La legión de los hombres sin alma
Sinopsis de la película
Una pareja de enamorados viaja a Haití invitada por un misterioso hombre que sólo pretende conseguir a la chica. Para alcanzar su objetivo no duda en pedir ayuda a un siniestro personaje, llamado Legendre, que convierte a las personas en zombis.
Detalles de la película
- Titulo Original: White Zombie
- Año: 1932
- Duración: 67
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Opinión de la crítica
Película
6.3
73 valoraciones en total
Un interesante y curioso comienzo del género zombie, y aunque en esta cinta no se brinde de fondo una explicación concreta del fenómeno de los muertos vivientes, al menos se ofrece una propuesta singular cargada de maldad, de temática sobrenatural, de amor obsesivo, de pasión que va más allá de muerte.
El filme está muy bien conseguido desde los escenarios, desde la sugerente ambientación, desde la decoración de sets de filmación.
La atmósfera es lúgubre y siniestra, donde tanto los paisajes isleños como algunos interiores de una mansión constituyen un ingrediente más para que la cinta sea inquietante y tenebrosa desde lo visual.
También la presentación personal desde las apariencias de los actores es otro aspecto a resaltar. No cabe duda de que hay sobreactuaciones y que existen muchas situaciones donde inclusive son irrisoriamente aparatosas las interpretaciones, pero también hay que reconocer que el elenco -sobre todo Lugosi- tiene un carisma especial para cintas de terror.
Eso sí, uno termina riéndose de ver a Lugosi interpretar a un personaje tan parecido desde el aspecto exterior a Drácula. Bien difícil es creerse que aquí da vida a un individuo que domina con la mente a muertos vivos.
En fin, una excéntrica cinta de zombies, que sienta precedentes, y que aunque sea naif y tosca desde su narración y desde sus actuaciones, al menos es una hipnótica y extraviada opción que no aburre y que está muy bien arreglada desde el aspecto visual.
Palabras claves: doctor loco, zombi, escenarios agrestes, amor obsesivo, vodoo
Pues sí, con esta cinta de Victor Halperin se inició un género(cine zombie), que en la actualidad aglutina a un ingente número de seguidores, de esto hace ya casi 80 años y a partir de ese momento cientos y cientos de películas engordan las filas del género.
La película nos presenta al clásico zombie vudú, es decir, aquél muerto viviente resucitado mediante la magia negra haitiana, zombie este, que será el habitual en las películas del género hasta la revolución que supondría en 1968 La noche de los muertos vivientes de Romero.
Halperin consiguió crear una atmósfera inquietante gracias a los paisajes escogidos y los planos feistas de los zombis, y sobre todo por la interpretación del gran Lugosi que encarna al mítico personaje de Legendre de forma magistral con su mirada hipnótica, que ya usara en su papel de Drácula.
En definitiva, pese a no ser la mejor película de este tipo de cine, se trata de un buen inicio para un género que trás el paso de los años ha ido evolucionando de forma increible.
Los hermanos Halperin, Victor en la dirección y Edward en la producción, llevan a cabo esta película de terror de bajo presupuesto titulada White Zombie y que en español es conocida con el nombre de La legión de los hombres sin alma que casi parece un western.
Estamos ante los comienzos del cine sonoro y eso se nota bastante en esta entrega ya que tenemos largos silencios, exceso de maquillaje y sobreactuaciones, en realidad podemos hablar perfectamente de cine mudo sonorizado.
El gran gancho de la película es Bela Lugosi que recrea a medida que avanza el metraje el mismo mundo de Drácula , es decir castillos, trajes, peinado, planos y damas en apuros, pero todo ello sin tanta gracia que es lo peor. Lo increíble es que Lugosi es su segunda película ya se parodiaba a sí mismo en tan sólo tres días de rodaje en los que estuvo.
A pesar de ser considerada como la primera película de zombis hay que decir que es un tanto batiburrillo ya que va pasando poco a poco de los zombis para adentrarse en un intento del expresionismo alemán tipo Gabinate del Doctor Caligari que en Estados unidos siempre fascinó pero que nunca se pudo igualar dicha factura.
Hoy convertida en película de culto por los hooligans del cine fantástico no deja de ser una curiosa y en ocasiones entretenida película de semiterror que ha quedado como pieza de coleccionista pero tampoco da para mucho más.
Por cierto hay música de Xavier Cugat en la primera parte del film donde lo caribeño abunda sobre lo gótico.
Impactante película, no por su brillante guión o gran narrativa, sino por su temática. Estamos ante la que es quizás la primera película de la historia que trata el tema zombi, y lo que es aun más sorprendente, no lo hace desde una perspectiva fantástica, sino que aborda el asunto de una forma realista y científica.
Excluimos entonces al mítico zombi del cine de terror, (ese cadáver reanimado que vuelve a la vida para devorar seres humanos) y nos centramos en el zombi real (persona aparentemente muerta mediante ritos de vudú o sustancias somníferas que más tarde es despertada por un brujo, la persona zombificada, carece de voluntad propia y obedecerá mecánicamente las órdenes de quien le despertó). Hoy en día, el tema de la zombificación está bastante generalizado y la mayoría de la gente conoce perfectamente la diferencia entre la realidad y la fantasía en lo que a zombis se refiere, pero en los años 30, todo lo relacionado con cuestiones esotéricas estaba mucho más oculto y eran pocas las personas que tenían información fiable sobre ello, por lo que la superstición y creencia en lo sobrenatural era mucho mayor. Es por ello que me parece increíble que una película de este tipo, que trata un tema tan escabroso sin tapujos y de forma tan realista, pueda ser de 1932.
En cuanto a la realización del film, diré que consigue mantener al espectador sentado frente a la pantalla, gracias a la intensidad del tema que trata y a pesar de que el ritmo narrativo pueda a veces resultar algo lento. Lograda ambientación, con tenebrosos decorados y acertada iluminación que introducen al espectador en un mundo oscuro y peligroso, con zombis acechando entre la maleza de las selvas de Haití. En cuanto a las interpretaciones, el único atractivo es ver a Bela Lugosi, siempre grandilocuente y sobreactuado, dando la impresión de estar representando nuevamente a Drácula más que a un brujo bokor. El resto, tanto la pareja protagonista, como los secundarios, son totalmente olvidables e insípidos. Tal vez, los únicos secundarios que hacen un buen papel, son el grupo de zombis deambulando por la isla, ¡realmente inquietantes!
Recomendada a los amantes del terror clásico, de Bela Lugosi, y del fenómeno zombi.
LO MEJOR
– La temática zombi desde una perspectiva realista y científica, tal y como sucede en Haiti.
– La ambientación.
LO PEOR
– Guión flojo. La historia de los protagonistas es poco creíble y sin gancho.
– Ritmo narrativo algo lento.
Los principales atributos de ésta película son estéticos y temáticos. Destacable por su influencia posterior, los magníficos escenarios e iluminación, tomando referentes del expresionismo alemán (esta obra, mostrando todavía remanentes del cine silente), nos adentran en el horror vivido por Neil y su esposa. Miedo a los extranjeros, miedo a lo esotérico y oculto. La llamada primera película de zombies , es sin embargo una introducción a la temática de la magia vudú, que tendría sus sucesores en filmes como I walked with a zombie , Revenge of the zombies y la más cercana The serpent and the rainbow (género no tan explotado), otorgando una fuerte influencia (detonando con Night of the living dead ) a lo que sería la estética y el formato del posterior cine zombie, en White zombie encontramos ya, personajes acorralados por zombies, balas que no hacen daño, y la clásica y horrorosa figura de los zombies en multitud. Siendo una de las primeras películas de horror de Béla Lugosi, obviando su gran actuación en Dracula , la interpretación en White zombie tiene por sí sola, el calibre para convertirse en un ícono del género (los ojos en close up). Sin White zombie no hay Carnival of souls , sin ésta no hay Night of the living dead y sin el experimento de George Romero, el cine de horror (y la cultura pop) no sería como es hoy en día.