Locomía (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Locomía es historia de nuestro país, de nuestra música, de nuestra cultura popular. Han pasado más de tres décadas desde que surgiera un grupo que, con su música, sus coreografías, su estilismo y sus abanicos irrumpiera en un país que luchaba por progresar y abrirse al exterior.
Estreno en Movistar+ el 22 de junio.
Detalles de la película
- Titulo Original: Locomía
- Año: 2022
- Duración: 46
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Opinión de la crítica
Película
6.9
95 valoraciones en total
Qué maravilla de documental. La verdad es que con estos mimbres, con estos personajazos, era imposible no hacer algo bueno. La historia de Locomía es susto o muerte, guatemala o guatepeor, lo malo conocido y lo malo por conocer. Tenemos dos arquetipos de malos icónicos: el típico líder tiránico y ególatra que manipula a todo el mundo, y el hombre de negocios sin escrúpulos, el manager , el promotor . A partir de ahí, todo es un auténtico culebrón, como acertadamente apuntan los que han promovido ésto. Son tres capítulos que se ven del tirón, petados de humor involuntario, como cuando alguien dice que el tercer disco de Locomía era el más adulto y el más maduro de su discografía. Lo único que me sobran son las habituales contextualizaciones socio-políticas de que si la España del momento era muy cutre y muy poco moderna, sobre todo si tenemos en cuenta que la homosexualidad aún era delito en Israel, Nueva Zelanda o Gran Bretaña en los años ochenta (tampoco es que fuesen muy valientes los de Locomía, que bien que se lo tenían callado). Más allá de esas turras de supuestos especialista/es a lo Genplayz o Elisabeth Duval, el documental es 100% disfrutable.
*Ibiza y los inicios del grupo
El documental se divide en tres capítulos. El primero de ellos narra como la nació el concepto de Locomía como un grupo de personas cuyo núcleo era Javier Font que tenían como base Ibiza y sus fiestas. Esa pequeña familia se creó entorno a la moda y a la libertad de la que no podían disfrutar los homosexuales en España en aquella época. Fue allí en Ibiza donde conocieron a José Luis Gil, productor que vio en ellos la posibilidad de transgredir una imagen para formar una boyband.
*Locomía abandona las tribus urbanas para convertirse en una boyband
En el capítulo dos de este documental nos trasladamos a Madrid y al inicio de Locomía como fenómeno musical. El grupo sufrió varias bajas durante todos los años que duró llegando a ser una de ellas Luis Font, hermano del creador de Locomía justo antes de lanzar su primer LP. Abandonaron la idea original de crear una tribu urbana para crear un concepto más mainstream que tuvo éxito tanto en España como en Latinoamérica. No obstante, pronto los dos líderes del proyecto tendrían varios encontronazos.
Por un lado, Javier Font quería ser partícipe en el proyecto que él había creado y se sentía desplazado del proyecto, tanto que incluso llegó un momento que fue sustituido en la banda. Y, por otro lado, José Luis Gil, el productor que con duros contratos se hizo dueño de la banda y quería lanzarla al éxito aunque eso pudiese implicar reprimir a sus integrantes u obligarles a no vivir su sexualidad libremente.
La batalla entre Javier y Gil se relata en el tercer capítulo del documental y acabó derivando en que la banda original se fuese con otro productor mientras José Luis Gil formaba un nuevo Locomía cuyo uno de los integrantes era Luis Font. Esta lucha de egos acabó derivando en el fin de la carrera musical de Locomía.
*Conclusión
Más allá de ser interesante el documental por la historia de un grupo de jóvenes homosexuales que luchaban por poder vivir con una mayor libertad en una España que acababa de salir del franquismo y que, aunque se consideraba moderna, no estaba preparada para conceptos tan transgresores. También es interesante por las batallas de celos y los dos grandes egos que acabaron con un proyecto que fue muy exitoso.
Al terminar el documental nace la duda, ¿hasta dónde podría haber llegado Locomía si Javier y Gil hubiesen trabajado juntos y hubiesen dejado sus egos a un lado?
Escrito por Silvia Marqueta Salinas
Yo vi a la Locomía en el verano del 90, cuando era una adolescente, porque era lógico querer ver al grupo más radiado del momento, aunque no fuera mi estilo. Vale, reconozco que un par de ellos me parecían un bombón, y digo esto porque yo era parte de ese público femenino al que se dirigía el bombardeo de publicidad montado en torno al grupo. Hay que reconocer que, como operación de marketing, fue un bombazo. Ha resultado interesante conectar mi experiencia personal con todo lo que se cuenta aquí. No tenía ni idea de las guerras que había entre miembros, y entre estos y el manager. Y tampoco supe que eran gays hasta tiempo después. Sin embargo, como alguien comenta en el documental, los de su bando sabían leer las señales. Y por eso, un chico que se puso a mi lado mientras pillábamos mis amigas y yo el mejor lugar frente al escenario, nos empujó literalmente para ocupar ese sitio él, y no paró de hacer gestos de orgullo gay hacia los componentes del grupo, cosa que yo no entendía pero que me iluminó un poco acerca de la realidad de todo aquello.
Cualquiera que vivió esa época puede dar fe del nivel de fama que alcanzaron cuatro chicos que no cantaban de manera notable, con un par de canciones pegadizas, y cuyo mayor logro era usar abanicos y un vestuario con influencias niponas. Creí en su momento que se trataba de un producto prefabricado de una discográfica, como así era en parte, pero desconocía el inicio ibicenco de la historia. Eran chicos normales, por decirlo de alguna manera, a los que les pasó el éxito como una apisonadora por encima.
El documental se hace ameno y arranca algunas carcajadas, pues algunos momentos son surrealistas, y también hay mucho petardeo y pataletas propias de unos jóvenes con más ego que rodaje en la vida real, y con la ingenuidad suficiente como para no entender cómo funciona el negocio musical, o cualquier negocio que busque hacer dinero.
Desde mi humilde opinión, si Locomía hubiese sido un grupo abiertamente gay, aunque fuera a menor escala, su éxito habría sido más duradero, revolucionario y honesto. En cuanto a la serie, entretiene y hace reflexionar sobre varios aspectos, siendo el principal de ellos el precio de la fama que, tal como dice uno de ellos, conlleva la elección entre libertad y éxito.
Ameno documental de tres episodios que funciona perfectamente como ensayo de la intervención del aparato capitalista sobre la libertad del creador/artista, y también como radriografía de la España del Año del Descubrimiento, tanto a nivel económico como social. Además, nos regala dos personajes increíbles, con los que los doctorandos en Psicología y Sociología se lo van a pasar en grande, a saber, el gurú tóxico Font y el midas megalómano Gil, que mantienen un pulso fascinante durante muchas partes del documental.
No creo que desilusione aunque sí que es verdad que no es el típico documental musical serio rollo Amy. Es más bien un culebrón hijo de su tiempo, la España que quería ser moderna pero que estaba petada de chorizos que querían robar a dos manos cuanto más dinero público, mejor.
Ha sido toco un xoc ver estos relatos, por la transparencia y sinceridad (creo) que manifiestan los que son entrevistados.
Está claro que Xavi Font y José Luis Font, son los pesos pesados de esta historia. Pero yo, amante de la música, que tengo un par de temas de ellos, pensé que se disolvió porque un boyband de estas características, pues no tendrían mucho más que ofrecer, pero… la realidad es otra, y en este serie-documental, se ven las entrañas.
Que seguro que hay mucho más que no se muestra, pero creo que hay bastante sinceridad y emociones. Y que, aunque se ven diferentes puntos de vista, puedes entender a cada uno de ellos. Esto es lo más interesante.
Un gran documental, que aunque no sea propiamente dicho documental, sí que muestra realmente todo lo que paso y como pasó y porque pasó. Que es lo interesante de los documentales.
Y encima lo van englobando al contexto histórico social-político, que lo hace aún más interesante todo y más entendedor.