Los hombres de Smiley (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Seis episodios que continúa la miniserie Calderero, sastre, soldado, espía de la BBC. Cuando un importante agente del Servicio Secreto británico es asesinado, George Smiley vuelve al servicio activo para acabar con los fantasmas de la Guerra Fría. Mientras el rompecabezas del pasado empieza a mostrar sus secretos, una cadena de pistas conduce a Smiley al final de su carrera y a la batalla definitiva contra su gran rival, el enigmático espía soviético Karla.
Detalles de la película
- Titulo Original: Smiley’s People
- Año: 1982
- Duración: 360
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Opinión de la crítica
Película
7.5
92 valoraciones en total
Una película excelente, basada en un buena novela y con un plantel de actores magníficos. Sir Alec esta en una de sus mejores interpretaciones, que ya es decir.
Un tipo de cine o de series que hace tiempo que no vemos.
Maravillosa adaptación televisiva de la homónima novela de Le Carré, aún mejor este film que la mítica El topo. La interpretación de Guinness es aun más portentosa mostrando la frialdad y crueldad del agente profesional más allá de su incustionable inteligencia y buenhacer que mostraba en su anterior caracterización de George Smiley. Los secundarios conforman un coro igualmente espectacular de recitales interpretativos, Bernard Hepton está sublime en su cambio de registro desde un impostado gentelman hacia el espia profesional que en su caza huele la sangre de la presa y la adrenalina de su trabajo de campo supera su propia composición del personaje que interpreta en su vida normal. Excepcional es también el trabajo de Sheybal (habitual del espionaje en otras cintas)y de Curt Jurgens.
Además de esto la película recoge el universo literario exacto del autor, trasladando en imágenes distantes y grises la sordidez de un mundo donde a pesar de las apariencias el fin si justifica los medios (sean personales o del Estado) y donde cualquier regla de comportamiento humano es sacrificada por dañar siquiera simbólicamente al enconado enemigo.
Para la historia la escena final en un Berlin brumoso y frio. Pura poesia sobre el espionaje (si esto es posible) y la ironia que encierra la división en bloques del mundo. FASCINANTE.
Continuación de su ya más que notable predecesora Tinker, Taylor, Soldier, Spy ( El Topo ), esta serie, de nuevo producida por la BBC y repitiendo reparto, culmina el llamado ciclo de Karla debido al escritor John Le Carré, de la mano de su más conocido personaje, ese peculiar espía británico que responde al nombre de George Smiley, y que sostiene una dura lucha a distancia con su rival soviético, el ya mencionado Karla.
A destacar la fidelidad y el respeto con el que la serie capta la esencia de las novelas de Le Carré, en las que importan mucho más las motivaciones e inquietudes de los personajes (su psicología) que la acción. La mejor prueba de ello es fijarse en el protagonista, un Smiley que constituye la viva imagen del antihéroe: prematuramente envejecido, con aspecto de pertenecer a un tiempo vencido, disfraza su timidez tras unas gruesas gafas y un vestuario excesivamente formal, fachada tras la que sin embargo se oculta una inteligencia observadora e inquisitiva, interpretado por Alec Guiness, los que conocíamos al personaje por las novelas no podemos sino sentirnos satisfechos, tal es la perfección con la que recrea los matices de su personalidad, especialmente su aire escéptico y desengañado.
En cuanto al resto del reparto, constatar la brillantez con la que llevan a término su labor, considerando que esto era capital para el buen desarrollo de la serie, toda vez que en las novelas de Le Carré abundan las personalidades marcadas y singulares, en este sentido destaca el trabajo de Bernard Hempton como Toby Esterhase, así como el de Curd Jürgens como El General y el de Michael Lonsdale (magnífico actor, haga lo que haga) interpretando a Grigoriev. Bien realizada, con una notable fotografía de querencias nocturnas, la serie mantiene un ritmo pausado, sin apresuramientos, siguiendo paso a paso la investigación encabezada por Smiley. Uno de los aspectos que más verosimilitud confieren a la serie son las localizaciones, magníficamente escogidas, respetando la trama de la novela que nos hace viajar entre París, Londres, Hamburgo, Berna, y finalmente Berlín.
Poco diré del argumento, limitándome a constatar que el mismo resume a la perfección cuál es la verdadera labor del espía, de la inteligencia o del contraespionaje: explotar en beneficio propio las debilidades del adversario. Esa, y no otra, es la gran batalla que Smiley y Karla vienen librando, y que encuentra aquí su final, si en El Topo Karla se había beneficiado de la última ilusión de un hombre sin ilusiones (en referencia a Ann, la mujer de Smiley), ahora veremos cambiarse los papeles, y asistiremos a la tenaz e inmisericorde presión que ejercerá Smiley sobre la recién descubierta debilidad de su némesis, el hasta ahora aparentemente invulnerable Karla, cuyo fantasma sobrevuela toda la serie, así como lo hacía en la anterior.
Acaba en spoiler.
De frases como la del título (-Se ha convertido en un ciudadano de la tierra de nadie. Le envío mis saludos) está llena la serie.
Con un guión inteligente y acompasando muy bien el ritmo de los capítulos (hay quien lo verá un ritmo lento, o como una serie aburrida, supongo que esperando encontrarse un producto en formato serie parecido a las actuales y exitosas sagas de nuestros días…y de eso en Los hombres de Smiley no hay nada. La única serie moderna que yo he visto que se le pueda parecer es The Wire, ambas comparten mucho en el enfoque, tanto que daría para un estudio bien detalladito, y Homeland, por motivos totalmente distintos, por mostrar la diferencia entre dos formas de hacer espionaje, en el tiempo y en el lugar. Lo diferente del espionaje británico y del norteamericano, y la diferencia entre el espionaje antes y después de la caída del muro.
Es por esa tierra de nadie por donde se mueven los personajes y la trama de esta continuación de Calderero, sastre, soldado, espía , adaptación de las novelas de espionaje del al parecer ex espía Jhon Le Carré. Autor de sobra conocido entre el gran público, ya desde hace mucho tiempo no solo entre aficionados al género de espías más crudo. La serie capta perfectamente lo esencial de las novelas, que es un éxito en el retrato de la profundidad y complejidad de los personajes, como todos los humanos, movidos por intereses y ambiciones que raras veces casan con su moral, o haciendo dinamitar todos los principios morales de uno por cualquier motivo de los que da la vida. Decíamos que es bueno el trabajo de los actores dotando a sus personajes de ese punto tan rea. Y también lo es la elección de los escenarios en los que se van desenvolviendo los seis capítulos. Esa vieja Europa , o envejecida, como Smiley y sus métodos, sus valores, pero una Europa aún con vida, aún una Europa con sitio para hombres interesantes, aunque algunos acaben viviendo en un coche y otros -la mayoría- viviendo el desencanto del que está en posición de poder cambiar cosas en el juego, y como todos, a veces, pierde. Pero estos no pierden un partido de fútbol, ni siquiera un Tour de Francia, perder la vida en ocasiones es lo menos que pueden poner en juego.
El reparto, protagonista y coro están de lujo, la banda sonora, otro lujo, Guión excelente. Trata al espectador como alguien con mente y capaz de pensar por si mismo, sacar sus propias conclusiones y acertar con sus intuiciones, no hay tampoco rastro de moderneces del tipo crea tu propia historia, porque nosotros no damos hecho una y es nuestro p*^´o curro
En fin, por si no os habíais dado cuenta, yo la recomiendo a cualquiera. Especialmente a los aficionados al cine negro de los 40 y 50, o a los amantes del género de espías y la guerra fría que buscan algo más que el James Bond Jason Bourne o quien quiera que sea el bet seller del momento.
Desde los créditos al inicio, que no se te olvidarán nunca, y que a mi me recuerdan a la novela A veces un gran impulso de Ken Kesey, es una serie excelente. Muy Recomendable.