Intruso en la noche
Sinopsis de la película
Son las 22.00 horas. La noche antes de que el supermercado de las cercanías de Walnut Lake cierre sus puertas para siempre, los propietarios y el personal nocturno se enfrenta a un largo turno de trabajo. Jennifer tiene un ex-novio trastornado que ahora sale de prisión. Una vez en libertad, comienzan a suceder cosas misteriosas: Las líneas telefónicas se cortan, los trabajadores nocturnos comienzan a morir… uno tras otro, de las formas mas espantosas. ¿Se trata del ex-novio de Jennifer, o hay alguien mas?
Detalles de la película
- Titulo Original: Intruder
- Año: 1989
- Duración: 83
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Opinión de la crítica
Película
5.1
100 valoraciones en total
Intruder es la ópera prima de Scott Spiegel, un viejo amigo de Sam Raimi y Quentin Tarantino, rodada con muy poco dinero, mucho ingenio y mucho amor por el fantástico.
Siendo consciente en todo momento de sus debilidades, la obra es un más que digno slasher, subgénero en apogeo en aquella fantástica decada que fueron los 80.
Cuando a finales de los 80 el slasher parecía ya tremendamente machacado (tras sagas como Friday 13th, Nightmare on Elm Street, Halloween y todos sus sucedáneos) apareció una película independiente, con poquísimo presupuesto apadrinada por Sam Raimi (que en aquella época ya se había ganado a los fans del fantástico gracias a sus Evil Dead ) y rodada por un tipo fan del cine de terror y los cómics que supo darle un tono muy cool a la cinta dotándola de planos imposibles, ciertos toques de Grand Guignol con gore a raudales.
Tras una sencilla premisa, como es que en un supermercado a punto de cerrar sus puertas un maníaco se dedica a cepillarse a todos y cada uno de los empleados, que cumplirán (o no) su última jornada de trabajo en dicho supermercado, Spiegel no se corta en mostar de forma cómica, gratuita, divertida y tremendamente graciosa cada una de las muertes, guardando muchas de ellas similitudes con lo que podremos encontrar en un super (ojo a la escena que protagoniza Sam Raimi).
Intruder está rodada con mucho amor hacia el género, alejándose de muchos de los clichés que estaban ya matando al slasher, construyendo una película tremendamente efectiva, tan grotesca como divertida. Señalar también el impresionante trabajo de fotografía, que hacen al film aún más grande y con una atmósfera única.
Como comenté antes, la cinta está apadrinada por gente como Sam Raimi, Bruce Campbell o Lawrence Bender (estos dos hacen un gracioso cameo, estoy seguro que si Campbell no hubiese estado liado con el rodaje de Maniac Cop , otra gran película que reivindico, hubiera tenido más protagonismo). Y como anécdota decir: en una de las fiestas que Bender organizó al acabar el rodaje de esta película acudió un joven llamado Quentin Tarantino, amigo de Spiegel, quien se encargó de presentar al joven al productor. El resto, como ya sabeis, es historia…
Antes que nada decir que está película me llamó la atención por los nombres que aparecían en los créditos, muchos de ellos fueron miembros del equipo de las 2 primeras películas de la saga de EVIL DEAD, es decir Sam Raimi y sus colegas, sin olvidarnos del productor y el que ideo el argumento, Lawrence Bender, que acabaría convirtiéndose en el productor de Tarantino. Una película Slasher de los 80 con esta tropa, ¿Qué podría fallar?
LO MEJOR: La realización, las muertes y los planos. Nos encontramos una firma característica en la realización de esta película. Planos aberrados, verticales, nadir (cámara bajo el suelo) incluso hasta dentro de un teléfono. Una imaginación desbordante a la hora de fotografiar esta película.
LO PEOR: El guión y el ritmo. Lo que parecía ser una historia interesante acaba desinflándose completamente, convirtiéndose en una historia aburrida, absurda, forzada y sin sentido. El conflicto desaparece y únicamente tenemos un festín de muertes gore, que acaba siendo lo único que nos hace aguantar toda la película, preguntándonos siempre ¿Cómo morirá el próximo? Continúo en spoiler.
DE QUE VA: En plena noche, una chica es atacada por su ex-novio en el supermercado donde trabaja. Después de deshacerse de él con ayuda de sus compañeros de trabajo y sus jefes, estos últimos les dicen a todos sus empleados que el local se venderá y se quedaran todos sin trabajo. Durante esa noche, uno a uno irán siendo asesinados.
SOLO PARA: Amantes del slasher de los 80, aquí hay muertes muy curiosas (sólo en la Director’s Cut claro).
CONCLUSION: Una más de slasher de los 80, pero se hicieron más y mejores que esta. Muchos la consideran un clásico olvidado y tiene incluso buenas críticas y medias en algunas webs. Pero el amigo con quien la vi y yo llegamos a la misma conclusión, que tenga buenas muertes no justifica para nada un guión penoso. Acabamos los dos más que decepcionados con ese final. Y yo más incluso cuando descubrí 2 cosas: En la carátula resaltan a SAM RAIMI y BRUCE CAMPBELL como si fueran las estrellas principales. Sam Raimi es uno más de los trabajadores y Bruce Campell hace un cameo al final de la película de menos de 3 minutos. Esto fue idea de la productora original.
Por último daré un pequeño consejo a todo el que quiera ver esta película: NO VEÁIS NINGÚN TRAILER, NI OS FIJÉIS EN NINGUNO DE LOS POSTERS DE LA MISMA. Una vez la terminéis de ver podéis hacerlo, y ya entenderéis porque os avisé…
Intruder es un slasher bastante desconocido que cierra la época dorada del género: los 80. Su principal mérito es que, salvo en el último tramo, no deja la sensación de que estés viendo lo 100 veces visto en anteriores slasher…el director intenta crear un estilo propio con cámaras colocadas en lugares insospechados y muertes bastante originales en las que seguramente habrán tenido que ver algo más los Raimi (aparte de su interpretación). Los protagonistas no son descarada carne de cañón y qyuien asesina se nos presenta al final (sin mucho suspense, la verdad) con un estilo desquiciado tan típico de la época. En definitiva, no es una obra maestra, pero es superior que muchas de sus predecesoras. A destacar también el cameo de Bruce Campbell y de un jóven y por entonces anónimo Julián Muñoz.
Slasher clásico de finales de los ochenta dirigida por Scott Spiegel (que tiene en su haber basura como Hostel 3 o Abierto Hasta el Amanecer 2), pero que en esta ocasión se salva con un 6 de la quema. El guion, que escribe también es él, en algunos tramos, bastante flojo, pero al final creo que entra dentro de los clásicos de estas décadas, dejar un montón de temas sin sentido o en los que sueltas la típica frase de ¿por qué?
Lo que sí es interesante son los actores y los efectos especiales (de esos artesanos, que se nota un montón que todo es falso y dan bastante grima). Sin embargo la banda sonora, con esa «pasada de dedos por el piano», es de guasa, no sabía si me tenía que reír, asustarme o que me diese asco la escena. Me ha dejado confundida, la verdad (confieso que me reía aunque no fuese el momento). En todos estos Slasher de los setenta y ochenta es muy común encontrar este tipo de música cutre que luego, a partir de los noventa, fue derivando en bandas sonoras muy buenas a base de otro tipo de composiciones más acordes.
Entre los actores me ha sorprendido ver a Ted Raimi (le recuerdo de SeaQuest) que aquí se dedica a la sección de frutería (básicamente a comérsela), Dan Hicks (Evil Dead II) como Bill o el reconocidísimo director Sam Raimi en el papel de Randy. El resto no me son especialmente conocidos y tampoco importa demasiado, mejor no vamos a destacar sus actuaciones de Oscar. En general todos están bien, pero nada del otro mundo. La casquería es infinita y la sección de carne es asquerosa, en cuanto a cadáveres y en cuanto a la carne que venden, bastante nauseabunda, lo que me hizo pensar en lo que comemos a diario (sinceramente, prefiero no ver el género supuestamente fresco de algunos sitios).
No voy a negar el cariño que le tendrán los nostálgicos a esta película. Aparecen en ella Ted y Sam Raimi, dos de los artífices de Evil Dead (me confieso fan de esta película) y para redondear Bruce Campbell (mítico Ash) aunque este solo hace un cameo.
Hay que añadir además el especial trabajo en los Fx del mago Greg Nicotero. Pero bajemos de la nube hasta aquí llega lo que se puede sacar de bueno.
He de admitir que el suspense está muy bien llevado y en cuanto a las escenas gore y sangrientas salvan a la película. Pero también hay que lamentar las penosas actuaciones del elenco de actores que en muchas de las secuencias mueven a risa. Esta bien que haya algo de humor para quitarle hierro a la cosa, pero es que no es serio ver a un tío con una cabeza decapitada dándole mamporros a otro con ella. Hay otras muchas escenas inverosímiles, pero no quiero destripar todo el argumento.
Cuando la vean lo entenderán así evito el fatídico spoiler.
A la hora de cerrar en un supermercado sus dependientes andan alborotados pues el jefe les ha notificado que va a dar el cierre definitivo y tienen que trabajar gran parte de la noche en etiquetar los productos rebajados.
En las instalaciones se ha colado un psicópata asesino que irá eliminando a los empleados utilizando el arsenal propio de estos establecimientos (picadoras de carne, cuchillos y hachas de carniceros, ganchos de la carne, etc..).
En fin, los consumidores adictos a la serie B y el gore se lo pasarán estupendamente. Pues además está considerada como el último gran slasher de la época dorada. Me limitaré a darle un casi aprobado por el trabajo en efectos especiales y de maquillaje y por lo que me han hecho reír.