La verdadera historia de Barman y Droguin
Sinopsis de la película
Bruno es el dueño de un bar llamado La Baticueva y Ricardo es un inventor alcohólico. Ambos están obsesionados con las enseñanzas de El Ejecutor , un personaje de ficción. Deciden unirse para luchar contra el mal basándose en los populares personajes de comic.
Detalles de la película
- Titulo Original: La verdadera historia de Barman y Droguin
- Año: 1991
- Duración: 90
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México es un repositorio de cine raro y tronado sin igual, lo mismo sólo puede toserle Turquía en la disciplina de acumular celuloide de frenopático. Entre la saga de los René Cardona, las producciones de Buñuel y Jodorowsky en sus etapas mejicanas y las esenciales películas de Santo y Blue Demon es difícil que al espectador ducho en el parque fílmico del país de los narcocorridos alguien le salga con mandangas sobre que si ha de suspender la incredulidad: va apagada de serie cuando no curada de espanto. El Batman mejicano es un compendio de todas las virtudes y defectos del cine de allí. Producida en una época en la que el videocine
-videohome que dicen ellos- permitía perpetrar a cualquiera lo primero que se le ocurriese y filmarlo, y en cierta medida muy similar en la forma a la etapa difícil de Don Mariano Ozores -precisamente también su etapa de films en vídeo-, Barman y Droguin mejora con mucho las ahora risibles películas de Tim Burton y entendemos que no hace falta decir qué le come a cada uno de los sidazos del Nolan, porque no es plan que en la ficha de una
película consagrada al humor blanco -en la línea del gran maestro mejicano Cantinflas, que nunca olvidemos que sin él y su modo de expresarse no habría existido Chiquito de la Calzada- soltemos un todo lo gordo condensado en una única palabra.
De hecho, tal es el nivel profético de esta gansada que recientes aproximaciones al mundo de los superhéroes desde nuevas perspectivas como son Kick-Ass -el comic de Millar más que la película- y el Super del titanazo de James Gunn presentan varios puntos en común con esta mamarrachada maravillosa: el poso chungo ahí queda, no en vano Droguin es un alcohólico cleptómano, y la forma en la que Barman decide tomarse la justicia a hostias de cuchufleta sigue un recorrido idéntico a la del chavalote de Kick-Ass. Empero, La verdadera historia de Barman y Droguin es mucho más que un mero asistir a hora y media demencial . Que Barman lleve el murciélago de Bacardi por uniforme -así tal cual, rollo camiseta de las que regalan en disco pufs- es algo que compite en genialidad con los títulos de crédito iniciales, un proto paint que para nada anticipa lo que está aún por verse. La manera de incluir espectaculares tiroteos y persecuciones cuando no se dispone de presupuesto
para filmarlos se solventa con gran ingenio, pues se hace metiendo a la pareja de paisano en un cine en
varias ocasiones y comentando estos -notoriamente ebrios- la película que ven allí dentro mientras se muestra a pantalla completa conforme llegan las tomas de acción, y no se callan los hijos de puta, siguen diciendo anormalidades desde su butaca hasta que por acumulación pues el espectador llega y se ríe también con lo que van comentando, quizá es el primer Trash Entre Amigos de la historia. Las onomatopeyas de la serie sesentera ahora se adaptan al argot de México, soltando estos moles y secos que se sobreimpresionan a la manera de los de la serie camp sobre cada uno de los fotogramas que muestran un buchantón mal dado y peor encajado.
Y en un último giro de genialidad, en el clímax de la película y en medio de una cero espectacular balasera
con el dúo dinámico en situación complicada, estos -en realidad borrachos enardecidos por el tequila y exclusivamente eso, ni superhéroes ni siquiera gente sensata que evita los problemas- ven irrumpir a El
Ejecutor en escena, que no es otro que el personaje de ficción que veían una y otra vez en los cines.
Años antes de El Último Gran Héroe, ojo. Cine beodo de altísima graduación.