Los Washingtonianos (Masters of Horror Series) (TV)
Sinopsis de la película
Tras el funeral de su abuela, Mike (Jonathon Schaech) descubre en el sótano de la casa de ésta una carta que, interpretando las claves, asegura entre otras cosas que el presidente George Washington fue un insaciable caníbal. A partir de ese momento Mike deberá defender a su familiar de la banda de los Washingtonians, insaciables comedores de carne humana y leales al espíritu de George Washington, que pretenden mantener el secreto a toda costa. Capítulo 12 de la segunda temporada de Masters of Horror.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Washingtonians (Masters of Horror Series) (TV)
- Año: 2007
- Duración: 59
Opciones de descarga disponibles
Si quieres puedes descargar una copia de esta película en formato 4K y HD. A continuación te añadimos un listado de opciones de descarga directa disponibles:
Opinión de la crítica
Película
4.6
59 valoraciones en total
Lo bueno de The washingtonians es que es divertida. Curioso, ¿no? Es una irreverente broma que no se toma ni en serio, porque, en lugar de mirar las consecuencias de lo que puede ocurrir, siempre se va con la verdad por delante. No es una reflexión filosófica ni nada que se le parezca, no es un «¿El fin justifica los medios?». Es el mediometraje que haría alguien que suspendía historia siempre, y ya está.
Hay mezcla de épocas que mola. Puedes ver a un jinete del siglo XVIII persiguiendo a un tío en coche, así de claro. Y las mezclas de épocas a veces molan (aunque no suele). La historia es simple a más no poder, y recuerda a aquel episodio de Los Simpsons en el que Lisa averiguaba la verdad sobre Jebediah Springfield. Los historiadores son además una panda de mentirosos que se inventan lo que quieren, lo más interesante (y visceral) lo suprimen… es una teoría que también sostengo yo.
Total, otro episodio de comedia que lo normal es que no gusten porque en una serie llamada Masters of Horror se busca terror, y es normal, pero vamos, que si ves todos los episodios te das cuenta de las carencias que tiene y por lo tanto, creo que ya hay que eliminar la esperanza de ver algo terrorífico, para ver algo entretenido e interesante, al menos. Y que conste que este episodio tiene el gore (caníbal) de rigor, sin que sea nada escabroso o algo por el estilo, y sus sobresaltos. Es un episodio que mezcla comedia y terror, como se hacía en los 80 con films como Evil Dead o los de criaturas como los Gremlins . Y eso se ve en muchos momentos*.
Vamos, que lo mismo que Deer Woman , diría. Podéis saltároslo.
Esta entrega de Masters of Horror viene firmada por Peter Medak, aquel que en su día creara un film de culto dentro del panorama del terror con Al final de la escalera .
Su hilarante argumento nos narra cómo una idílica familia descubre un antiguo documento en el que se revela cómo George Washington y sus seguidores eran, además de lo históricamente conocido, caníbales. Descubrirán igualmente cómo en la actualidad, hay una sociedad de adoradores de este lado oscuro de la historia, que harán cualquier cosa para que el secreto no salga a la luz.
Con guiños a Sleepy Hollow y Society , esta anecdótica entrega nos regala varias escenas bien divertidas, otras asquerosillas… muchos somos los que pensamos que este director podía haber hecho algo infinitamente mejor, pero es innegable que ha realizado un capítulo que realmente entretiene.
Es de interés la crítica que subyace hacia la manipulación histórica por los organismos de poder, aunque no lo explota suficiente, al igual que el gore… se queda un poco a medio camino en todo.
Entretenida, para un rato de aburrimiento o para ver con colegas y echar unas risas.
Enoch
El capítulo número doce de la segunda temporada de Masters of Horror nos sirve para redescubrir al creador de la fantástica Al final de la escalera hace casi 30 años. Pese a que era evidente su bajón en cintas de nivel nulo como Species II, Mick Garris ha recuperado al cineasta para adaptar a mediometraje el relato de Bentley Little del mismo nombre. Así, The Washingtonians nos narra la llegada de una familia con su hija de diez años a una casa que les ha dejado la abuela fallecida del marido de este trío. Ubicada en un pueblucho alejado de la mano de Dios, esta familia descubrirá por error una carta en el sótano de su abuela con las siglas G.W. que, de ser verdad, descubriría a George Washington como un canibal que comía niños, lo cual significaría un rotundo cambio para el curso de la historia americana, Tras enseñarle la carta a uno de los pueblerinos, éste se vuelve loco y empiezan a suceder extrañas cosas en la ciudad…
Este es el punto de partida de esta estúpida historia que, pese a todo, entretiene y no se hace pesada. Con referencias a decenas de cintas e incluso a Sleepy Hollow -el prólogo de dos minutos es un calco de ésto-, y un epílogo bastante divertido y gamberro, Peter Medak nos ofrece uno de los capítulos menos atractivos de esta segunda temporada, con algunos elementos gore poco trabajados y un desarrollo de la historia poco atractivo. Los personajes principales se hacen especialmente tediosos y los múltiples gestos o guiños hacia el desenlace del filme, como conduciendo al espectador por si pudiera perderse, no hacen mejorar esta irregular y floja obra que por desgracia se queda a medio camino en todos los aspectos, si bien al menos la fotografía está razonablemente bien. Olvidable, completamente.
Peter Medak se podría haber jubilado tras dirigir Al final de la escalera. A su curriculum posterior me remito y en esta oportunidad que le brinda Mick Garris muestra las virtudes y carencias de Masters of horror:
– La mayoría de los episodios cumplen su objetivo de entretener durante una horita.
– La mayoría defrauda.
– El 85% son olvidables. En el caso de la segunda temporada la cifra asciende a un 95%.
– No se nota en absoluto la mano, salvo excepciones, de los supuestos directores con una trayectoria y estilos consolidados que pifian en cuanto ejecución.
– Los guiones de los episodios resultan irregulares, burdos y escasamente desarrollados. La mayoría son buenas ideas desaprovechadas.
The Washingtonians entra en todas estas categorías: defrauda por su materia prima (referencias a Sleepy Hollow y Society entre otras), finalmente resulta olvidable, si alguien identifica a Peter Medak con este episodio debería ganar un premio en intuición y el guión, pese a su notable irregularidad, tiene una buena idea de partida pero totalmente desaprovecha. Parece pensado de cara a su desenlace con algunas ideas sueltas incluidas.
Y pese a todo lo anterior resulta entretenida y con humor negro sangrante y en su punto.
Otra de las innumerables penas y miserias de esta desaprovechada serie.
Que Garris rescatara a Peter Medak, padre de una de las cinco mejores películas de terror de la historia, se agradece. Sin embargo, era de suponer que tras su largo letargo inspirativo el resultado de su aportación a Masters of Horrors habría de distanciarse profundamente de Al final de la escalera (1980). Tiene mi disculpa, veintisiete años son mucho tiempo.
Washingtonianos es un episodio que a partes iguales da risa, verguenza ajena y entretiene:
Entre los activos del medio destacan la inquietante actuación de Myron Natwick (Shallow Ground, 2004) como Samuel Matheson III, al igual que la caricaturesca presentación de los caníbales en general. Tampoco podemos olvidar ciertos guiños a otros films de terror como la entrada de los washingtonianos en la casa de los Franks (El Resplandor, 1980) o la excelente escena que abre la narración, una decapitación a caballo que sirve de homenaje a Sleepy Hollow (1999).
De una forma u otra las buenas actuaciones de los secundarios no se ven respaldadas por los principales, algo que se podría disculpar si no fuera por lo que sigue, la originalidad primera mostrada por la historia, embadurnada por cierto aire cómico, se degenera hasta tal punto que lo irrisorio prima sobre el resto. Si además se abandona la sátira para adentrarnos en un intento de adoctrinamiento vano, destinado a aquellos que no se percatan de lo evidente, nos damos de bruces ante un episodio mediocre, como viene siendo norma en esta segunda temporada, pero que a pesar de todo deja buen sabor de boca.