La fórmula
Sinopsis de la película
En 1945, un general alemán consigue esconder en Suiza importantes documentos secretos. En 1980, una serie de asesinatos y pistas conducen al descubrimiento de un plan para recuperar esos documentos, que contienen una fórmula que permite transformar el carbón en petróleo.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Formula
- Año: 1980
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
5.8
43 valoraciones en total
Basada en la novela homónima del neoyorquino Steve Shagan (1927- ), él mismo se encargó de producir y escribir el guión del film. The Formula fue la única película en la que intervinieron juntos los dos actores principales que hasta la fecha han rechazado un Oscar a la mejor interpretación masculina.
George C Scott (1927-1999), no aceptó el galardón por su papel en la película Patton (1970), alegando que los Oscar eran algo degradante . Marlon Brando (1924-2004) rechazó su Oscar por su rol en The Godfather (1972) en protesta por la aparente discriminación de Hollywood contra los nativos americanos.
La historia comienza a finales del 1945, cuando un grupo de científicos alemanes consiguen un importante avance en la producción de combustible sintético, al descubrir un nuevo metal catalizador que era el ingrediente clave en el proceso de dicho combustible. Un general alemán trata de esconder el descubrimiento en Suiza, pero es capturado por los americanos.
En el 1980, la investigación del asesinato de un amigo, lleva a un detective de Los Ángeles, Barney Caine (George C. Scott), hasta Alemania. Allí descubrirá una misteriosa organización que posee una fórmula secreta para fabricar combustible sintético a partir de carbón. Sus pesquisas lo llevarán hasta un poderoso magnate del petróleo, Adam Steiffel (Marlon Brando).
El film es una confusa historia de espionaje industrial.
La película tuvo un presupuesto $15 millones y generó por venta de taquillas la cantidad de $8,9 millones en EEUU solamente, además recibió cinco nominaciones, una al Oscar por mejor cinematografía y cuatro a los Razzie Awards.
Para muchos, el mayor aliciente de esta película reside más allá de su novedoso argumento. Los dos primeros actores que rechazaron un Oscar coinciden sobre un tablero que se presenta cual complicada partida de ajedrez, siendo la trama de la cinta una maraña difícil de resolver ya no sólo para los protagonistas de la película sino también para los propios espectadores.
Empieza en el pasado, concretamente mostrándonos un escenario que refleja el fin del famoso conflicto de la Segunda Guerra Mundial. Un general alemán que conduce a bordo de un camión que porta documentos clasificados como altamente secretos es detenido por un convoy norteamericano. Después, la trama nos lleva hasta los años 80, donde se lleva a cabo el misterioso asesinato de Neely, un amigo del teniente de policía Barney Caine (George C. Scott) que se hará cargo de la investigación. Al principio, todo parece un asunto de drogas, pero después de comprender las pistas encontradas y guiándose Caine por su propio instinto, el curso de la investigación gira hacia otra dirección que le llevará, incluso, fuera de las fronteras norteamericanas. Antes de esto, se entrevistará con Adam Steiffel (Marlon Brando), un magnate del petróleo que se ve involucrado de alguna forma en el asesinato de Neely.
La película se presenta como un producto bastante interesante y novedoso, que huye de los convencionales thrillers policíacos para mostrarnos un conflicto de despachos , carente de acción (no la necesita) y lleno de misterio. El entramado que el director John G. Avildsen creó no se supo aplicar correctamente, pues existe un exceso de nombres, conversaciones y datos que se suceden casi sin parar y algunas cosas pueden resultar de difícil comprensión para el espectador, al menos para el autor de este artículo, que quizá tiene menos luces que otra mucha gente que de comprender a la primera todo lo que esta película presenta, disfrutará seguro y mucho con esta obra.
Por último destacar la interpretación de George C. Scott (Patton, Fuga sin fin, El día del delfín) , que se mantiene con una gran corrección durante toda la película y decir que es una auténtica pena que no se le diesen más minutos a Marlon Brando (El Padrino, Apocalypse Now), que se presenta con unas fachas que le hacen ser difícilmente reconocible y del que no se puede valorar demasiado debido precisamente al poco tiempo que aparece en la pantalla.
Cuando en una misma película tenemos a los dos únicos actores que han rechazo recoger el Premio Oscar como son Marlon Brando y George C. Scott, creo que ya es motivo suficiente para sentarse en la butaca y echar un vistazo a una película que está mucho mejor de lo que parecía al principio por las referencias que tenía de ella.
Me sorprendió gratamente encontrar una película adulta y compleja que aborde temas tan críticos como es la energía y sus corporaciones presentando un panorama desalentador.
La verdad es que fue un fracaso absoluto de público y taquilla y eso lastró para siempre a su director John G. Avildsen que años atrás había triunfado con Rocky. Y pienso que este fracaso es injusto y desproporcionado porque la historia tiene mucha miga e invita al debate y a la reflexión, algo que escasea como los tréboles de cuatro hojas.
Pero ya se sabe, actores protagonistas demasiado mayores en una sociedad donde la juventud impone sus cánones, en un momento donde el cine tipo Star Wars es lo que se empezaba desgraciadamente a llevar. Además el tema medioambiental en aquel momento no estaba de moda y la crisis del petróleo de 1973 quedaba ya muy lejana y los peores momentos de la recensión económica habían pasado. Y si a eso sumamos la fuerte crítica al sistema energético y de patentes norteamericano hecha desde dentro…pues ya se sabe.
Se nota además que el novelista de la obra, Steve Shagan, es el guionista y el productor y que sabe en todo momento qué quiere contar y no pretende caer en fuegos de artificio.
Quizá le sobre algo de metraje que perjudica en algunos momentos al conjunto pero en líneas generales se hace agradable su visionado, sobre todo con una parte final tranquila, sosegada pero absolutamente terrible por el significado del mismo.
Sin ser ninguna séptima maravilla sí que invito a que la vean y disfruten de los diálogos y conversaciones de Brando con Scott que son de auténtico lujo. Mucho mejor como thriller político que como thriller de acción y policiaco.
Una película para rescatar del baúl de los olvidos en la que se haya actualmente ya que es más que interesante. Eso sí ,si lo que quieren es ver policías dando piruetas con un Magnum en la mano esta no es su historia, para eso ya tienen Arma letal.
Nota: 6,5.
La fórmula es una película dirigida por John G. Avildsen (Rocky, Karate Kid) con una complicada trama de espías, secretos nazis y corporaciones petrolíferas, en un contexto de cine policíaco.
No contiene escenas de acción, como podría suponerse y aún así, resulta de lo más atrayente gracias a su completo guión, repleto de inteligentes diálogos, mucha información, tramas bien montadas y un protagonista, George C. Scott (Brando es secundario) que es todo un especialista en los roles de tipo duro.
El resto de la crítica, aquí:
http://www.suite101.net/content/critica-de-la-formula-con-george-c-scott-y-marlon-brando-a49203
John G. Avildsen se le ha atosigado siempre con la película que le hizo popular, con el permiso de Stallone, Rocky . También propició Karate Kid y sus secuelas así como la mediocrísima Van Damme´s Inferno . Pero este director de Illinois ha deparado sorpresas a lo largo de su carrera tales como la radiográfica Joe, Ciudadano Americano , realizada en 1970 y con Peter Boyle y una jovencísima Susan Sarandon en el reparto.
Ocurre lo mismo con The Formula . No tiene desperdicio. Es quizás un film enrevesado y dotado de una síntesis detectivesca casi imposible de deshacer porque salen cabos por todas partes dentro de la complejidad y con un desenlace que parece no quiere llegar a su fin.
Barney (George C. Scott) es un policia que investiga la muerte de un compañero al que se le atribuyen negocios con la droga. Pero la realidad es otra, gasolina. El hecho de que encuentren el cadáver con una muñeca vudú llena de cocaína solo es la tapadera para ocultar los auténticos negocios de la víctima que consistian en viajar a Europa (lo hacía desde el final de la II Guerra Mundial) metido en un revolucionario proyecto para elaborar gasolina a base de carbón, gracias a la amistad que trabó con un fugitivo nazi en Suiza. Antes de tomar un avión para Alemania, Barney decide contactar con uno de los socios de su antiguo colega, Adam Steiffel (Marlon Brando) un prestigioso magnate del petróleo que como todo hombre de su haber, siempre está dispuesto a tomar riendas en el asunto.
Otra película con Brando haciendo papeles breves pero intensos. Su monólogo final merece ser recordado. Kurtz deja Camboya para convertirse en el dios de los intereses petrolíferos.