Los chicos del maíz IV: La reunión
Sinopsis de la película
Una estudiante de medicina vuelve, una vez acabada su carrera, a su ciudad natal. Al poco de su llegada, se encuentra con una extrañísima situación: los jóvenes del lugar sufren una extraña fiebre. Conforme va averiguando más y más, se encuentra atrapada en algo inexplicable…
Detalles de la película
- Titulo Original: Children of the Corn IV: The Gathering aka
- Año: 1996
- Duración: 85
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Opinión de la crítica
Película
3.6
61 valoraciones en total
Cuarta entrega de la saga basada en el relato de Stephen King, que está dirigida en esta ocasión por el responsable de Angeles y Demonios 2 (1998), y está protagonizada por Naomi Watts (Funny Games, 2007), y Jamie Renée Smith (Un Pueblo Llamado Dantes Peak, 1996).
Una estudiante de medicina vuelve, una vez acabada su carrera, a su ciudad natal. Al poco de su llegada, se encuentra con una extrañísima situación: los jóvenes del lugar sufren una extraña fiebre. Conforme va averiguando más y más, se encuentra atrapada en algo inexplicable…
En esta cuarta entrega, consiguen romper gran parte de la mitología creada por el escritor en el relato, acercándose en algunos aspectos más a El Pueblo de los Malditos (John Carpenter, 1995), que a la obra original. Las actuaciones, como viene siendo costumbre en la saga, dejan bastante que desear, encontrándonos con una jovencísima Naomi Watts con el piloto automático, y algunas interpretaciones de secundarios que se acercan a lo sonrojante. En pro de la película, se ha de resaltar unos efectos prácticos curiosos en algunas escenas, y unas muertes con cierta sangre, que aportan algo nuevo a una saga que no debería haber durado tanto.
La cuarta entrega de Los Chicos del Maíz es una película floja en todos los aspectos, que no consigue inquietar, aunque en algún momento consigue causar cierta tensión, que se sabotea por un ritmo lleno de altibajos.
Nota personal: 4/10
Entrega número cuatro de Los chicos del maíz que da un giro al habitual desarrollo de las películas de la saga y se convierte en una película de terror más moderna , centrada en las víctimas totalmente y sin demasiado protagonismo para los niños cabrones.
Greg Spence debuta, como sus tres predecesores en la saga, tras las cámaras. El director es responsable también de parte del guion, que se da cuenta de que no da más de sí entre los campos de maíz y que se pone a rebuscar en el pasado para encontrar una explicación (otra más) a lo que sucede con los niños, que en esta ocasión son más parecidos a los de El pueblo de los malditos que a los críos anteriores de las adaptaciones del relato corto de Stephen King. La falta de un líder en pantalla para los niños se convierte en un punto en contra en la película, pero el cambio de género, ahora mucho más centrado en los sustos con fuertes subidas de volumen, deja bien claro que la intención de los responsables de la película era, precisamente, hacer algo diferente a lo visto hasta el momento en las tres primeras películas. Los sobresaltos, pese a ser bastante barriobajeros y previsibles, están bastante conseguidos y se apoyan en una muy correcta iluminación para cumplir con su cometido.
Naomi Watts como protagonista, sobran las palabras. Su primer papel como única protagonista en Estados Unidos dejó claro que la chica iba a convertirse en poco tiempo en una de las mejores actrices de su generación y en toda una especialista en el cine de terror. La pequeña Jamie Reneé Smith está bastante correcta, aunque parece tener vergüenza de estar frente a las cámaras, sobretodo en las escenas en las que tiene más protagonismo. William Windom cumple con creces en su corto papel y Brandon Kleyla consigue acojonar sin decir una sola palabra, solamente moviéndose en el sofá y apareciendo en el horizonte muy de vez en cuando.
Resumiendo, que es gerundio: Los chicos del maíz no es una saga de mucha calidad y tal vez por eso es bastante regular. Normalmente, llegada la cuarta película, las grandes sagas ya han caído en abismos inescalables, pero en este caso Greg Spence se sirve de su imaginación para los asesinatos (la muerte en el granero, la de la camilla y la de la amiga de la protagonista son Top 10 en la saga) para conseguir algo de atractivo que oculte las muchas deficiencias del film.
Por fin he terminado de ver esta saga de terror, quizás de las peores que haya podido ver aunque esta cuarta parte sea la mejor de todas.
Es curioso ver a la joven Naomi Watts en sus primeras película en Estados Unidos, sin duda aparecería en esta película como un trampolín a su carrera, como seguro que harían la mayoría de los actores que participan en sagas así, en el caso de Watts, la cosa le salió bien.
La cuarta parte quizás sea la mejor, incluso mejor que la primera, técnicamente es mejor al igual que la dirección, el desenlace es tonto pero la película se ve muy bien, reúne las características del cine de terror de los noventa.
El guión es muy absurdo y se aleja por completo de la idea origina,l por esa razón se buscan ideas tontas como niños con fiebres, cambian sus nombres o se les caen los dientes…una serie se sucesos que dan intriga a la película pero que solo hace que el guión sea más tonto.
Es la verdad que a estas alturas de la saga, nada importa, las anteriores habían sido tan malas que esta cuarta parte pasa desapercibida e incluso se ve la que mejor.
De las siete, la mejor.
Suele decirse que, tras la tempestad, llega la calma. Y si de algo se puede calificar al precedente de ésta, con un espectacular bicharraco en stop motion zampándose a los pandilleros, fue, como mínimo, de un extraordinario golpe de efecto al que sólo convenía responder retomando la senda abandonada: la de los maizales, el pueblo fantasmagórico, rednecks perturbados y supersticiosos. Lo que viene siendo el thriller sobrenatural rural de librillo con ramalazos ineludibles de acción, horror, tensión e imprescindible espíritu de survival personificándose, a ser posible, en el representativo rol de final girl con el que apechuga, dando sus primeros pasos hollywoodienses, una Naomi Watts que es respaldada por la veteranía (profesional, y prolíficamente en el género) de la muy desvencijada Karen Black (Easy Rider, Aeropuerto 75).
Brandon Kleyla se une a la lista de los antagonistas (reales o en forma espectral, en su caso) que portan el mensaje del que camina detrás de la hilera a los adolescentes trastornados. Hay que reconocerles, eso sí, el mérito de haber aprendido a permitir que los posea el mal sin dejar de vestir como niños poseídos al final del siglo XX.
Para tratarse del 4° capítulo de una saga terrorífica, Los Chicos del Maíz: La Reunión resulta tan sórdida, morbosa y fea como entretenida
Dirige el cotarro Greg Spence (Ángeles y Demonios 2), que, tímidamente, trata de asemejarse a la rúbrica alucinatoria, onírica y delirante que remite a las aportaciones fantaterroríficas de directores, ya por aquel entonces coronados, como Renny Harlin o Stephen Hopkins.
Mejor de lo que parece.
Le intentaron dar un giro de tuerca a la serie en esta cuarta parte. Dándole al elemento sobrenatural más protagonismo. Es una pena que la figura del niño predicador aquí este representada por una figura espectral de nombre Joshia pero que al ser eso, un espectro, no tiene líneas de diálogo. Lástima, porque esto era una de las cosas que mas me gustaban de estas películas. En cambio se potencia una atmósfera ténebre y oscura. Se agradece que los autores del film se tomarán el film en serio y no hiciesen una chorrada adolescente.
La dosis de gore es elevada quizá un poco menos que en la 3 pero no dejará insatisfecho al que busque sangre.
Otro punto a favor de la peli es tener a Naomi Watts como protagonista con 28 añitos. La verdad es que para estar en un film de serie B hace una actuación muy buena ya apuntando lo buena actriz en que se ha convertido en la actualidad.
Lo mejor: Naomi Watts y la escena de la camilla.
Lo peor: Falta el típico personaje líder de la secta del maíz que vaya reclutando adeptos.
La frase: Algo le pasa a mi hijo-. El padre de uno de los niños a un policía.