La piel fría
Sinopsis de la película
En una isla perdida en medio del océano, dos hombres se defienden, noche tras noche, resguardados en un faro, del asedio de unas extrañas criaturas marinas. Sometidos a la extrema tensión, sin entender las razones del ataque, tendrán que replantearse cómo enfrentarse a lo desconocido. Adaptación de la exitosa obra de Albert Sánchez Piñol.
Detalles de la película
- Titulo Original: Cold Skin
- Año: 2017
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
5.3
100 valoraciones en total
Puede ser que no hubiera necesidad de convertir esta historia en un relato reflexivo y alegórico, más interesado en las emociones que crea que en la acción que está sucediendo.
Un faro asediado por criaturas y dos hombres atrapados podría ser un gran relato de supervivencia, sin nada más que añadir al conjunto que no fuera tensión o inmediatez.
Y pese a todo, La Piel Fría elige la vía contraria.
Abre su situación hablando de amor y odio, y elige un lugar entre medias. Se queda con el recién llegado Friend, y se toma tiempo para entender sus anhelos y renuncias, sus miedos e inquietudes.
Convierte la isla en la que sucede en un estado aséptico, casi alucinógeno, perpetuamente misterioso, y planta el faro como única autoridad moral en el horizonte, trayendo luz artificial a lo que no deja de ser una roca en medio de ninguna parte.
En esta isla hay más de lo que se ve a simple vista.
Más habitantes y más conflictos, pero también más furia de la que deja adivinar el calmado mar que se estrella en sus costas.
Friend llega a ella siendo nadie, huyendo de un mundo que se prepara para alzarse a palos entre hermanos (esa Gran Guerra que se hace notar en periódicos desfasados), y ansiando calma se topa conque no es la luz del faro lo que dibuja formas que se mueven entre las rocas.
Las noches se hacen largas y los días cortos, y de lo que no nos hemos dado cuenta es que el faro que lleva el otro habitante de la isla, Gruner, no es sólo un edificio: es una fortaleza.
Desde el momento en que Friend asume que va a tener que plantar resistencia, se dibuja un universo muy particular: ni él ni Gruner se han planteado abandonar.
Luchan cada noche, sobreviven enjambres de resbaladizas criaturas y se reponen durante el día porque parece lo que deben hacer, no queda espacio para mucho más, Darwin se ha equivocado y al hombre le da igual mientras tenga un sitio que habitar.
La bondadosa presencia de otra criatura hembra, hermana de quienes les atacan de noche, no parece dar espacio a contemplar lo extraordinario: Aneris se cubre y oculta como una alimaña cualquiera, curiosa rareza para Friend y desgastada esclava sexual de Gruner por su forma femenina.
El furor de la noche y la espera de otro ataque dejan los hermosos atardeceres como escenarios de fondo, que nadie podría apreciar.
Pero hay belleza en esa criatura de branquias azules y piel fría, que vemos en su magnífico esplendor cuando nada en el océano. Hay nobleza en esa criatura que deja en ofrenda secretos de las profundidades, aunque nadie le haya pedido hacerlo. La hay en la misma medida que relucen la crueldad y el egoísmo en los actos de un hombre como Gruner, que necesita marcar una fuente natural para dejar claro eso es mío .
Entre silencios y pensamientos, somos capaces de sentir el cambio que se produce en Friend, el sutil punto de inflexión que aleja el salvaje que todos llevamos dentro para dejar paso al ser humano que, libros y evolución intentan recordarnos, seguimos siendo.
En esa isla de roca oscura, que se pinta el lugar más olvidado de la Tierra, dos hombres viven un milagro de la naturaleza, en tiempos de guerra.
Y su primer impulso es rajarlo, follarlo, humillarlo, descuartizarlo, temerlo y despreciarlo, sin ninguno de ellos haber vivido la agitación de una Europa al borde de la violencia, sin tener excusa para un comportamiento que puedan llevar de casa .
No quedan intenciones de compartir, de comunicar, quizá de admirar. La obsesión lo devora todo, el odio se encarga de borrar todo lo demás.
Lo peor, quizá, es que ni siquiera Friend se ha planteado si hay algo más.
Él que tantos libros había leído, él que tanta medición aplica a los fenómenos naturales, su primer impulso ha sido luchar, a la desesperada, contra aquellos seres que no ha querido comprender.
Porque sangran, sienten y temen como él, aunque quizás lo imposible de aceptar es que tengan manos, aletas y pies. Parece que, se puede pensar, no concebimos el cuerpo humano como algo especial, y si viene privado de habla o razón sólo se puede golpear o fornicar: dos acciones que son esencia de la interacción humana, solo que para los de piel fría van privadas de cualquier atisbo de humanidad.
Da qué pensar que, de todas las características de nuestra evolución, la que sobresale es que necesitamos alguien a quien odiar.
¿Quién tiene la piel fría, al final?
Probablemente, nadie que viva en la orilla te sabrá contestar.
Xavier Gens ha logrado filmar una película verdaderamente fría tanto en su guión como en ese duende que se escapa en todas las escenas, pero que pervive por las fantásticas localizaciones en las que entierra cada plano de David Oakes como en su caracterización de los distintos personajes.
Y es que a pesar de que la novela es una de las más aclamadas de la literatura española de la última década, con varios premios en su haber siendo todo un betseller con razón ya que el libro goza de una intesidad arrolladora e innegable, la película se ha constituido en una película para una minoría culta, de ese público que goza en disfrutar las sensaciones interiores, la lenta capacidad de adaptación de los personajes derivada de un desarrollo interno que deviene de sus distintos estados mentales y físicos a causa de los acontecimientos enterradas bajo una tonelada de acción que transcurre entre tiros, seres extraños de piel azul corriendo, el faro invadido y la oscuridad nocturna.
Tal vez ese ha sido el gran error, colocar tanta acción en tan breve tiempo y dejar que las sensaciones que es lo verdaderamente importante aquí se amolden a ella, en vez de la acción al sentimiento. El deseo, la posesión, el odio, la incomprensión y la indefensión del ser humano ante la amenaza de lo extraño, que está representado por los hombres pez, es demasiado ignorado en manera que ya veréis. Da la sensación de que Gens duda acerca de mostrar los sentimientos más psicológicamente animales del hombre que el libro sí que recoge pero que la película trata de suavizar y hasta de tapar. David Oakes ha sido la mejor opción ya que su forma de trabajar y su perfil admite particularmente personajes malvados o atormentados que de héroe. Él es más complejo que todo eso, es el típico actor no encasillado pero capaz de desarrollar un tipo de psique amenazante, inocente, perdida. Hay pocos actores jóvenes con ese potencial.
Básicamente le he visto desganado y muy desaprovechado en esta película, pero al mismo tiempo convence. La piel fría admite todo tipo de sentimientos, no es una mala película, es una película de aventuras más que dramática, los tiempos no han coincidido. Personalmente me esperaba más pero me ha gustado la dinámica entre Oakes y Aura Garrido, en ese devenir entre amistad y respeto.
Ray Stevenson aporta una sobreactuación que sobraba y que es lo que hace que partes en las que él aparece sean realmente insoportables por momentos.
La piel fría o como digerir una repetición de repeticiones en el microcosmos de una isla, con tres únicos personajes que se repiten una y otra vez.
Sintiéndolo enormemente no hay forma humana ni anfibia de tragarse esto , gracias a que la he visto en el cine he conseguido aguantar hasta el final.
Lenta, a ratos desasosegante e incluso bizarra y escabrosa, no sabe aprovechar premisas interesantes seguramente por mantenerse demasiado fiel al libro que adapta.
Pasa por encima de los temas que debería haber explotado y no acaba de saber hasta donde esta dispuesta a llegar para ganarnos para la causa, La locura y la soledad ( no profundiza ) . El terror ( no lo hay ) El morbo de la relación entre especies y de la sumisión degradante ( pasa de puntillas ).
Sin embargo borda de tal forma el bucle interminable del día tras día en la isla , la repetición de sucesos y comportamientos, que cuando apenas hemos consumido la mitad del metraje estamos deseando que los carasapos acaben de una vez por todas con los protagonistas y no queremos que lo hagan rápido sino que lo hagan lentamente para aprovechar nuestra entrada de cine viéndolos sufrir .
Gracias a la distribuidora Diamond Films pude asistir, en la Academia de Cine de la Calle Zurbano en Madrid, a un pase de prensa a una de las películas que compite en estos momentos en Sitges: la película fantástica española La piel fría, adaptación de la novela de Albert Sánchez Piñol dirigida por Xavier Gens. Cine de género no tan común en nuestro país dirigido por un francés y producido con apreciables medios, grabada en inglés y filmada por un equipo técnico español. Una película cuya sugerente premisa y cuidado acabado visual invitaban al optimismo, así como unas primeras impresiones optimistas. Por los que todo amante de género esperábamos el estreno del filme con interés, y el inesperado pase fue recibido con inusitada emoción. Acudí a la sala con alegría, dispuesto a sumergirme de pleno en la diégesis. Y sin duda disfruté de una película hermosa y muy noble. Una película con logros técnicos claros y, en suma, con la capacidad de narrar con convicción. Pero también una oportunidad perdida, en tanto producto falto de chispa del que siempre deseé algo más. Los elementos cautivadores están ahí, pero no se ahonda con la profundidad en ninguno de ellos. Si bien no estamos acostumbrados a películas como esta en España, el cine de género puede ofrecernos muchas películas muy similares a esta y mejor resueltas. Una película muy disfrutable y llevadera, pero poco excepcional.
Lastima. Lo siento, desconozco la novela, que seguro es fantástica, por lo que opinaré al respecto de lo visto, y creo es evidente que no llega a convencer ¿por qué?, bueno, la misma pregunta te da la respuesta.
No se llega a explicar ciertos acontecimientos ¿qué quieren exactamente esos extraños seres? ¿por qué el personaje azul se mantiene con el humano que la maltrata? ¿dónde está la moraleja del final? y muchas mas dudas y preguntas…, de nada me vale la más que interesante atmósfera y la excelente presentación técnica, ambos conceptos estupendamente logrados que nos trasladan a las aventuras de las novelas de Julio Verne, y ahí se queda todo, la narración nos lleva a un bucle de mismas situaciones y misma resolución a partir y después de la primera media hora que nos dejaba unos atisbos inquietantes y una manufactura de alta calidad, pero, lamentablemente, no se encuentra ese aura de filosofía, ni siquiera el termino aventura acaba de encajar, lo que nos situa ante una historia parcheada y sin chispa que te deja el alma bastante fría, mas fría que el propio titulo.
En definitiva, un título aburrido, con una premisa interesante (y tiene delito), un producto tan correcto en su forma, como desaliñado en su esencia, imposible convencer cuando su mensaje es dejarte lleno de dudas.
Saludos