Los cuatro robinsones
Sinopsis de la película
Cuatro amigos casados, muy juerguistas, hacen creer a todos que han emprendido un viaje a las islas Columbretes, pero lo cierto es que han viajado a Andalucía para celebrar una fiesta en un cortijo con una conocida artista. El azar hace que el barco que iba a esas islas naufrague y todo el pasaje se ahogue. Para salvar su reputación, los cuatro amigos deciden poner rumbo a las islas y desde allí enviar un mensaje en el que comunican que están vivos.
Detalles de la película
- Titulo Original: Los cuatro robinsones
- Año: 1939
- Duración: 98
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Opinión de la crítica
Película
4.8
27 valoraciones en total
La astracanada fue un subgénero teatral cómico muy popular en los escenarios españoles, durante el primer tercio del siglo XX. Cultivado entre otros por Pedro Muñoz Seca, uno de los guionistas y autor de la obra teatral en el que se basa el film y que fue fusilado en Paracuellos por los republicanos durante la Guerra Civil que acababa de terminar. Podría considerarse como un héroe de los caídos por la patria, mucho más cuando al principio del film uno de los protagonistas hace alusión explícita a la victoria franquista. El film por lo tanto gozaba de la simpatía del Régimen de Franco.
Aunque fue un género exitoso y de evasión, la astracanada en muy contadas ocasiones alcanzó reconocimiento crítico y social. Procedente del teatro del absurdo, lo que importaba era hacer reír, incluso a costa de la verosimilitud argumental que frecuentemente caía en el despropósito y carecía de calidad literaria. Todo residía en una teatralización de la realidad con personajes pícaros y granujas que inventando patrañas serán descubiertos y ridiculizados. En este caso son 4 calaveras que se corren una juerga engañando a sus familias con un viaje ficticio. El argumento se revela como absurdo y descabellado con situaciones disparatadas, ilustradas con canciones y bailes folclóricos que se intercalan entre juegos toscos de palabras y situaciones y personajes supeditados al gag.
El film sólo se puede calificar positivamente por su valor como documento histórico fiel reflejo de una época. Una postguerra plena de calamidades, hambre y represión, en el que el cine popular de evasión era como un bálsamo para paliar el dolor y la tristeza de un tiempo de exilio e injusticias. Con unos actores como Alberto Romea y Antonio Vico, Mary Santpere que con su profesionalidad intentaban retomar una carrera artística interrumpida por el conflicto bélico finalizado 4 meses antes.
Leoncio, Gerundio, Crescencio y Venancio son cuatro amigos, cuatro juerguistas de cuidado, bien situados social y económicamente, que deciden pasárselo bien en un cortijo y para ello engañan a la gente diciendo que se han ido de viaje a las islas Columbretes, pero el barco se hunde y ellos tienen que simular un naufragio que les hace pasar muchos meses en una isla. Simpática, aunque pobretona, comedia que adapta un texto coescrito por el dramaturgo Pedro Muñoz Seca, fusilado en Socuéllamos.
Algunos momentos tienen su gracia y el elenco de actores es más que sólido per esta astracanada se ha quedado muy desfasada para los tiempos actuales y, aun juzgándola con benevolencia, no puede pasar de más allá de un 3. No es por la sucesión de secuencias incongruentes, como aguantar ocho meses con los trajes puestos, o llegar a China y triunfar en el mundo del espectáculo, no es por eso, es por el conjunto, la película es floja, muy floja.
Es verdad. España es diferente. Que el mismo año en que acabó la Guerra Civil, un grupo de cineastas fueran capaces de filmar esta película, dice mucho del carácter de los españoles. Se trata de una astracanada, subgénero teatral cómico en donde abundan las situaciones disparatadas, casi surrealistas. El principal autor que cultivó este subgénero fue Pedro Muñoz Seca, uno de los dos autores que firman la obra de teatro en la que se basa la película y cuya obra cumbre es la genial La venganza de Don Mendo . El hecho de que fuera este autor, fusilado en Paracuellos por el bando republicano, seguramente ayudó a llevar a término la filmación de esta curiosa obra, ya que se convirtió en un mártir para el bando ganador.
Como principal característica de la película destaca su peculiar sentido del humor, el cual aparece a lo largo de todo su metraje, en unos días donde no creo que estuvieran para tirar cohetes. Por eso digo que, en efecto, España es diferente. En el debe, se nota que es una obra filmada en precario, lo que deriva en la cutrez de algunas escenas.
En cuanto a los actores, hay de todo, destacando en la parte positiva la interpretación de Antonio Vico, que interpreta de forma muy divertida al secretario enamorado de la hija de uno de los cuatro robinsones.
Como curiosidad, comentar que al principio de la película, uno de los actores suelta una frase elogiosa sobre el triunfo en la Guerra Civil, que es evidente que no viene a cuento y que no aparece en la obra original, la cual es de 1919. Seguramente debió ser uno de los peajes que los autores tuvieron que pagar para no tener problemas en la filmación ni con la censura.
En fin, una interesante comedia española, bastante cutre pero entretenida, que no casa en absoluto con la época en la que se filmó.
1939, España acaba de salir de la Guerra Civil y a continuación el resto del globo entra en la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, en esa burbuja atemporal que es el cine, hay espacio para el género ligero y olvidarse de la locura de un mundo en llamas. En esta ocasión con una comedia, con su parte de musical, como no dado la época, que es la adaptación de una obra de teatro de 1917 escrita por Pedro Muñoz Seca, un señor que acabó siendo fusilado por los republicanos, esos amigos de la libertad y la democracia, y no lo digo como ironía, en las famosas matanza de Paracuellos. Se ve que era un cachondo porque se cuenta que antes de ser ejecutado le dijo a sus asesinos, a modo de una frase para la posteridad: Podréis quitarme la vida, pero no el miedo que estoy pasando .
Como se ve volvemos a la cruda realidad, que es lo contrario de lo que pretendía Muñoz Seca con sus astracanadas, un género tirando a surrealista que lo que pretendía era hacer reír con situaciones disparatadas. Así que Los cuatro robinsones , que en realidad, son seis o bien cuatro pero dos robinsonas más, la cantante y su ayudante interpretada por Mary Santpere, va por este rumbo, con una trama ingeniosa y absurda. Tiene como tres parte, antes del viaje a la isla, durante la estancia en la misma y una cola final que se reparte entre China y el regreso, en la que pierde un poco el hilo. Yo me quedo con la parte central, que es la más simpática. Y hablando de China, vaya momento para llegarse a ese país, con la guerra civil y la invasión japonesa de 1937. Vaya, otra vez la realidad.
Año de fin de la Guerra Civil Española, y supongo que hay que empezar a entretener a la gente después de años de guerra…
Esta película empieza muy bien (lo digo de forma irónica), comentado que ya se acabó la guerra, que hemos ganado y que España es una de las grandes naciones. Ole tú!!!! Patriotismo, está claro. Y con este pequeño comentario, pues la película no tuvo ningún problema para dar visto bueno. Ya que me extraña ver una pantorrilla demasiado sugerente…
Quitando esto, la película no vale mucho. Una comedia, que a día de hoy no hace gracia. No está actualizada como lo están las películas americanas del mismo año.
Lo que más me ha gustado es ver a una Mary Santpere tan jove e incluso resultona!! Muy delgada y alta como la recordamos. Como curiosidad, a mitad de rodaje se le informó la muerte de su padre. Se nota que no tiene mucho diálogo y es más que secundario, muy secundario.