¡Me casé con un extraño!
Sinopsis de la película
Grant Boyer, un joven recién casado, es víctima de una descarga eléctrica como consecuencia de un fallo en la antena de televisión provocado por unos patos en celo. Este hecho le proporciona extraordinarios poderes, en los que podrá transformar personas y objetos a su voluntad y la facultad de materializar todo aquello que se cruce por su mente. Tan preciado don desencadenará una escalada de situaciones inesperadas que afectarán a su reciente esposa, a sus suegros, al gobierno, al ejército y a unas corporaciones que intentarán descubrir el secreto de Grant para adueñarse del mundo.
Detalles de la película
- Titulo Original: I Married a Strange Person! aka
- Año: 1997
- Duración: 74
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Opinión de la crítica
6.8
57 valoraciones en total
Fresca, chispeante, irónica, soez, un poco gore, entretenida, políticamente incorrecta, no muy larga…, total que he pasado un buen rato viendo esta película de animación que me ha sorprendido gratamente.
Voy a por la otra de este mismo director de cabeza.
Descacharrante y extrema.
Dos adjetivos, y un cineasta que parece alejarse de las convenciones, tan pronto decide acercarse, de nuevo, a un universo tan propio como referencial de guiños a la serie B más pura. Gracias a éstos, Plympton sabe como otorgar una frescura y un desparpajo inconmensurables a cada uno de los momentos tan genialmente confabulados en ésta I Married a Strange Person! , una desquiciante cinta en la que, partiendo de una base de absoluto delirio, sólo sus momentos iniciales ya indican el camino de pura y palpitante esquizofrenia que tomará la propuesta, para terminar desembocando en cauces de lo más prolíficos.
Pero no sólo de guiños vive el fascinante mundo de Plympton y, una vez agotados sus primeros cartuchos donde ha disparado indiscriminadamente hacía el espectador con un toma-y-daca de imágenes descaradas y divertidísimas, carga de nuevo para, en esta ocasión, apuntar hacía objetivos propios, e idear una crítica hacía el sistema de manipulación televisivo, la tiranía que los más grandes ejercen entorno a todo aquello que creen poder controlar y el sensacionalismo como base de una dieta abundante de un espectador que, a bien seguro, quedaría ensimismado ante la pantalla observando según qué.
A partir de ahí, el delirio se torna un reguero de momentos maravillosamente confabulados que lanzan una y otra vez antológicas imágenes (en especial, las acontecidas entorno a ese ejército) imperdibles, de esas que se conservan en la retina por el enorme poderío imaginativo de este monstruo en el campo de la animación que, no contento con ofrecer algo fresco y contundente, pone todo su talento en favor de maravillosos gags visuales que se desarrollan gracias a brillantes golpes de efecto y una creatividad apabullantes.
Puede que su último tramo sea todavía más surrealista y disparatado que todo lo visto anteriormente, pero el norteamericano culmina su obra con otro de esos enrarecidos finales (por poseer un tono tan extraño alrededor del resto de la película) y pone la guinda a un vehículo de diversión, ejercicio crítico y entretenimiento de puro lujo. De esos que no se pueden observar cada día.
Obra maestra y punto y aparte dentro de la animación con raices underground .
Plympton puso tan alto el nivel que ni siquiera él después pudo superarlo.
Combinación de ideas fuertes: crítica social, crítica armamentística, toneladas de sexo, desarrollos alucinógenos y canciones western-swing .
Al sentarte delante de la pantalla y encontrarte una película de las características de I Married a Strange Person! tienes dos opciones:
1- No creer posible lo que estas viendo, parar la película de immediato e ir corriendo al botiquín para comprovar que el ibuprofeno que te has tomado es realmente un ibuprofeno y no una dosis de LSD o algun otro tipo de droga dura.
2- Ser consciente que en el mundo del cine no todo está inventado y de que aun quedan géneros por explotar y nuevas vías visuales/artísticas con las que llegar al público.
En este caso, acomódate en el sillón porque I Married a Strange Person! no te va a dejar indiferente:
Desde el primer instante del filme la locura y el surrealismo toman el hilo argumental de la película hasta conseguir convertirla en una parodia de si misma, un circulo vicioso del que es difícil salir en los trepidantes, violentos, descacharrantes 72 minutos que dura esta pequeña joya de la serie B.
Una apología de la locura.
Aunque el propio creador la defina como una Akira con humor, El correcaminos con humanos, una animada Pulp Fiction y reconozca influencias de Tex Avery, de la animación de la Warner, Robert Crumb y Hayao Miyazaki entre otros, personalmente me recuerda por momentos al Buñuel más surrealista (el de Un perro andaluz y La edad de oro ) mezclado con el humor grueso, sanguinolento y muy negro de Braindead de Peter Jackson.
Homenaje puro y duro a la serie b desde su título ( I married a monster from outer space de 1958) Bill Plympton se ampara en el argumento de su película para degenerar la realidad, amplificar la violencia a unos niveles tan explícitos y absurdos que parezca divertida. ¡Y lo consigue!
Es un filme adulto, muy adulto. Donde el sexo, la violencia, los números musicales y el surrealismo conviven en perfecta armonía. Donde se habla del poder de las grandes corporaciones, de la familia, de las relaciones de pareja, del militarismo, en definitiva del modo de vida americano entre explosiones de violencia descabelladas e incoherentes.
Gracias, Sr. Plympton, por aclararnos de una vez por donde mean los personajes televisivos infantiles del tipo Espinete y dar algo de luz a preguntas sin respuesta científica: de donde viene la pelusilla que se forma en el ombligo.
Llena de metáforas, humor inteligente y despiadado y gags tan desternillantes como memorables se erige una película repleta de talento, imaginación y extravagancia.