La gran estafa
Sinopsis de la película
Un ladrón, con la colaboración de su mujer y de un amigo, roba un banco sin saber que la Mafia guarda allí su dinero. A partir de ese momento, el infeliz criminal deberá huir de los gángsters al mismo tiempo que trata de esquivar a la policía.
Detalles de la película
- Titulo Original: Charley Varrick
- Año: 1973
- Duración: 111
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Opinión de la crítica
Película
7
63 valoraciones en total
Pues como gran aficionado a Donald Siegel en particular y al cine negro de acción de los 70s en general (vestuario, look, la música de Lalo Schifrin…) , vi recientemente Charley Varrick y ciertamente me dejo K.O. Muy poco conocida, pero en efecto es tremenda, el guión es un prodigio por su sencillez y su contundencia, es seca y austera pero vibrante y perfectamente resuelta, puro estilo Siegel ( Código del Hampa o Brigada Homicida , por ejemplo).
Otra película más de robos y acción del maestro del género Don Siegel. Sin ser una de sus mejores películas si posee esos gestos característicos que poseía su cine y su narración: comienzo fulgurante, tensión narrativa continuada acompañada por una gran banda sonora del genio Lalo Schifrin, gran argumento y buen desarrollo del mismo no faltan a su cita puntual con el director.
Como único pero, pero quizás más a nivel personal que cinematográfico, la presencia en el papel protagonista de Walter Matthau. Y no porque su interpretación no esté a la altura, que lo está y mucho, sino porque pienso que el papel no le acompaña nada o muy poco. En ningún momento consigue transmitir la dureza propia de este tipo de personaje, y la faceta fría y calculadora que exhibe sabe a poco en comparación a lo que podía haber sido. A mi cabeza me vienen varios nombres de actores a los que les hubiera venido el papel como anillo al dedo. Seguro que a ti también. Por lo demás película bastante recomendable. Siempre es bueno volver al mejor cine de los setenta y si es de la mano del gran Don Siegel mejor que mejor.
Cine narrativo por excelencia, de ese que no gana premios ni marca tendencias, pero que embarca al espectador en una vivencia emocional de dos horas sin exigirle mayor esfuerzo intelectual que la mera contemplación de una sucesión de secuencias perfectamente encadenadas en el tiempo y en el espacio, con unos personajes transparentes, claramente definidos, cuyas motivaciones y pasado no precisan de analepsis ni onirismos, y una trama argumental diáfana en la que todas las piezas encajan a la perfección como lo hacen las argucias urdidas por ese astuto Charlie Warrick para burlar a sus perseguidores, en un relato de intriga y acción cabalmente dosificadas, sin florituras ni tiempos muertos, carente de moralejas y apologías, que nos deleita con un desenlace en cierto modo referencial de una etapa de libertades de expresión cinematográfica ubicada entre los resabios del Código Hays y el posterior dictado de la corrección política.
227/18(19/07/11) El consumado especialista en el género Don Siegel nos obsequia con un entretenido thriller, con el que pasas un rato ameno sin más. Va sobre un atraco a un banco de un pequeño pueblo en Nuevo México llevado a cabo por una banda de cuatro, uno muere en un tiroteo durante el mismo, una mujer que es la conductora también muere por otro disparo, solo quedan dos, Charley Varrick (correcto Walter Matthau) y Harman Sullivan (histriónico Andrew Robinson), cuando miran las sacas robadas se encuentran con que hay demasiado dinero, tres cuartos de millón de dólares, el banco solo denuncia 20000 sustraídos lo que les lleva a pensar que la pasta pertenece a blanqueo de la mafia, así que se encuentran con la policía y la mafia detrás de ellos. Es una cinta con un ritmo narrativo muy ágil, un comienzo con el atraco muy dinámico, donde hay tiroteos, persecuciones en coches, explosiones, estos elementos muy bien trenzados nos enganchan, después en su desarrollo no decae, con unas escenas de acción muy bien rodadas, con unas dosis de humor muy bien hilado, una puesta en escena que bebe del feísmo, carreteras polvorientas, viviendas de caravanas en medio del desierto o cementerio de coches, aunque la previsibilidad es muy notoria, ves a la legua lo que va a pasar. Tiene a un villano muy bien caracterizado, Molly, gran Joe Don Baker, una especie de vaquero hierático que como sello personal fuma en pipa y denota terror con su gélida mirada. El que no me convence es Walter Matthau, seguro el amigo del director Clint Eastwood lo hubiera bordado, no me creo a Walter en su papel, no lo veo como un frío y calculador ladrón, no lo veo cayéndole las mujeres encima de él por su belleza, me chirría por momentos. Es latente la misoginia de la cinta, a parte de la esposa de Varrick, las mujeres que salen son prostitutas, golfas traicioneras o ninfómanas. Destacable es el penoso título en España, como siempre un atajo de listillos que se creen mejores que los americanos, con este título uno espera un film de timadores y nada más lejos de la realidad. Recomendable a los degustadores de thrillers pasatiempos, no hay profundidad de personajes, no hay moralinas, simplemente intención de que pases un metraje ameno. Fuerza y honor!!!
Cuando en el Cine Negro aparece alguien como Molly (Joe Don Baker), ni más ni menos que del gremio de Anton Chigurh, si el resultado no es bueno sería un auténtico desperdicio…, imperdonable. Pero Don Siegel con su buen oficio y sobrada experiencia realiza una excepcional película de robo al banco y posterior complicación.
En estas películas los personajes que se encargan de ajustar cuentas son de la mayor importancia y aunque parezca una tontería, los nombres son básicos también. Con El honrado John uno ya empieza oliéndose el percal y con la aparición de Molly, a disfrutar se ha dicho. Molly es algo racista y no se acuesta con prostitutas, si sabe que lo son. Fuma en pipa.
¿Qué decir de Matthau? Este hombre es que no falla. Desde el minuto uno acapara la atención con su pose medio encorvada, aspecto triste y su agrio carácter fácilmente detectable. Tiene su sentido del humor, no obstante, ese humor irónico típico de los desconfiados. Para Varrick pintan bastos después del robo, ahora bien…, es un tío muy astuto. Es el último de los fumigadores independientes y el negocio no le ha ido bien… Hay que probar otras cosas.
Ahí está también John Vernon, incombustible… como siempre.
La gran estafa no es un título acertado porque no se trata de una estafa. Don Siegel, especialista del cine de acción, dibuja un inicio con una presentación rural que nos evoca el viejo Oeste tal vez de Junnior Bonner de Peckinpah, más esas secuencias con muchos sheriffs con rifles parapetados detrás de los coches que no son más que reflejos del western, el caso es que inmediatamente vemos que la película no es ninguna estafa.