La última cima
Sinopsis de la película
Pablo Domínguez, sacerdote, sabía que iba a morir joven y deseaba hacerlo en la montaña. Entregó su vida a Dios… y Dios aceptó la oferta. Ahora dicen que está vivo. Pablo era conocido y querido por un número incalculable de personas, que han dejado constancia de ello después de su muerte.
Detalles de la película
- Titulo Original: La última cima
- Año: 2010
- Duración: 82
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Opinión de la crítica
Película
6.7
99 valoraciones en total
Este documental, más que teológico es todo un ejemplo de apologética del clericalismo concretizada en la persona de un cura o presbítero. Expreso esta opinión como teólogo de la Iglesia Católica (Universidad de Salamanca, de la misma promoción que el doctor Daniel Stollenwerk). Porque hay gran diferencia entre clerigología y teología. O sea, no es igual ser clerigólogo que ser teólogo. El protagonista Pablo Domínguez y el director del documental, Juan Manuel Cotelo, se muestran a todas luces mucho más clerigólogos que teólogos. Así pues, no les importará que yo por mi parte les presente sólo dos indicios de teología frente al enorme rebosamiento clericalista del filme.
1º) Los clerigólogos , suelen pensar que son los clérigos y sus rituales los que constituyen la religión, pero están muy equivocados ya que ellos no monopolizan la acción de Dios en el mundo. Un ejemplo de dicho pensar luce repetidamente en el filme, donde para los clericalistas y clerigólogos católicos el no va más de lo religioso es hacer el ritual de la misa, tanto es así que lo consideran el centro de la vida cristiana, de ahí que aparezca un tal Jesús, obispo en la diócesis de Oviedo, y diga: Hay que ser montañero y también sacerdote para poder entender esta especie de locura de llegar a hacer una cumbre, un tres mil en el Pirineo y desde ese horizonte, desde esa atalaya privilegiada dar gracias a Dios como mejor se puede dar gracias, que es con la acción de gracias del Señor, con la Santa Misa, y en la misma línea están las palabras de la monja admiradora del protagonista, cuando según ella, citando al propio Pablo Domínguez, comulgar es lo más parecido al cielo, es un anticipo del cielo.
Me pregunto, ¿en qué texto evangélico o tradición del cristianismo primitivo se inspirarán estos clerigólogos cuando ponen el acto de un sacerdote realizando misa como lo más teológico o celestial conocido? Quizás en algún texto imaginario e inexistente sobre la última cena de Jesús con sus discípulos, donde se pudiera decir algo como: Realizar esto, el memorial o anamnesis, en recuerdo mío, cada día del resto de vuestras vidas y siempre, siempre, siempre, con la presencia imprescindible de un presbítero, porque si no es así no vale.
2º) Muchas de las cosas que se alaban, potencian y repiten hasta la saciedad dentro de los órdenes o marcos religiosos, por ejemplo el ritual de la anamnesis dentro del cristianismo-catolicismo, son prácticas culturales que ha sido sometidas a tremendas manipulaciones y retoques coyunturales a lo largo de la historia, de modo que tanta afición a las misas como se refiere que tenía el cura protagonista del documental, resulta un empacho clerigológico producto de una forma muy refinada de ejercer el poder por parte de los presbíteros cristianos durante siglos.
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-Eso fue precisamente lo que sentí al finalizar la película, que me habían hecho, que nos habían hecho, un regalo. Tanto para un creyente como para el que no lo es, contemplar la vida de un sacerdote como Pablo nos enseña y nos invita a creer en el Amor, en un Amor que nos hace pensar más en el prójimo que en nosotros mismos y que siguiendo este camino, conseguiremos ser felices aquí, en esta vida, y alcanzar así la VIDA con mayúsculas.
-El director, Juan Manuel Cotelo, recogiendo testimonios de personas que vivieron y compartieron su tiempo con Pablo nos lleva de la mano de principio a fin por la vida de un buen cura .
-Es de agradecer salir de una sala de cine,en los tiempos que corren, con el ánimo renovado y con ganas simplemente de ser un poco más feliz, y todo gracias, como dije antes a un buen cura .
Pude sentir emoción, belleza, bondad y verdad. Pude comprender que la vida de Pablo Domínguez es, a día de hoy, el ideal al que aspira cualquier cura joven o seminarista. Pude percibir la grandeza de la Religión que tenemos a mano, con una parroquia a la vuelta de cualquier esquina. Me sorprendió este producto de cine espontáneo, fresco y vivo que arrasa todos los tópicos de intolerancia, obsolescencia y acartonamiento que nos aleja de la Iglesia. Si dispones de una mente abierta y libre de prejuicios, disponte a comprender qué se cuecen los católicos del siglo XXI: una felicidad coherente desde el principio al fin.
Pues eso, quizá por el genero documental no sea para todo el mundo, pero su temática toca el corazón. El amor ¿a dónde llega?… esto es, una canción al amor. Y además historia real. De las que tocan, de las que llegan, de las que dan esperanza, de las que hacen brotar la lágrima pero no ñoña.
Dulce:
Porque es valiente, diferente, atípica, políticamente muy incorrecta y muy agradable de ver para los creyentes, visto cómo están las carteleras al respecto… Dulce, porque el director, con poco presupuesto, nos muestra muy sencillamente, cómo es la vida de un sacerdote muy de Dios. Dulce, porque don Pablo hizo de su sacerdocio su vida y vivió su vocación con la alegría y la dedicación que solo da la intensa vida interior y de oración. Dulce, porque supo ver a Dios en su creación y supo amar a Dios a través del amor al prójimo. Dulce porque don Pablo fue esperanza para el desesperanzado, consuelo para el desconsolado, compañía para el solitario y agua fresca para el sediento. Dulce porque hizo del sacramento del Perdón y de la Eucaristía, el centro de su vida. Dulce, porque el testimonio de todos aquellos que le conocían, familiares, amigos, feligreses y otros sacerdotes, es muy reconfortante y sincero. Y muy dulces también esas miradas límpias que denotan estar en Gracia.
Agria:
Porque cinematográficamente creo que es mejorable. Porque deja preguntas o afirmaciones de los entrevistados sin resolver o sin desmentir. Porque parece que don Pablo es la excepción, cuando hay muchos otros, muy pero que muy similares a él. Porque para un increyente o crítico a la Iglesia y a los curas, se le presenta don Pablo como la excepción que confirma la regla: la Iglesia se aprovecha de los fieles, acumulan riquezas mientras los pobres están ahí, los curas viven muy bien y no son nada cercanos al resto de mortales ni son alegres. Pienso que ya puestos, se podían haber contestado o desmentido ciertas acusaciones vertidas por algunos entrevistados. Además hablan del sacerdocio como una profesión cuando es una vocación.
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Yo, convertida hace pocos años, fui con una amiga atea y mientras que yo salí tan contenta, emocionada y con energías renovadas para seguir pidiendo por las vocaciones, los sacerdotes y su santidad, ella casi se duerme. Le pareció reiterativa, innecesaria, aburrida, sesgada y nada convincente.
No pasa nada. Nosotros a sembrar, otros recogerán los frutos.
Sí recordé el Evangelio de hoy:
-«Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla . Me alegro haber pasado de un grupo al otro.
Lo que más me emocionó fue (ver spoiler) por su visión sobrenatural. Y las maravillosas imágenes de la montaña.
Interesante. Recomendable para los sal de la tierra y recomendable para los amigos incrédulos, y moscas-cojoneras, aún sabiendo que no servirá de mucho, al menos a corto plazo.
Mi felicitación al director por ir por el mundo como cordero en medio de lobos.