, ¿verdad?) y pasándoselo en grande con juguetes estupendos a pesar de que vende tan pocos juguetes como barras de pan vendía Chema, el panadero de Barrio Sésamo. De no ser porque la tienda es mágica y el dinero le da lo mismo, el pobre Magorium estaría (con suerte) en alguna residencia de ancianos de las que salen en las noticias.
Lo bueno es que el nivel de infantilidad se mantiene en límites tolerables, que la historia está trabajada como para no espantar a los mayores de 13 años y que los protagonistas son suficientemente carismáticos como para disfrutarla al margen de edades: Dustin Hoffman actúa con el mismo entusiasmo de siempre y los niños son menos repelentes de lo habitual en estas películas. Natalie Portman es una gran actriz y se lo toma igual de en serio tanto si se trata de una gran película como una cosa ligera como ésta. Para mí la mejor actriz del momento, hasta el punto de que merece la pena ver la película sólo por ella.
Sería la película perfecta para endiñársela a sobrinos, primos o críos en general a nuestro cargo y que nos dejen tranquilos hora y media, de no ser por una conversación sobre nabos, pasteles de nabo y zumo de nabo entre Dustin Hoffman y Natalie Portman que en inglés será inofensiva pero en castellano, fuera de contexto y con los giros de lenguaje que nos caracterizan, puede ser extremadamente violenta. Recomiendo estar atento y pasar esa parte a cámara rápida.
Resumiedo, imposible verla sin que deje un buen sabor de boca y una visión más optimista de las cosas. No entrará en la gran historia del cine, pero qué caray, se pasa un buen ratillo.
Si recuerdas que te gustaba de pequeño, si recuerdas que una vez fuiste ingenuo, que una vez disfrutabas con la magia, que ver una juguetería fantástica te encantaría… A mi me encantó, porque me senté en la butaca con mi cuerpo, pero con mi antigua mente de seis años, y disfruté.
Dustin Hoffman actúa genial como un hombre alocado de longevidad mágica, que cree que ha llegado su momento de marcharse, ese toque trágico que tanto bien le hace al argumento. Natalie Portman: sencillamente el papel no requiere una gran actuación, pero su carita de ingenua potencia grandemente a su personaje, como esa veinteañera que aún es capaz de ilusionarse como una niña. Jason Bateman sobrio en su personaje, y el niño hace una buena actuación para ser tan pequeño.
Un crítico de cine decía que este film era el Toys del sigllo XXI. Y no le falta razón: igual que a la pelíiula de Robin Williams, es original e irregular.
Por un lado está lo bueno: una adorable (casi demasiado) Natalie Portman, un chiflado Hoffman (que hubiera hecho bien de Willy Wonka en la burtoniana fábrica de chocolate), los logrados FX digitales y el diseño de producción.
Por otra parte, tenemos lo malo: un tono a veces chocante (un poco como en Más extraño que la ficción , escrito también por Zach Helm), detalles adultos que los niños no captarán (la referenecia a Shakespeare que se hace, por ejemplo) y una historia con un desarrollo menos infantil que su planteamiento.
Resumiendo: un film demasiado infantil para muchos adultos y demasiado adulto para muchos niños. Se queda en tierra de nadie. Aunque no esté mal.
Pero acaba pecando un poco de rareza extravagante.
Esta historia comienza mostrando el mundo mágico de una tienda de juguetes donde todo es posible. Los aviones vuelan en contra de la ley de la gravedad, las pelotas botan solas y la gente es feliz. Todo parece un cuento maravilloso, hasta que un corazón sin fe y una mente sin ilusión entra en la tienda y la vuelve gris y aburrida. La tienda solo necesita que creas en ella para que sea mágica. Todos somos capaces de transformar un bloque de madera en lo que queramos, pues la magia está en cada uno de nosotros. Desde mi punto de vista es una película que requiere ser vista con ojos de niño para entenderla y con corazón de adulto para llevar su mensaje a la práctica. Destacar la escena de los ositos de peluche implorando cariño al adulto gris y la despedida de Magorium. Preciosa, tierna y bella metáfora para volver a recuperar la magia que cada uno de nosotros llevamos dentro, ahí , en algún lugar.