La florecilla escarlata
Sinopsis de la película
Adaptación del cuento de Sergey Aksakov. Lev Atamanov narra en rotoscopio una historia de la bella y la bestia. Stepan Emeljanych sale de viaje prometiendo a sus hijas maravillosos regalos, una corona llena de las más valiosas gemas para la mayor, un espejo que siempre refleje la juventud para la de en medio y una pequeña flor escarlata para la menor de sus hijas. En una lejana isla encuentra una hermosa flor escarlata, pero después de arrancarla deberá elegir entre su vida o entregar a una de sus hijas a la bestia a la que pertenecía la flor…
Detalles de la película
- Titulo Original: Alenkiy tsvetochek
- Año: 1952
- Duración: 45
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Opinión de la crítica
6.8
20 valoraciones en total
Una pregunta retórica ¿en qué piensan las distribuidoras diseñando las portadas de los DVDs? ¿Se han fijado que el cartel de esta película parece sacado de un cutre-dvd de los que venden a un euro en cualquier bazar oriental? ¡Y el doblaje, español e inglés! ¡Menuda porquería! Todo un desprecio a una animación sublime y a una historia, que, en su sencillez, respira una inusual belleza plástica para ilustrar un relato de trasfondo filosófico.
Estoy descubriendo auténticas joyas animadas de aquellos genios rusos que se valían de técnicas como la rotoscopia o el stop-motion para crear películas que albergan universalidad en sus historias y demuestran destreza en su ejecución. Tal es el caso de Roman Abelevich Kachanov a través de la stop-motion o el caso que nos ocupa: Lev Atamanov, cuya filmografía es de lo más variopinta e interesante, sirviendo de inspiración a otros animadores consagrados como Miyazaky. Créanme si digo que si tienen ya muy vista a la Disney, existe el maravilloso mundo parido en los estudios soviéticos Soyuzmultfilm que vale la pena descubrir como quien descubre un tesoro.
El sumo cuidado de los detalles, para crear oníricos paisajes de palacios, con su arabesca ornamentación, con el detalle de cada reflejo, jugando con las diferentes texturas, llegando incluso a ser recargado en algunos planos. Fascinante es el valor simbólico del mar, de la luna, del viento, de la vegetación de los animales y su posición dentro de la historia. Todo muy fantástico y de ensueño. Para tratarse de una cinta que no llega a los tres cuartos de hora no llega a caer en el aburrimiento en ningún momento.
Concluyo diciendo que, hasta el momento, es la versión de la leyenda de La Bella y la bestia que más me gusta de todas, sin despreciar otras magníficas cintas como la Jean Cocteau, o el despampanante relato de la Disney. Claro que éstas últimas se basan en la versión recogida por Leprince de Beaumont, mientras que la que nos ocupa bebe de la versión rusa de Sergei Aksakov, enfrascando así un trocito del alma del pueblo eslavo, tan desconocido y fascinante para un ibérico medio como servidor.
Patética no solamente es el nombre de una célebre sinfonía de Tchaikovsky, sino también el calificativo aplicable a cierta animación soviética, de la que La florecilla escarlata podría ser emblema.
Para empezar, el procedimiento de color soviético no puede ser más insuficiente: todo son rojos, anaranjados y verdosos, lo mismo en los fondos que en los personajes y sus vestimentas, con el consiguiente efecto de emplaste y de carencia de relieve. Para seguir, el uso y abuso de la rotoscopia, no como un punto de partida para mejorar la animación (como hacían los de Disney), sino como algo que seguir al dictado, hace que los movimientos de los personajes sean extremadamente pobres, máxime cuando la planificación es académica a más no poder y la dirección de los actores-modelo carente de imaginación…, cuando no ridícula por aspaventosa y por la teatral declamación. Para más inri, no se crea en el desarrollo de la trama ninguna densidad, ningún posible sentimiento que surja entre los personajes: esta es una adaptación en el peor sentido del término. Y cuando uno descubre que el cuento de Aksákov en que se basa esta peliculita no es más que un plagio del cuento francés La bella y la bestia , la perplejidad lo abate. ¡Si resulta que la adaptación de Walt Disney Productions de 1991, Beauty and the Beast , pese a sus insuficiencias y puntos débiles, es, en comparación, una obra maestra!
En resumidas cuentas, La florecilla escarlata es un fracaso absoluto que demuestra que ciertas ínfulas soviéticas sólo eran digeribles para andar por casa o para los adictos al régimen. O ni siquiera…