Motín en el Defiant
Sinopsis de la película
Finales del siglo XVIII. Réplica de la Columbia Pictures a Mutiny on the Bounty , estrenada ese mismo año por la Metro-Goldwyn-Mayer. En plena guerra entre Inglaterra y Francia, Crawford, el capitán del barco de guerra inglés Defiant , impone a la tripulación unas condiciones de trabajo insoportables.
Detalles de la película
- Titulo Original: H.M.S. Defiant aka
- Año: 1962
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
6.6
51 valoraciones en total
Bien realizada, aunque algo fría película inglesa. Como casi siempre, la ambientación, dirección artística e interpretaciones son buenas, pero el guión es un tanto exquisito, es decir, bien escrito, pero carente de verdadera pasión. Algo esencial para que el espectador se involucre de lleno en la historia. Pero se pasa el rato.
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A finales del siglo XVIII ingleses y franceses andaban a la gresca. Como ustedes bien saben, a Napoleón Bonaparte le dio una neurastenia conquistadora y los británicos, una vez más, se imaginaron invadidos, en esta ocasión tragando baguettes en fila en vez de su amado pan de molde.
Por otra parte, desconozco si Jorge III gozaba de una gran estimación por parte de su británico pueblo, pero, al menos, era el primer rey de la Casa de Hannover nacido en Inglaterra y que decía good morning por las mañanas acudiendo a la naturalidad de su lengua materna. Aunque la porfiria lo acabara chalando, sólo por lo que he dicho antes, un poco bien le tenía que caer a sus súbditos… ¿no?
Dejando ya un poquito a parte la broma, también es importante destacar para encuadrar esta película en su momento histórico, que la Revolución Industrial estaba dando sus primeros pasos en Inglaterra. Miríadas de personas abandonaron el ámbito rural para echarle el cerrojo a la Edad Media y trasladarse a unas ciudades en que serían tratados como auténticos esclavos, donde hombres, mujeres y niños, serían forzados a trabajar en fábricas hasta reventar. ¿Era, pues, mejor la perspectiva de enrolarse en la Royal Navy y respirar los saludables aires del mar mientras se abortaban los ambiciosos planes del megalómano francés? La respuesta es no.
El motín del Defiant empieza mostrándonos las levas forzosas de hombres para tripular buques de guerra. Cualquier varón podía ser arrancado de su tierra como se arrancaría una cebolla: sin más. Y no sólo eso: en tiempos de las Guerras Napoleónicas, las naves militares podían interceptar mercantes ingleses y desproveer a sus capitanes de los tripulantes que desearan para nutrir a las fuerzas de Su Majestad.
La película narra las durísimas condiciones de vida a bordo de estos barcos, así como la soterrada lucha por el poder entre el capitán del Defiant y su ambicioso segundo, encarnado con poquísima convicción por Dirk Bogarde. También forma parte fundamental de la trama el modo en que se organiza una protesta –que no un auténtico motín aislado–, a nivel de toda la flota, aunque el film sólo nos muestre lo que acontece en el Defiant. Las negociaciones entre el marinero organizador del soterrado cotarro y el capitán son deliciosas, especialmente cuando ambos se revelan como buenas personas en contraposición al segundo de abordo que es la piel de Satanás en la piel del blandengue de Bogarde, un actor de culto para muchos (aspecto que no entro a discutir), pero al que yo le veo la pluma por todas partes.
(sigo en spoiler por falta de espacio)
Poco conocida producción británica que denuncia las duras condiciones de vida en la marina inglesa a finales del siglo XVIII en plenas guerras napoleónicas. Cuenta la historia del motín que se produce en un buque de guerra debido a la tensión entre el capitán y el primer oficial por su antagónica manera de comandar el barco. Mientras el primero es más indulgente y comprensivo el segundo es más severo y cruel en su manera de imponer la disciplina.
Se estrenó en el mismo año que Rebelión a bordo y aunque es considerablemente inferior, se trata de una película digna con un intenso duelo actoral entre Guinness y Bogarde. No obstante ambas fracasaron en taquilla. La película incluye una entretenida batalla naval en la que la armada británica se enfrenta a la francesa.
Él sí que nos desmocha la crítica. Tan prolija, tan erudita, tan completa y tan variada que a los demás no nos queda nada más que decir.
Yo no me llevo los latigazos porque ya la he visto, y coincido con él en todo porque tiene más razón que un santo. Me quedo sobre todo con la estrategia militar del final de la película, y con la impresionante fotografía, porque la cosa revolucionaria se queda algo corta en emoción para el tipo de película, también me parece. Y bueno, yo tenía ocho cuando vi la Guerra de las Galias (huy, perdón) pero ni me acordaba de que salía Alec Guinnes hasta que lo acabo de leer. Cada superyó se lo monta a su manera, supongo.
Cruda aventura en alta mar en la que se muestra en pantalla la consabida brutalidad de la disciplina en la Marina británica.
La película está dirigida con vigor, posee gran carga emotiva y las diferentes tramas se entrecruzan sin perder la propia identidad y proporcionan solidez y profundidad al argumento.
La estupenda actuación de los protagonistas, la idónea ambientación, una fotografía vívida y un ritmo adecuado acrecientan la credibilidad de la narración y aseguran su éxito.
Interesante peripecia en aguas procelosas.