La mansión del terror (Gárgolas) (TV)
Tras ser informados de un extraño descubrimiento, un antropólogo y su hija viajan hasta un lugar del desierto de Arizona. Una vez allí, se verán sitiados por una colonia de Gárgolas, que viven ocultas en las cavernas de la región.
Curioso telefilm de corte fantástico, que a pesar de sus más que evidentes carencias presupuestarias, no deja un regusto amargo, al contrario, es una película de sobremesa más que agradable de ver, y con cierto trasfondo ecologista.
Las Gárgolas a las que alude el título, (uno de ellos… el otro es La mansión del terror), no dejan de ser si lo pensamos bien, una especie amenazada, o tribu amenazada, según se mire….de esas que a lo largo de nuestra historia hemos hecho desaparecer porque no nos convenía para nuestros intereses, generalmente económicos.
Así que esta película, e insisto, a pesar de sus carencias, no está mal, ni la historia ni el guion, y a pesar de estar lejos de producir terror, por lo menos nos deja una especie de semidrama ecológico, realmente curioso la verdad.
Gran culpa de salvar los muebles la tiene su director, Bill L. Norton, (Baby, el secreto de una leyenda perdida, 1985), en uno de sus primeros trabajos para la Tv a la que ha dedicado gran parte de su carrera. La película tiene un plantel más que digno aunque unas sean estrellas emergentes y otras ya en el final de sus carreras. En el último grupo tenemos a todo un Cornel Wilde (La presa desnuda, 1965) y a Grayson Hall, (La noche de la iguana, 1964. Y en el emergente, a un joven Scott Glenn, (Llamaradas, 1991), Bernie Casey, (La brigada de Sharky, 1981) y la hoy en día productora ejecutiva de la serie American Horror Story, Jennifer Salt.
A pesar de los gomosos disfraces de gárgola, y alguna escena rocambolesca, la película merece la pena. No es un horror. A los aficionados de los telefilms setenteros seguramente les sorprenderá.