Match (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2018-2019). 10 episodios. Stian es un joven veinteañero normal, con los típicos problemas del resto de jóvenes de su edad, si no fuese porque allí donde va lo hace acompañado de una cabina de retransmisión en la que dos comentaristas deportivos siguen en directo todos y cada uno de sus movimientos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Match (TV Series)
- Año: 2018
- Duración: 14
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Opinión de la crítica
Película
7
79 valoraciones en total
*Vida del joven Stian
Stian Hermansen (Herbert Nordrum) es un joven de Oslo de veintitantos años que lleva una vida normal de alguien de su edad. La mayor parte de sus preocupaciones se relacionan con el hecho de tener, y mantener, pareja: la joven Mia (Eline Grodal). La peculiaridad de Match tiene que ver con que todas las situaciones de la vida de Stian nos son narradas por dos dicharacheros comentaristas deportivos. En efecto, Geir (Martin Lund) y Fredrik (Fredrik Steen) nos irán narrando desde una cabina de comentaristas todos los lances, algo embarazosos, que Stian tendrá que ir superando.
Estos dos periodistas ni intervienen en la acción, ni son vistos por los protagonistas. Sencillamente «retransmiten» la vida de Stian para nosotros, los espectadores, pero de una manera animosa y entusiasta, como dos genuinos fans del joven noruego. Los capítulos suelen rondar el cuarto de hora de duración y se ven con una agilidad asombrosa, como si fueran pequeñas capsulas de humor costumbrista y delirante, fáciles y divertidas de consumir.
*El deporte es pasión
Cada episodio de Match es un «partido», esto es, un reto que Stian tendrá que superar para quedar bien con su novia Mia. La narrativa no deja de centrarse en pequeñas historias, como por ejemplo salir con éxito de encuentros con los padres o amigos de Mia, planear unas vacaciones, lidiar con el recuerdo de la ex… Hay veces en que el argumento se disparata y nos ofrece momentos de una inesperada, y algo desagradable, escatología (no pasa demasiado afortunadamente). Sin embargo, el cómo se narra es el quid de Match, su cuestión esencial. Hay toda una parafernalia deportiva alrededor, con todo tipo de estadísticas hasta rozar lo surrealista, y «colaboradores» invitados que añaden su punto de visto desde las más tronchantes perspectivas.
Sin embargo lo que hace especial a Match es la narración de Geir y Fredrik. Sus voces transmiten la intensidad de un periodista deportivo, lo que conlleva unas maneras algo histriónicas y exageradas, pero también, a su modo, un sentido de la épica. Cada pequeña victoria de Stian (desde evitar que Mia detecte su mal olor de pies o que se de cuenta de que su ex está en el mismo bar que ellos) es saludada por Gier y Fredrik con un alborozo digno de quien retransmite una ocasión de gol o un penalty. Esto ayuda a que las pequeñas cosas de índole social, como las de amigos y novia, que en otras circunstancias serían banales, tengan un plus de emoción a tener en cuenta. Todo dentro, eso sí, de la comedia.
*El hombre y su apariencia
El origen de la vis cómica de Match está en los pequeños líos en que se mete Stian en su vida amorosa. Continuamente está en apuros por sus problemas para afrontar la verdad de pequeños hechos que, al final, debido al ocultamiento acaban siendo potenciales grandes problemas. De ese modo Stian tratará, a modo de ejemplo, de ocultar que ha olvidado el nombre de Mia tras la primera noche de haberla conocido, o de que le molesta la posición de ella para dormir, etc. El premio de situaciones nimias que se complican se lo lleva el episodio (o partido), en que Stian tiene problemas con el inodoro de casa de los padres de Mia.
¿Es posible que Match ofrezca una crítica al orgullo masculino, a su fatuidad? Stian se nos presenta como una persona insegura, meliflua y algo artera. En realidad sus andanzas son pequeñas mentiras que va desarrollando para quedar bien ante Mia. Queda claro que es alguien con buen fondo, pero con un sentido de la apariencia muy desarrollado. Así pues, la mayoría de los episodios reflejan conflictos donde la confianza en la pareja es fundamental. Stian es siempre la parte más débil, y en ocasiones es un arquetipo de ciertos complejos masculinos. Las situaciones son, no obstante, ligeras, cotidianas y divertidas, con alguna innecesaria concesión al humor de trazo grueso que no resta demasiado al conjunto.
*Humor con micrófonos
Las actuaciones de Herbert Nordrum y Eline Grodal como Stian y Mia son la base del hilo conductor de Match. Sin embargo su mayor atractivo no reside ahí. Porque son algo sosas y «seriotas», acaso demasiado nórdicas. Los que ponen la sal y la pimienta son los narradores Geir y Fredrik, cuyas fulminantes reacciones de alegría o decepción son totalmente hilarantes, y mantienen toda la fluidez y el ritmo de la serie. Todo ello sin contar su divertida aplicación del lenguaje deportivo a situaciones mucho más íntimas. Dentro del contexto del humor estos dos personajes son todo un hallazgo.
La filmación es muy sencilla. Abundan los interiores de apartamentos, cafeterías, etc, los exteriores se usan sin florituras y realmente solo son importantes en un par de episodios. Es un claro ejemplo de presupuesto limitado que tiene como afortunado complemento a una gran idea. La serie tiene dos temporadas, sin visos de que de momento vaya a haber más, y se estructuras de una forma muy fácil. En el primer capítulo Stian rompe con la pareja anterior a Mía, a la que conoce en el siguiente. A partir de ahí la historia irá progresando entre ambos con la coherencia estrictamente necesaria para que haya un trasfondo. No obstante, los episodios son independientes entre sí. La frontera entre la primera y la segunda temporada se corresponde con una crisis entre Mia y Stian.
*Conclusión
Match es una pequeña joya de la ficción noruega que de una manera ingeniosa, ágil y divertida nos aproxima a los peculiares avatares de una pareja de veinteañeros. Sin tener apenas pretensiones aprovecha la genial idea de adoptar los códigos del deporte para hablar de una relación sentimental, y lo sirve en episodios de apenas un cuarto de hora de duración como deliciosos bocados de humor. Algunas reiteraciones y un extraño recurso a la escatología en puntuales momentos no lastran demasiado una comedia televisiva refrescante y francamente divertida.
Escrito por Mariano González