La chica del tambor (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Miniserie de TV (2018). 6 episodios. Basada en la famosa novela de espionaje de John Le Carré, y el debut televisivo del director Park Chan-wook (Oldboy, La doncella). Ambientada en los años 70, tras la masacre de Munich y durante la época más activa del terrorismo palestino. El Mossad, poniendo en práctica un plan tan maquiavélico como inteligente, capta los servicios involuntarios de Charlie (Florence Pugh), una actriz inglesa de poca monta y vida bohemia. Charlie es sometida a un duro entrenamiento psicológico para que consiga atrapar a Khalil.
Detalles de la película
- Titulo Original: The Little Drummer Girl
- Año: 2018
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
6.7
29 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adel Bencherif
- Alessandro Piavani
- Alexander Beyer
- Alexander Skarsgård
- Bethany Muir
- Clare Holman
- Daniel Litman
- Florence Pugh
- Gennady Fleyscher
- Iben Akerlie
- Jeremy Child
- Kate Sumpter
- Katharina Schüttler
- Lubna Azabal
- Mark Stanley
- Max Irons
- Michael Moshonov
- Michael Shannon
- Oulaya Amamra
- Sam Troughton
- Shane Attwooll
- Shani Erez
- Shlomo Bar-Aba
- Simona Brown
- Thomas Mraz
- Tom Hanson
Tras los crímenes de las Olimpiadas de Munich contra la delegación israelí, los servicios secretos sionistas con el incipiente Mossad buscan a los terroristas palestinos culpables, siendo imposible localizar a su cabecilla, por lo que elucubran un increíble plan donde una joven y desconocida actriz inglesa les pueda facilitar su misión.
Esta es la puesta en escena de la obra de espionaje homónima de John Le Carré, que participó en su producción, y dirigida por el coreano Park Chan-wook que consigue mantener la tensión y la intriga hasta el último momento.
Destacar la estupenda interpretación de una desconocida para mí Florence Pugh, bien secundada por el hijo de uno de los mejores actores suecos, Alexander Skarsgard que sin duda va mejorando trabajo a trabajo y de un reaparecido Michael Shannon en el papel del Jefe de la célula del Mossad que persigue a los palestinos.
Muy interesante para los amantes de las novelas de espías.
Notable, 7.
59/24(21/02/21) Esta crítica está dedicada al escritor fallecido recientemente David John Moore Cornwell (19 octubre 1931/ 12 diciembre 2020), más conocido por su seudónimo de John le Carré, fue un escritor británico de novelas de espionaje. Durante las décadas de 1950 y 1960, trabajó tanto para el Servicio de Seguridad (MI5) como para el Servicio Secreto de Inteligencia (MI6). Su tercera novela, El espía que vino del frío (1963), se convirtió en un éxito de ventas internacional y sigue siendo una de sus obras más conocidas. Tras el éxito de esta novela, dejó el MI6 para convertirse en autor a tiempo completo. Sus libros incluyen The Looking Glass War (1965), Tinker Tailor Soldier Spy (1974), Smileyys People (1979), The Little Drummer Girl (1983), The Night Manager (1993), The Tailor of Panama (1996), The Constant Gardener (2001), A Most Wanted Man (2008) y Our Kind of Traitor (2010), todas ellas adaptadas para cine o televisión. Muchas de ellas han por el mismo productor ejecutivo, y en 2010 dos de sus hijos, Simon y Stephen, fundaron la productora The Ink Factory, de la que ya han salido dos películas y dos miniseries sobre libros de su padre, entre ellas la que me ocupa hoy (la otra The Night Manager).
Acabo de terminar de ver esta irregular serie de televisión británica de seis episodios basada en la novela homónima de 1983 de John le Carré, que guionizan Micael Lesslie (Slow West o Macbeth), y Claire Wilson (Rocks o Gangs of London), y dirigida por el coreano Chan-wook Park, creador de obras tan turbadoras como Old Boy o La doncella. Con una producción muy cuidada trasladándonos a finales de los 70 de modo inmersivo, gracias a la estupenda ambientación, con los escenarios (en Inglaterra, República Checa y Grecia), vestuario, peinados, autos, esto enaltecido por un notable uso de la cinematografía de Woo-hyung Kim (Amsal o 1987), con cromatismos muy marcados en sus contrastes, con recursos de cámara singulares. Tiene un en su desarrollo un estilo realista en la visión desmitificadora del mundo del espionaje (lejos de los James Bond), un micro universo, con dudas, ambigüedad moral, daños colaterales, traiciones, pragmatismo, egoísmo, en consonancia con la forma de verlo de le Carré, con sintonía con la cinta de Spielberg Munich (2005) con la que tiene muchos puntos en común.
Tiene un elenco actoral excelente con una sorprendente Florence Pugh como protagonista, una actriz menuda muy a seguir en el futuro, manejando todo un arsenal de gama de emociones que nos llegan, un siempre competente Alexander Skarsgård, aunque quizás se pasa de frialdad, y de melancólico, pero sobre todo un extraordinario Michael Shannon (y cuando no) en un rol que se nota disfrutando en su moralidad retorcida expuesta sutilmente, con ese bigote setentero y esa peluca rizada con gafas grandes, le dan un aspecto de burócrata que le van de maravilla a su personalidad maquiavélica y pragmática, Entre los secundarios destaca el capitán Picton encarnado por un formidable Charles Dance, dándole vida con mordacidad y un gran cinismo carismático.
Ello para un producto desequilibrado, aunque entretenidillo, con buenos momentos, pero otros muchos estirados sin más sentido (parece) que el de rellenar seis episodios, sus primero cuatro capítulos resultan alargadísimos en sus reiteraciones y redundancias de como aleccionan a la amateur espía, en ese juego metaficcional de actriz haciendo que actuar para ser una espía. Lo cual ralentiza mucho el ritmo, a mi modesto entender menos episodios habrían mejorado el resultado final y dado solidez a una serie que tiene tramos lánguidos. Tampoco es que hay escenas de acción potentes, de hecho, todo se resuelve de forma anticlimática.
En Alemania Occidental, en 1979, una bomba explota en la casa del agregado israelí. Por casualidad, el propio diplomático está ileso, pero su hijo muere. El agente del Mossad Marty (Michael Shannon) forma un equipo para perseguir a los responsables, y se dan cuenta de que el responsable es Salim (Amir Khoury), el hermano menor del líder terrorista palestino Khalil, cuyas órdenes llevaba fuera. Pero llegar a Khalil requerirá algo de ingenio de su parte. Mientras tanto, en Londres, Charlie (Florence Pugh) es una actriz política semirradical, cuya compañía de teatro es invitada a actuar en Grecia por un misterioso benefactor. Mientras está allí, se siente atraída por un enigmático extraño (Alexander Skarsgard), quien la invita a reunirse con él en Atenas.
La misión es infiltrar a una actriz en una célula terrorista para se haga pasar por ‘viuda de guerra’ y con ello ser aceptada, y con ello poder dar con la cabeza del comando. Para ello un comando del Mossad aleccionará a una joven para ello, la serie, ocupa demasiado espacio para el juego de trampantojo de personalidades, ello con el propósito de crear un vínculo complejo entre él se mimetiza con el terrorista para hacer más fácil la asimilación de la actriz. Con repeticiones y más repeticiones de discursos que cansan, yendo a los lugares que el terrorista estuvo, o lectura de sus cartas. De ello lo mejor es la química entre Charlie/Florence y Gadi/Skarsgård, de las que traspasa la pantalla con una tensión sexual constante. Donde visualmente destaca la escena en el Acrópolis de Atenas nocturno en que lo visitan Charlie y Gadi, estéticamente preciosa.
Con un desarrollo con giros que se ven venir de lejos, no sorprende, pero si se cuenta elegantemente donde se conforma un juego de espías con mucho de la hitchcockiana Encadenados (1948) en el romance entre el espía profesional y la espía forzada, y como él la pone moralmente contra las cuerdas, también tiene de la película Argo (2012) en donde unos actores hacen de espías en situaciones reales en Irán, y de esto queda proyectar el artificio teatral que es el mundo de los espías creando personalidades enmascaradas. Elloo donde Kurt (Shannon) se erige en demiurgo director de esta función, un productor y guionista creativo.
Otra de nuestras recomendaciones de entre lo visto estas últimas jornadas, The Little Drummer Girl, la miniserie de 5 episodios (el último de doble duración, en realidad serían 6) de la BBC sobre la novela de John Le Carré y dirigida por Park Chan-wook, el cual sacrifica un tanto parte de la enrevesado estilo habitual del autor en pos un ritmo más pausado, impregnando la historia de buena dosis de glamour y sensualidad.
Me ha parecido francamente buena, por momentos espléndida, con muy buen trabajo de los actores y un diseño de producción sobresaliente (impresionante el vestuario de Charlie, interpretada por una deslumbrante Florence Pugh). Y claro, es que lo de esta actriz es una cosa a resaltar, Park Chan-wook se posiciona de su parte en todo momento y la convierte en el centro absoluto de la historia, hasta el punto de llegar a oscurecer a Alexander Skarsgård o a todo un Michael Shannon.
Lo menos conseguido quizá sea ese empeño de todas las series actuales en intentar mostrar una falsa neutralidad (todos tienen su razones, o no hay buenos ni malos, aquí todos tienen sus demonios). Evidentemente, la historia es más que claramente de parte.
No es la primera vez que John le Carré es llevado a la pequeña pantalla. Ya la BBC produjo en 1979 la miniserie Tinker, Tailor, Soldier, Spy sobre el personaje de George Smiley, con una interpretación de Alec Guiness que le proporcionó diversos premios, como el Bafta al mejor actor. En 1982, el propio Guiness protagonizó otros seis episodios con las andanzas del personaje, bajo el título de Los hombres de Smiley y dirigido por Simon Langton. Un espía perfecto fue llevada a la TV en 1987, y Asesinato de calidad en 1991, en este caso por Thames Television. La última vez que la BBC ha recurrido a le Carré hasta ahora fue en 2016 con la adaptación de The Night Manager (El infiltrado, dirigida por Susanne Bier y con Tom Hiddleston, Hugh Laurie y Olivia Colman como trío protagonista), una miniserie de 6 capítulos un tanto irregular pero con un primer episodio muy notable, embriagador y sombrío.
Es sin duda una buena época para las adaptaciones de John le Carré, no hay que olvidar que de forma puntual en los últimos años se están estrenando muy buenas propuestas en pantalla grande, como El jardinero fiel de Fernando Meirelles (2005), El topo de Thomas Alfredson (2011) o la extraordinaria El hombre más buscado de Anton Corbijn (2014), una de los mejores films basados en material de le Carré jamás filmado.
Que mi director favorito coreano Park Chan Wook se atreva a meterse con una miniserie nada más y nada menos que basada en una de las novelas más famosas de John Le Carré me picó mucho la curiosidad, ya que su único film rodado en inglés Stoker no llegó a cuajar bien entre el público y la crítica.
Después de verla tengo que decir que es un thriller muy elegantemente construido y como ocurría en El Infiltrado el suspense está asegurado hasta el último minuto.
La Chica del Tambor fue publicada en 1983, al poco tiempo fue llevada al cine por George Roy Hill con Diane Keaton en el papel principal y Klaus Kinski. Esta nueva versión, es una miniserie de seis episodios, producida por The Ink Factory, la compañía dirigida por los hijos del escritor y que también hicieron The Night Manager (El Infiltrado) también de 6 episodios y dirigida por Susanne Blier.
Alemania occidental 1979, una bomba explota en la casa de un diplomático israelí. El sale ileso pero su hijo es asesinado. El agente del Mossad Marty (Michael Shannon ) reúne rápidamente a un equipo para perseguir a los responsables. Un tal Salim, el hermano pequeño del líder terrorista palestino Khalil es el culpable.
Mientras tanto en Londres, Charlie (Florence Pug) conocida por Lady Macbeth es una actriz un poco radical que trabaja en un grupo de teatro de poca monta, es cuando aparece el enigmático Gary Becker (Alexander Skarsgard) que comienza a reclutarla para que se introduzca en la célula terrorista.
El maestro coreano como siempre domina la fotografía y el diseño de producción como nadie y nos adentra con absoluta precisión a aquella época, también hay que decir que tiene un ritmo lento pero muy denso del que puedes enamorarte o si no conectas con la historia puede conseguir aburrirte. A mi particularmente me ha gustado mucho.
Destino Arrakis.com
Después de visionar los esperados primeros episodios de La chica del tambor , no puedo dejar de felicitar al guionista y al autor de esta formidable serie de 6 capítulos, ya que esta apuesta de la televisión por este thriller ambientado en los años 70, no tiene nada que envidiar a las mejores miniseries europeas o americanas.
La puesta en escena es magnífica, los vestuarios muy bien logrados, la interpretación es sencillamente portentosa y con una intriga que mantiene al espectador pegado a la butaca durante todo el metraje.
Resumiendo, una serie de televisión que merece el calificativo de película y sobresale enormemente de la mediocridad del panorama televisivo actual. Amigos lectores de esta crítica, la recomiendo. Un 7 alto por esta maravilla.