Hellraiser V: Inferno

5 comentarios en «Hellraiser V: Inferno»

1. A grandes rasgos es una cinta que termina brindando más de lo esperable para una quinta parte de una saga de terror y para una película que ni siquiera se estrenó en cines por ser producida directamente para el mercado del videohome.
   
   Estamos en presencia de una cinta aceptable sobre terror paranormal con mucho trasfondo psicológico, donde el relato se va nutriendo mediante una surrealista investigación de un detective policial quien poco a poco irá adentrándose en una pesadilla donde deberá enfrentar sus propios demonios.
   
   Si algo hay que criticarle de negativo a la cinta es que su historia se torna bastante difusa y poco consistente en su impronta surrealista, la cual se manifiesta mediante escenas shockeantes y truculentas pero las mismas no adquieren el sentido y el significado necesario para que el espectador se comprometa emocionalmente con esas situaciones.
   
   O sea que el problema primordial es que no se logra darle solidez a la estructura narrativa hasta el desenlace, momento donde sí se le da un cierre que explique tanta paranoia desplegada en pantalla, dejando en claro los objetivos discursivos del filme (ver spoiler).
   
   Es un filme que de fondo resulta existencialista, que se entromete en temáticas álgidas donde se ponen en tela de juicio las miserias del protagonista que va cometiendo actos poco honrosos y deberá hacer frente a sus pecados.
   
   Por lo demás estamos en presencia de una cinta muy lograda desde lo estético, con atractivos efectos especiales donde lo visual adquiere vital relevancia dentro de la presentación de un filme absorbente tanto desde la calidad técnica en general como desde los arreglos estéticos de la imagen específicamente.
   
   Tampoco hay que olvidarse de la sólida presencia escénica del protagonista Craig Sheffer, quien sostiene en gran parte las falencias narrativas del relato gracias a su convincente trabajo interpretativo encarnando a un detective que mientras averigua un caso truculento se involucra en una lucha interna contra sus propios fantasmas del pasado.
   
   En fin, aceptable terror psicológico bien ornamentado desde lo estético-visual y con una digna salida argumental en tiempo de desenlace como para dejar una sólida imagen de cinta que persigue buenas intenciones conceptuales aunque un tanto difusas desde el desarrollo de la historia.

2. Esta película está llena de sorpresas… al igual que la caja en torno a la cual se construye toda la trama.
   
   El guión es estupendo, los efectos especiales están muy por encima de lo que se puede esperar de una película que no llega a la gran pantalla, y el actor protagonista hizo un buen trabajo.
   
   Scott Derrickson ha hecho una muy buena labor, la atmósfera que ha recreado era idónea para contar esta historia, y si bien pierde un poco el compás al final, tiene muy buen ritmo todo el tiempo.
   
   Ciertamente vi esta película guiado por las buenas críticas que tiene, aunque con escepticismo… Ahora que ya le he visto, desde luego pienso que las merece hasta el punto de sumarme a ellas.

3. No es de esperar que un quinta parte de una saga interminable sea remotamente buena o difícilmente olvidable, pero cuando una parte de esa saga se desmarca del resto, casi desentonando, merece ser destacada.
   
   La quinta parte de Hellraiser se desvía del camino trazado, resultando un thriller psicológico con tintes sobrenaturales. El nivel de gore es bastante inferior a la media del resto de entregas, pero la historia es más elaborada, con resolución final que explica el círculo vicioso de destrucción personal en el que se ve envuelto el detective protagonista. Sorprende el giro argumental, que trata de buscar la creación de una buena película, a pesar de su condición de ser una secuela de entre muchas otras, y por momentos lo consigue.
   
   En definitiva, merece una oportunidad por su atrevimiento y porque logra mantener el interés, al menos en mayor medida que las anteriores secuelas, aportando algo más de lo que se le pedía o presuponía.

4. La quinta entrega de Hellraiser regresa a la época actual tras el viaje futurista de su predecesora y lo hace poniendo ante el espectador un thriller psicológico disfrazado de barullo policíaco.
   
   Scott Derrickson dirige esta cuarta secuela de la película de culto Hellraiser. Su trabajo no es sencillo, ya que tiene que lidiar con un guion que se aleja casi por completo de lo que los fanáticos de la saga esperan, pues en esta quinta película de la franquicia no vemos gore sin más y los peculiares efectos visuales de la primera entrega de la saga ya no tienen nada de especial, así que TAL opta por un guion que toma un camino totalmente distinto a lo visto hasta ahora. En cierta manera, Inferno es la más película de la saga, ya que no gira todo en torno al dolor y al sufrimiento físico, sino que nos da una historia más sólida que en anteriores entregas, aunque para ello tenga que sacrificar lo poco que quedaba de la película de la original en el ya lejano 1987. Cuando llegó Inferno habían pasado 13 años y había tres películas por el medio entre la primera y la que nos ocupa, con lo que el giro se antojaba necesario y más todavía cuando en Bloodline se había dado carpetazo al tema (aunque en el futuro, que es donde se desarrolla). Derrickson, que unos años después asombraría con El exorcismo de Emily Rose, hace una labor más que decente guiando al protagonista en una película predecible pero no por ello poco interesante o, al menos, no menos interesante que las anteriores.
   
   Craig Sheffer, mítico actor de telefilms y de cine de serie B, protagoniza la película con bastante solvencia. No es que deslumbre el hombre, pero no lo hace mal. Nicholar Turturro, un actor que lleva media vida peleando por un papel decente y consigue solo personajes de relleno, está a buen nivel. James Remar es el actor con más nombre de la producción, aunque su fama se deba a apariciones en películas conocidas pero de dudosa calidad. Aquí es posiblemente el mejor del reparto. Doug Bradley se vuelve a someter a las tortuosas sesiones de maquillaje que le llevaban a convertirse en Pinhead para salir cuatro ratos, el pobre hombre.
   
   Resumiendo, que es gerundio: con Bloodline la cosa empezó a mejorar en Hellraiser después de la lamentable Infierno en la Tierra (la tercera entrega) y ahora, con Inferno, la saga sube un peldaño más. Si Hellraiser V quisiera ser un buen thriller psicológico de terror, sería un fracaso, pero teniendo en cuenta de dónde viene el apartado psicológico , esta secuela confirma la mejoría a la que apuntaba su predecesora.

5. Contra todo pronóstico, una quinta parte de una saga de terror de serie B dirigida por un desconocido, resulta, no simplemente pasable, sino realmente estimulante. En lugar de abundar en las muertes truculentas sin sentido, los sustos fáciles y todos los tópicos del (mal) género, sorprende con una historia interesante, unos actores solventes con unos personajes bien construidos, una atmósfera angustiosa, y lo más importante, da miedo. Teniendo en cuenta que el terror es uno de mis géneros favoritos, que he visto muchas películas (incluídas todas las de esta saga), y muy muy pocas consiguen acojonarme, lo considero todo un logro. En cuanto al director, con El exorcismo de Emily Rose confirmó su buen hacer (otra que da miedo de verdad).