La desaparición de Anthony (Miniserie de TV)

4 comentarios en «La desaparición de Anthony (Miniserie de TV)»

1. Si por algo destaca esta serie es por lo bien que está hecha. Gran producción, gran dirección, grandes actores. Está implacablemente bien realizada y eso hace que sea fácil de ver a pesar de la lentitud en el desarrollo de la trama.

   Todo empieza con una familia canadiense que cuenta con una buena posición económica que está pasando por momentos complicados. El patriarca es un antiguo juez muy severo en sus opiniones y acciones. Tiene dos hijos, el mayor es un productor de sonido que está en pleno divorcio y la pequeña es enfermera en el hospital y no mantiene ninguna relación seria. El único elemento feliz de esta familia es el niño de diez años, que después de la muerte de su abuela y con el divorcio de sus padres, está pasando un periodo complicado pero es un niño feliz porque su abuelo lo adora y le ayuda con su desbordante imaginación.

   Todo se complica cuando el día de su cumpleaños el niño no aparece. Según avanza la investigación se percatan de que ha sido secuestrado. La familia se rompe emocionalmente. Todo esto es la introducción en el primer episodio. Familia feliz aunque con sus problemas pero que resuelven como adultos. Un niño, Anthony, que es un encanto que cuenta con una gran imaginación y al que le encanta ver cómo viven sus vecinos, para horror de su maestra.

   El segundo episodio da un salto de dos años. La familia aún está luchando con la desaparición del niño. No han conseguido superarlo. El padre se refugia en el alcohol. La madre es su propio dolor. El abuelo se obsesiona con el caso y no para de buscar a su nieto. La otra miembro de la familia, se vuelca en su trabajo en el hospital y en un paciente que se está muriendo de cáncer.

   En términos generales La desaparición de Anthony no es una mala serie. El primer episodio es muy prometedor. Es lento pero así se permite descubrir la dinámica familiar y cómo cada uno reacciona a la tragedia que deben soportar. El resto de episodios siguen esta misma dinámica, ir lento pero de una manera segura. Con esto quiero decir que si buscas una serie donde todo sea emoción, acción y giros inesperados, balas y persecuciones, no lo encontrarás en esta serie. Lo que hay es un retrato psicológico de los personajes, esto permite introducirse dentro de la historia de un modo más profundo. Se aprecia en la manera en la que los padres deben lidiar con de dolor la pérdida de su hijo que llega a ser un dolor muy crudo. El abuelo se refugia en un dolor mucho más obsesivo. La enfermera en un dolor que esconde bajo la cotidianidad de la vida.

   Creo que en este sentido esta serie es un buen retrato de personajes, pero no quita que sea algo lenta y en cierta manera repetitiva. Pero siendo sinceros es la manera en la que se hacen las series en USA y Canadá: lentas y con más episodios de los recomendables.

   En cuanto a la historia, es bastante sencilla. y está correctamente desarrollada, aunque no es nada original. Me ha gustado la idea de que el pasado determina el presente pero no hay nada de intriga, solo hay que ver qué actores se repiten en los episodios para saber quién son los buenos y quién son los malos.

   Lo peor creo que es final, apresurado, algo caótico y no satisfactorio.

   En términos generales me ha gustado la serie. La he visto casi de un tirón pues son pocos episodios de menos de una hora. Eso sí, hubo momentos en los que estaba haciendo otras cosas mientras la serie seguía su curso, y cuando retomaba la visión no me había perdido nada.

   ¿La recomendaría? Pues si buscas una serie de intriga en la que lo determinante son los personajes y sus reacciones pues sí, pero si quieres acción, real intriga y algo de emoción, sin duda no es la mejor opción.

2. El primer capítulo es interesante, pero a medida que avanza la serie resulta cada vez más cansino y aburrido el personaje plano del abuelo que está enfadado el 99% del tiempo oscilando de un problema neurológico pasando a investigador de forma nada creible.

3. Historia de un niño de 10 años recién cumplidos que desaparece sin dejar apenas rastro.
   
   La serie está muy bien llevada y realmente, cuando terminas un episodio, quieres ver el próximo inmediatamente.
   
   Cada uno de los seis capítulos cuenta con 40 minutos de intriga. Muy recomendable para pasar el rato.

   ¡Saludos!

4. Del Canadá nos llega otra miniserie más sobre niños desaparecidos, que aunque muy vistas siempre enganchan lo suyo por la angustia que nos hace pasar y por la investigación policial para descubrir su paradero. Sí, es algo que hemos visto muchas veces en la pequeña pantalla, por ejemplo, en aquella de la BBC de The Cry (2018), aunque a la que más se asemeja es a la primera temporada de Bajo sospecha (2015). En cualquier caso, son seis episodios de unos 40 minutos que se pueden ver en dos tandas de tres cada una, eso es lo que han hecho en Televisión Española, que los ha pasado así.

   Como digo, La desaparición de Anthony , tras unos primeros minutos de tanteo que sirven para lanzarnos alguna pista de por qué pasa lo que va a suceder, cobra interés cuando el chico se pierde . La ficción se rodea de cierto misterio y lo mismo que sucede en esa historia en la que se produce un juego de la gincana, la trama nos lleva de una incógnita a otra sin qué tengamos ni pajolera idea de quién se ha llevado al chico. Por desgracia al final termina siendo demasiado obvio en su resolución y lo que es peor lanza un dudoso mensaje que de alguna manera quiere exonerar al verdadero culpable (SPOILER).