Los niños de Timpelbach

5 comentarios en «Los niños de Timpelbach»

1. La película me ha gustado por la frescura de la interpretación de los niños. Se puede ver en familia y pasar un buen rato, que aunque solo es de una hora y media se termina haciendo un poco largo.
   
   Me ha gustado mucho la fotografía, los decorados, el tratamiento de la imagen, que es clara y nítida, tipo Amélie o El Milagro de P. Tinto. Hay divertidos gags basados en artefactos inventados por los protagonistas y en los propios diálogos, bastante ágiles y naturales.
   
   Por momentos recuerda a la película del Señor de las Moscas pero en una versión edulcorada e infantil.
   
   Para ser una buena película habría que haber profundizado en el carácter de los personajes centrales, para poder identificarnos algo con ellos, pero en esta película se trata el tema del bien y del mal de una forma divertida y sin grandes complejidades: dos bandos, rivalidad, peleas y reencuentros. No hay por qué no echarle un vistazo, con niños mejor que sin ellos.

2. Muy original e inusual. La estética y los efectos son muy innovadores y crean una atmósfera muy llamativa. En cuanto a la trama, desde un punto de vista superficial es simple pero a medida que avanza la película, refleja la sociedad misma creando un dilema muy crudo y controvertido.

3. Curiosa película sobre niños semiadulta, con algunas interpretaciones muy buenas la que mas me sorprendió es la del niño de gafas, y el cameo como película francesa Gérard Depardieu no podía faltar.
   
   La verdad que no se si esta basado en un cuento, pero la película y ese comienzo tan fantástico que parece sacado de cuento, es increíble.
   
   Su argumento es muy simple no os voy a engañar, pero a mi me lo hizo pasar pipa, un mundo en el que los padres abandonan a sus hijos y se encargan ellos del pueblo, mientras que alguno hacen las tareas que hacían los adultos otros se ocupan de dominar la ciudad a sus anchas creando una banda.
   
   Quizás el fallo mas gordo de la película es el poco desarrollo que tienen los padres en la historia y cada vez que salen en pantalla parece mas el momento infantil de la historia.
   
   Pero solo por el buen rato los 6 puntos se los lleva.

4. Película simpática hecha en un entorno de fantasía muy del agrado del público infantil. Se disfruta tanto por niños pequeños como por los no tan pequeños y es muy apropiada para verla en familia. La película trata de las relaciones entre adultos y niños en un poblado, así como de los propios niños entre si. Se muestran diferentes personalidades entre las que puede identificarse cualquiera de los espectadores. Hay muchas escenas entrañables que invitan a pensar en las relaciones humanas. Muy apropiadas para abrir debate dentro de la familia. A veces la pelicula va demasiado rápido, lo que dificulta comprender lo que está pasando, pero en general se trata de una película sencilla. Los diálogos son simplones y algunos personajes están demasiado forzados. Se pasa un rato agradable.

5. Los principales errores en los que se suele caer a la hora de realizar películas eminentemente infantiles son, por un lado, confundir a su público objetivo con simples imbéciles, y por otro, olvidar que para que haya un niño (más o menos) sentado en una butaca de un cine un padre tiene que estar sentado a su lado… y además que este último es quien pone la pasta. Con un tono de cuento sin mayores pretensiones, Los niños de Timpelbach intenta evitar ambas trampas aunque acabe siendo víctima de sí misma.

   Esta producción francesa que cruza los Pirineos dieciséis meses después de su estreno local intenta aferrarse sin mucha maña a la consideración de apta para grandes y pequeños, pero su indefinición e irregularidad la limitan a ser como mucho, y siendo benévolos, un pasatiempo simpático, esto último algo que no obstante podríamos atribuirselo más a su potencial innato que a sus frustrantes y fallidos resultados. No es que sea mala propiamente dicho, simplemente flojita y decepcionante si atenemos a posibles expectativas, de ahí que su visionado aunque molesto no acabe de hacer daño a pesar de que sus propias carencias la condenan a un olvido eterno en cuanto uno se levanta de la butaca.

   Los niños de Timpelbach es una de esas películas que no cumplen con sus amenazas, ya que sus primeros minutos incitan a creer en las posibilidades de un material cuyo póster acaba siendo lo mejor. Unos excelentes títulos de crédito dan paso a un relato que minuto a minuto va perdiendo fuerza. Con un guión deslavazado y una dirección perezosa, la cinta se dedica a ir dando tumbos, rellenando el metraje que conduce a su resolución haciendo gala de un conformismo taciturno tan predecible como tontorrón. El fin no tiene por qué justificar los medios, y mientras que su moralina es algo comprensible dada su condición no lo es del todo el torpe y poco inspirado camino trazado hasta ella.