Harry Potter y las reliquias de la muerte – Parte 2
Sinopsis de la película
El final ha llegado. Harry, Hermione y Ron tendrán que recuperar la espada de Gryffindor para encontrar y destruir los últimos horrocruxes. Mientras tanto, Lord Voldemort está a punto de apoderarse por completo de Hogwarts y de conseguir su objetivo: matar a Harry Potter. La única esperanza de Harry es encontrar los horrocruxes antes de que Voldemort lo encuentre a él. Buscando pistas, descubre una antigua y olvidada historia: la leyenda de las reliquias de la muerte, que podría dar al malvado Lord el poder definitivo. Pero el futuro de Harry está escrito desde que nació e incluye una misión para la que se ha estado preparando desde que llegó a Hogwarts: la batalla final contra Voldemort.
Detalles de la película
- Titulo Original: Harry Potter and the Deathly Hallows: Part II
- Año: 2011
- Duración: 130
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Opinión de la crítica
7.1
31 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Adrian Rawlins
- Afshan Azad
- Alan Rickman
- Bonnie Wright
- Chris Rankin
- Ciarán Hinds
- Clémence Poésy
- Daniel Radcliffe
- Dave Legeno
- David Bradley
- David Thewlis
- Devon Murray
- Domhnall Gleeson
- Emma Thompson
- Emma Watson
- Evanna Lynch
- Gary Oldman
- Gemma Jones
- George Harris
- Geraldine Somerville
- Helen McCrory
- Helena Bonham Carter
- James Phelps
- Jason Isaacs
- Jessie Cave
- Jim Broadbent
- John Hurt
- Julie Walters
- Katie Leung
- Kelly MacDonald
- Maggie Smith
- Mark Williams
- Matthew Lewis
- Michael Gambon
- Miriam Margolyes
- Natalia Tena
- Nick Moran
- Oliver Phelps
- Ralph Fiennes
- Robbie Coltrane
- Rupert Grint
- Sean Biggerstaff
- Tom Felton
- Warwick Davis
Harry Potter y las Reliquias de la Muerte parte II (HP7.2) es una entretenida película que da poco más que eso, entretenimiento vacío, sobre todo para los millones de seguidores de la saga literaria que además ofrecía grandes momentos dramáticos, de tensión, de intriga y, en definitiva, te hacía sentir como en la piel de un personaje más.
Pues bien, nada de eso lo veo en la película, y eso que a mi juicio era la más fácil de adaptar a la gran pantalla, dado que el 80% del metraje son escenas de acción y batallas. El resto se compone de explicaciones y momentos emotivos, que en la película son ambos amputados de lleno y reducidos hasta un punto vergonzoso, que hará que los no adeptos a los libros se pregunten qué tiene Harry Potter de especial o por qué ha cosechado tanto éxito.
Así que, debo decir que: ¡ESTA PELÍCULA NO HACE JUSTICIA CON EL LIBRO! La primera parte (la 7.1) me pareció muy buena, de adaptación correcta y tremendamente bien dirigida. Sin embargo en esta me encuentro con escenas de acción desacompasadas y ningún pulso o brío narrativo, unas batallas tan acortadas y escuetas que dudas que allí se haya zurrado alguien, unos personajes que difieren totalmente en personalidad a como los retrató Rowling en los libros (más detalles en spoiler), unos momentos dramáticos que no podían ser más fríos etc, sin embargo al director no le faltó tiempo para soltar los típicos chistecillos cutres que siempre arruinan las películas de HP o los momentos cómicos (!¿!) que dan más vergüenza ajena que otra cosa. En fin, que aquí David Yates se coronó.
Para concluir suelto una pregunta al aire: ¿para qué contratan a un guionista para adaptar el libro si luego la película no tiene NADA que ver con él? Puede que a otros les haya parecido que todos esos cambios son nimios o son incluso aceptables, pero a mi me repatea que siendo ésta la más fácil de adaptar la caguen de esta manera. Sólo espero que le baje la nota media una barbaridad (actualmente está en un 7,7) porque me duele en el alma como fanático de la saga literaria que este truño tenga un notable cuando sus hermanas apenas lleguen al 7 raspado.
El final de Harry Potter… no es un final cualquiera, es un final esperado desde hace más de una década tras 7 (y muy heterogeneas) películas (algunas llenas de mágicas aventuras e intrigas, otras con más drama, otras con más acción…). Con un mundo mágico fascinante y complejo con el que muchos hemos crecido, y con unos personajes que poco a poco hemos ido cogiendo cariño a lo largo de los años.
El aliento ilusorio y novelesco de una generación llega a su apetitosa resolución. Y creo que jamás había estado tan nerviosa y expectante antes de entrar a una sala de cine, jamás. Admito que me daba bastante igual lo que me fuera a encontrar ya que solamente la sensación de despedida me iba emocionando por sí sola… pero si el film hubiera sido un desatre, todas esas sensaciones se hubieran evaporado por el sentido del ridículo y la vergúenza ajena.
Pero no fue el caso. Porque dejando de lado el ingominioso doblaje al castellano (recomendable ver la versión original si no se quiere escuchar a Harry Potter luchar contra un señor tenebroso que al hablar parece Forrest Gump y no Lord Voldemort), el final complace… sin ser una obra maestra.
Técnicamente es espectacular y elegante (dejemos de lado también algún error de caracterización), Yates logra el toque visual idoneo para el tono de esta entrega (como ya lo consiguió, en mi opinión, con El Príncipe Mestizo ).
Como hay mucho que contar, el film trata de ser conciso en su narración. Y esta vez Yates (ya era hora) consigue un buen ritmo narrativo que no aburre en ningún momento, con una trama que progresa correctamente por la que Harry recorre con pujanza y desesperanza lugares embrujantes y fantásticos para resolver su gran asunto pendiente. Yates se deja llevar por el buen guión que Kloves adapta con acierto de la novela de Rowling.
Las 2 horas y pico de metraje resultan sin duda un estupendo entretenimiento con algunas escenas de acción realmente espectaculares (ese abrasante ataque al castillo de Hogwarts… o ese alucinante viaje por Gringotts que por fin se asemeja a lo narrado en la primera novela de Rowling) y una misión por resolver cada vez más complacientemente exclarecedora.
Dentro de este llevadero entretenimiento no se evitan algunas escenas forzadas entre los actores, o algunas con un melodrama demasiado afectado e impuesto… pero la sorpresa llega cuando nos encontramos con momentos de impactante drama seco, y con algunas escenas que reservan algún detalle cómplice respecto a los personajes y un buen puñado de momentos emotivos muy bien ejecutados delicadamente que, si se ha visto la saga entera, simplemente harán estallar en lágrimas (y son tantos esos momentos que nos reserva la entrega final, que si uno de ellos no hace mella en el espectador fan, lo hará otro). Yo he sollozado, lo admito, y más de una vez con algún que otro momento. He llorado con Harry, con Ron, con Hermione, con alguna mirada o abrazo de los personajes que rememoran una duradera amistad…
¡AVADA KEDAVRA! , muere la saga y se entierra bajo tierra para siempre.
Una historia emocionante tirada por los suelos por una adaptación penosa, dirigida con poca imaginación y de forma completamente sistemática. La última película en concreto me ha demostrado lo fácilmente que una productora y un director suplen la falta de imaginación con cantidades ingentes de recursos. ¿Para qué? Para no solo cambiar felizmente la trama original, sino también quitarle toda la emoción a un final de por si, increíble.
Las escenas finales suelen ser las más importantes de una película. Normalmente es el momento en que un director se juega el cariño del público, que juzga y decide si ha merecido la pena el tiempo invertido. Por supuesto, esto depende del criterio y gusto de cada uno, que no es en ningún caso, universal.
Pues bien, Harry Potter es una saga de nada menos que 8 películas. ¿Solo? No, en absoluto. Es una historia que ha crecido con una generación. El gafotas de la cicatriz crecía y maduraba junto a sus fans. Para los jóvenes del último siglo, Harry Potter representó la iniciación a la lectura, el amor por la aventura, y la esperanza de que la maldita carta de Hogwarts llegara cuando cumpliéramos 11 años.
Hubo unos 10 años en los que libro tras libro, la buena de JK supo sorprendernos y cumplir nuestras espectativas con un maravilloso final. El cuento de magos y brujas había acabado, pero aún teníamos un consuelo con las películas, que aunque no siempre nos dejaran un buen sabor de boca, nos recordaban en forma de imágenes aquellas escenas que más nos conmovieron leyendo los libros. Por el desarrollo de los acontecimientos, ¿A qué hacía frente esta octava parte? A todo.
De algún modo, la última puesta en escena debería justificar todo lo que ha arrastrado Harry Potter durante estos 10 años. La publicidad, los corazones, las burlas y parodias, las conversaciones que ha generado y sobretodo, a todos sus fans.
Y durante el transcurso de la película, podemos ver como se cumple con las espectativas. Mucha acción y aventura, que constantemente te mantienen atento a la historia. Hay pocos momentos para aburrirte, aún sabiendo que faltan muchísimos datos que aparecen en los libros, algo que prácticamente no importa porque estamos acostumbrados. Y entonces ocurre.
Un final insípido llega derrumbando toda la espera y espectativas que había puestas en él. La película, de 7. Gracias al final se queda en un 3. Y ya no hablamos de la película, sino de toda la saga.
Saga mal terminada. Saga mal adaptada.
La interpretación de los protagonistas no ayuda. Los protagonistas, robóticos y sin vida, Harry y Ginny, completamente inexpresivos, eso no es amor. Neville, patético, su papel era muy importante y lo han pintado como si fuera un bufón… Y para rematar, el doblaje de Voldemort al castellano no solo daba risa, sino que también quitaba absolutamente toda la emoción a las mejores escenas de la película.
Avada Kedavra.
Harry Potter ha muerto.
Tras tantas y tantas aventuras llegamos al final del camino, al duelo a muerte entre Harry Potter y Lord Voldemort. Y el sentimiento que aflora en mi no es otro que decepción.
Decepción por una película francamente mejorable, por una batalla final blandita y acelerada, por dudas sin resolver, por actuaciones de cartón-piedra, por personajes importantes que desaparecen/mueren en un triste segundo plano, y por alguna que otra incongruencia narrativa manifiesta (spoiler).
Es evidente que la saga fue de menos a más hasta El prisionero de Azkaban , donde Alfonso Cuarón nos deleitó con una lúgubre y mágica historia, probablemente la más madura, siniestra y efectista de todas. Mike Newell, pese a bajar el nivel, no desentonó con El cáliz de fuego , pero desde que nuestro querido mago cayó en manos de David Yates, la historia ha ido perdiendo fuerza, magia, carisma, ritmo…..Yates ha sido el verdadero Señor Tenebroso de la función.
La puesta en escena y los efectos especiales son de diez, como siempre, pero a estas alturas todos exigimos mucho más. De todas formas, he de decir que la aventura ha merecido la pena, en años venideros esta saga se convertirá, si no lo es ya, en todo un clásico de la Science Fiction.
Pues eso… me siento chof, como en el anuncio aquel… Valga decir que he ido en compañía a ver la película, yo fiel seguidora de todos los libros y películas que han salido. Me leí el último en inglés y en riguroso estreno por no ser capaz de esperar a la traducción así que haceos una idea. Mi acompañante no se ha leído ni uno sólo de los libros, ni se vio las dos primeras películas aunque el resto le han gustado bastante y ya en la primera parte de la séptima entrega apenas necesitó aclaraciones.
Bien, pues ni él se ha enterado de gran cosa ni yo he salido tampoco con las ideas muy claras… sinceramente.
Es fácil hacer una película cuando das por hecho que todos los espectadores se saben el guión al dedillo y que ya se sabe que pueden faltar cosas bla bla bla… Y encima vienes aquí y ves dieces por doquier y críticas que ensalzan la grabación reclamando óscares y demás y claro… vas al cine esperando algo así como esa peli que tú te montaste mientras leías el libro pero no van los tiros por aquí no…
En general podemos decir que el guión flojea mucho, queda bastante dispersa y llegas a tener la sensación que Radcliffe y sus amigos, tampoco se han leído el guión porque no parecen tener claro qué hacer en ningún momento… aunque luego, mágicamente, lo clavan porque sí, porque ellos lo valen.
La música y la puesta en escena es muy buena, como en anteriores entregas, y los efectos son increíbles (yo, además, la he visto en 3D, bastante recomendable). Pero el alma de la historia queda enterrada entre tanto efecto y tanto giro inexplicado y tanta feliz coincidencia.
Definitivamente tendré que hacerme una maratón y ver las tres o cuatro últimas seguidas, a ver si así le veo más la gracia pero una cosa tengo clara, la primera parte de esta séptima entrega me gustó muchísimo, los giros del guión se saborearon y se exprimieron y quedaste con ganas de más. En esta segunda entrega, donde había varios giros increíbles y que podrían haber dejado a la sala sin respiración, nos hemos quedado con ganas de más…
Y lamentablemente tendré que meter spoilers para explicarme…
Recomendada? Sí, sea como sea, es el gran final que generaciones enteras hemos esperado. Hay que verla, pero no vayáis con espectativas de algo superlativo… porque acabareis decepcionados y con la sensación de que le falta algo…
En fin.. que la película no está mal, obviamente… pero tenían todos los ingredientes para rubricar un final de los que hacen época…. y se han quedado en los entremeses