La amiga estupenda (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2018-Actualidad). 2 temporadas. 16 episodios. La veterana escritora Elena Greco descubre que Lila Cerullo, su amiga de toda la vida, ha desaparecido sin dejar rastro. Su ausencia evoca en Elena el recuerdo de su tempestuosa amistad, un vínculo inquebrantable forjado en el barrio natal de ambas, en el Nápoles en los años 50.
Detalles de la película
- Titulo Original: Lamica geniale (TV Series)aka
- Año: 2018
- Duración: 50
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Opinión de la crítica
Película
7.7
27 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Alessio Gallo
- Anna Cerchia
- Annarita Vitolo
- Antonio Buonanno
- Chiara Di Costanzo
- Dora Romano
- Eduardo Scarpetta
- Elisa Del Genio
- Elvis Esposito
- Fabrizio Cottone
- Federica Sollazzo
- Francesca Pezzella
- Francesco Serpico
- Gaia Girace
- Gennaro De Stefano
- Giovanni Amura
- Giovanni Buselli
- Imma Villa
- Luca Gallone
- Ludovica Nasti
- Marco Pancrazi
- Margherita Mazzucco
- Mattia Bisonni
- Pina Di Gennaro
- Rosaria Langellotto
- Sarah Falanga
- Ulrike Migliaresi
- Valentina Acca
Increíble serie y banda sonora. Cuando comienza y empiezas a escuchar esa preciosa banda sonora, ya te están preparando para la historia que le acompañará. Una historia dulce, inocente, dura, realista, y que muchos aún hemos vivido, ya sea en nuestras propias carnes o por relatos de nuestros abuelos. Que pena que ya no seamos capaces de sobrevivir sin nuestros móviles, y que nuestros hijos se enfaden terriblemente si los Reyes Magos de Oriente no les han traído el último Iphone de moda.
Es una serie que rezuma verdad por los cuatro costados, que sorprende gratamente en todos los sentidos. Esa entreverada relación entre las dos amigas es de una profundidad psicológica pocas veces vista tanto en el cine como en la televisión. Muy lograda también la descripción de la vida en los alrededores de Nápoles, sobre todo los forzados e intrincados vínculos que sus vecinos van forjando. Las dos chicas, que llevan dentro la fuerza de un gran tren de mercancías, avanzan cada una a su manera, pero de algún modo siempre juntas, por unas vías llenas de obstáculos, de incomprensión social, en una lucha titánica contra un destino que no está ni de lejos a la altura de sus inquietudes, de su talento, de su gran espíritu.
Y todo sin maniqueísmos, sin un dramatismo desmesurado. Con un ritmo lento, pero necesario para poder calibrar y saborear toda la complejidad del mundo que representan.
Espero que la disfruten.
Esta serie es un perfecto ejemplo de como los productos audiovisuales más simples, comerciales y básicos en el peor de los sentidos, barren, por desgracia, series de auténtico valor y riqueza como La amiga estupenda. No voy a dar nombres. Bueno sí, Élite, La Casa de papel, y demás series de dudosa calidad de guion e interpretación arrasan en cuanto a fama y repercusión, y series como La amiga estupenda, en mi opinión, no tienen la fama que se merecerían. La amiga estupenda es una pequeña obra de arte, porque como digo, es de esas pocas series que trasciende del simple entretenimiento, que sabe ir más allá, que ofrece gran riqueza de matices, que, en definitiva aporta algo. Una serie que no está hecha con el fin de ser consumida, sino con el objetivo de contar una historia elaborada con todo lo que conlleva, que no es poco. Para empezar, partimos de un guion original bueno, pues es la adaptación de los libros de Elena Ferrante, que ya crearon sensación. La adaptación es fiel, con diálogos y monólogos prácticamente exactos. La ambientación también es fiel, y además genial trabajada, realista, humana, consigue conmover pero sin romantizar, exagerar, ni hacer malabares lacrimógenos, es conmovedora pero simple y sin artificios como la vida misma. La fotografía es estupenda, dándole a la imagen un tono grisáceo que acompaña al espíritu y la sensación de la trama y el espacio que se trata. El tono grisáceo desaparece y otra fotografía menos opaca aparece según se avanza en el tiempo, acompañando con los nuevos escenarios de la serie y la nueva estética. La banda sonora de Max Richter ha sido una de las más alabadas por los espectadores, con motivo. Una banda sonora sutil, emocionante y adecuada a cada momento. La dirección, el uso de los planos y la elección de los mismos para cada momento, también son más que correctos. La voz en off aporta mucho en las escenas que aparece, que son las adecuadas, y ayudan al espectador a conectar todavía más con los personajes, con el ambiente, a terminar de comprender y emocionarse con lo que está pasando en pantalla.
La amiga estupenda, además de aportar calidad artística, también tiene un valor histórico y documental pues hace un retrato estupendo de la Italia de los años 50, una Italia de posguerra que tiene miedo, está traumatizada, cansada y anímicamente en ruinas. No solo retrata bien esto, sino que nos cuenta como es esa Italia para una mujer, más aun, para una mujer de barrio obrero, un barrio donde soñar no es fácil, donde no hay expectativas. Y es que el barrio es un tema central en la serie, un barrio opresor y oprimido, asfixiante, sin esperanza, un barrio en el que el ambiente es tan cerrado, denso y desesperanzado que aquel que pertenece a él ya nace con un rol impuesto respecto al barrio. Un rol que le condicionará toda su vida, ya sea por intentar adaptarse a él, defenderlo, huir de él, o incluso, revelarse contra él. Sea la situación que sea, se elija la actitud que se elija, siempre ese rol perseguirá y condicionará la vida de sus habitantes, asfixiándoles, dejando heridas, oprimiendo.
La sociedad del barrio está perfectamente trabajada porque es real, con luces y sombras, pero tremendamente humana. Es una sociedad machista, violenta, agresiva, pero al mismo tiempo víctima. Es una sociedad agresiva porque no sabe actuar de otra manera, no conoce otra cosa, es una sociedad que está herida y hiere al mismo tiempo. No hay ningún personaje que no esté bien trabajado, todos tienen matices, errores, malos sentimientos, inseguridades, y son tan humanos que no es difícil empatizar con todos ellos, incluso con los que tienen las personalidades menos favorecidas en el guion. La profundidad de los personajes es una prueba más de que la serie es una obra elaborada y ambiciosa, una serie que se ha producido con la intención de contar algo, de expresar. Es una serie que no deja indiferente, que emociona y tiene fuerza sin perder la verosimilitud. Trata temas complicados sin convertirse en una telenovela, porque se hace desde la humanidad siempre. Tiene el equilibrio perfecto entre intensidad dramática y sutileza, es una obra costumbrista pero intensa y emotiva. Es una serie con matices porque no hay buenos ni malos, se aprecia desde el guion y sus autores y adaptadores respeto hacia cada uno de los personajes que componen la obra. Muy agradecida de que HBO ofrezca una serie que tiene ambición más allá del consumo masivo.
Hay fenómenos literarios muy difíciles de trasladar a la pantalla. En principio, parece más sencillo adaptar un thriller de éxito como La verdad sobre el caso Harry Quebert (como ha hecho Starz con su reciente serie) que una obra tan intimista como la tetralogía de Elena Ferrante. Hace falta dedicarle un tiempo, reposar cada página e interiorizar cada matiz de esta aparentemente sencilla historia, para que termine cautivando al lector. Esa capacidad de descripción para crear el microcosmos en el que nace y se desarrolla la amistad entre las dos protagonistas es el motor imprescindible del libro y también el escollo más importante que debía salvar su adaptación audiovisual.
La entente entre la RAI italiana y un sello de prestigio como HBO suponía un buen presagio. Sería absurdo trasladar la historia a cualquier otro lugar que no fuera la Nápoles de los años 50 pero a su vez el traspaso a televisión debía hacerse con las máximas garantías, con la firme apuesta de mantener la fidelidad a un libro que ha encandilado a millones de lectores y, sobre todo, de lectoras. A juzgar por los dos primeros episodios, el resultado no decepciona pero tampoco encandila. Lo más probable es que satisfaga, con reservas, a la legión de fans de la obra literaria pero no logre sumar nuevos adeptos a la Ferrantemanía.
Y es que solo si has leído los libros entrarás en un guion que refleja a la perfección esta maravillosa amistad pero que en demasiados momentos adquiere un tono melodramático, prácticamente teatral, que arrugará la nariz de los noveles. Hay una escena concreta, que tiene lugar entre los balcones de un humilde barrio napolitano, que ejemplifica muy bien esa excesiva dramatización. Una intensidad extrema que por momentos juega en contra de la radiografía social que tan bien retrata Ferrante en sus libros. La sobreactuación de algunos personajes nos aleja en determinados momentos de las durísimas condiciones de una barriada en la que se impone la lucha de clases.
En contrapartida, la serie aprueba sobradamente en el punto más importante. Describir la relación de amistad entre Lenù y Lila no era tarea fácil y, sin embargo, tanto en la elección de casting como en el relato, esta historia de amor consigue traspasar la pantalla y tocar de lleno al espectador prácticamente de la misma forma que logra la autora con su texto. Esa competitividad, ese anhelo, esa admiración y dependencia mutuas quedan notablemente descritos gracias al trabajo de las dos actrices protagonistas y a un guion que no puede obviar las voces en off, mecanismo indispensable en esta ocasión para alcanzar el mismo efecto que la obra original.
El compositor Max Richter vuelve a dotar a una banda sonora de un papel preponderante, tal como hiciera con The Leftovers. Su música consigue dignificar algunos de esos pequeños momentos bochornosos y a su vez redondear los más bellos, como el que tiene lugar cuando las dos niñas traspasan el túnel que separa su barrio del mundo exterior. Es uno de los pasajes más hermosos del primer libro y uno de los que mejor define sus vaivenes de personalidad y la difícil relación que las mantiene unidas y separadas durante tanto tiempo.
A su vez, la serie mantiene el espíritu feminista de la obra literaria, más cercano a la realidad social que al panfleto. La dificultad de acceso a la educación de las mujeres en una época que solo les reservaba un puesto como amas de casa es una constante que marcará las conciencias de sus protagonistas. Mientras Lenù consigue tirar adelante con sus estudios, el talento innato de Lila queda interrumpido por la inercia de un hogar cuyas penurias económicas impiden pensar en algo más que no sea la supervivencia.
La amiga estupenda, por tanto, supone un buen punto de partida para una historia que todavía tiene muchos rincones que explorar. Veremos si la serie es capaz de adaptarse a las nuevas situaciones, a los nuevos personajes y, sobre todo, a una vida fuera del barrio que amplía horizontes y marca la distancia entre las protagonistas. Prueba de fuego para una trama que si consigue cautivar como los libros se convertirá en una de las más emotivas de la televisión.
Así me ha dejado, deseando ver más capítulos. Menuda sorpresa , la recomiendo totalmente. al principio me costó, una vez que conoces a Lila es imposible que no te enganche. cómo describe las pasiones, alguna escena me ha recordado a Anna Magnani. Y las imágenes donde sale Nápoles son impresionantes… yo de ti la vería, gracias por leerme.