Gantz (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2004). 2 temporadas. 26 episodios. Kei Kurono es un estudiante rebelde que no le presta mucha importancia a su alrededor. Estando en el metro, se percata que un mendigo en estado de ebriedad se cae en los rieles, pero no va en su ayuda. En cambio, Masaru Kato, un amigo de la infancia de Kei, decide hacerlo. Kato reconoce a Kei, tras años de no haberse visto, y Kei no tiene otra opción que también ir para ayudarlo. Cuando logran salvar al mendigo, se dan cuenta que se acerca un tren sin saber que era un expreso y son atropellados. Instantes después, se encuentran los dos en una habitación, con una esfera negra llamada Gantz, en la que les informa que sus vidas son controladas por él y tienen que asesinar a seres alienígenas para poder seguir viviendo .
Detalles de la película
- Titulo Original: Gantsu (Gantz / Gantz: ~2nd Stage~) (TV Series)
- Año: 2004
- Duración: 22
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Opinión de la crítica
6.9
54 valoraciones en total
Omitamos la última saga (los últimos 4 o 5 capítulos me parece que son), que, como pillaban al manga y no querían hacer una serie de más de una temporada, decidieron fumarse algo muy malo y sacar lo primero que se les ocurría para terminar. Así quedo de incongruente (más aún), pastiche y falto de interés (aunque se le perdona porque seguía habiendo sangre).
Gantsú que se supone que se pronuncia (aunque yo siempre diré Ganz), es una serie que mola por huevos, porque tiene dos ingredientes en niveles máximos: violencia y sexo. Sangre, tetas, vísceras, folleteos, reventones corporales… Pues eso, simplemente perfecto. Eso sí, no es una serie de mucha acción, así que quien se espere a Goku, Seiya, Naruto, Ichigo o alguien por el estilo soltando sopapos a todas horas va a tener unas ganas terribles de tirar la pantalla por la ventana (y si es de marca japonesa, lo más probable, pues mejor). Bastante inclasificable dentro de un género si que es, porque a ver, romántica más bien poco, de acción, pues sí, tiene sus disparos, sus palizas y tal, pero tan dosificadas a lo largo de sus capítulos que no se podría considerar así. De terror pues no precisamente, que vale que hay gore, pero cohone, ¡¡el gore no es terrorífico!! Aventuras desde luego que no, aquí no hay Indiana Jones que valga…
Quizá sería lo más adecuado el suspense, porque te estarás preguntando siempre dónde demonios está el sentido y la coherencia, qué se fumaron los guionistas (y esnifaron, y pincharon, y todo), y cómo piensan darle lógica a tal desvarío. Bien, señores, la lógica aquí brilla por su ausencia, pero curiosamente, atrapa dentro de ese extraño mundo de sinsentidos. Raro es, la verdad.
Yéndonos a otras cosas, la serie es totalmente incorrecta en lo moral: los personajes, en la escala de valores éticos, se encuentran por lo más bajo, excepto quizá uno o dos, pero vamos, que no son un gran ejemplo a seguir. La forma de usar la violencia les convierte en peores incluso que sus enemigos de variopintas formas. Sexualmente muy activos algunos, acaban adorando ese círculo de violencia en el que se acaban metiendo. Y bueno, qué voy a decir, que es emocionante hasta niveles extremos, entre otras cosas porque no les importa el que muera ningún personaje. Cualquiera puede ser el siguiente en caer bajo las garras de tal o cual bichejo. Y joder, cómo mola cuando hay acción, ultra-violenta y ultra-visceral… y ultra-molona.
Qué voy a decir… viendo el primer capítulo, una cabeza por ahí volando, uno ya sabe que en el guaysiómetro alcanzará buenos niveles a pesar de que no tenga sentido y que algún que otro momento se vuelva demasiado aburrido o demasiada fumada, o se alargue más de la cuenta. Pero bueno, es diferente y, aunque no cale tan en lo hondo, humanamente hablando, como Elfen Lied , por ejemplo, es una buena representación de la bajeza humana. Y se puede admitir como simple entretenimiento pervertido.
Un día llega a trabajar un autor de historietas y se pone a rascarse la cabeza, necesita una historia rápido y necesita que sea de esas que se venden como pan caliente. Una buena forma de hacerlo es tomar un concepto fabuloso, dibujar personajes complejos y hacer alarde de una maestría incalculable para la elaboración del guión. Pero eso requeriría mucho trabajo y una cosa que se llama talento, así que lo mejor es aplicar una formula infinitamente usada. Primero que todo toma a un montón de personajes sin personalidad y a falta de una báñalos en los más variopintos y estereotipados problemas personales ¿Cosas complejas? Claro que no, sólo lugares comunes, soy un depresivo y me quiero suicidar, soy un adolescente sobrehormonado, mi mamá me pega. Nada que la gente no haya visto un millón de veces antes, hacer lo contrario los haría pensar ¡Dios no lo quiera! Es como volver a padecer Precious , pero con gente con una psicología mucho más irreal.
Pero eso no basta, hay que meter cosas que a la gente le guste ¡Violencia sin sentido y pornografía gratuita! Cada tanto suela una escena con tetas ¿Por? ¡Para eso tenemos al adolescente sobrehormonado y repelente! Porque como todos sabemos la gente es tonta y le encanta ver tetas, porque si salen tetas fuera de contexto es porno pero si las pones en medio de un montón de japoneses depresivos por alguna razón se convierte en arte (si es entre yankees festivos se convierte en película para adolescentes).
Ahora sólo hace falta la historia… ¡Qué sea como un videojuego! Y para que no parezca que es infantil le ponemos más gente traumada sin propósito aparente, luego plagio un par de puntos de Matrix para parecer original (hay que rezar porque la gente no haya visto ninguna historia compleja en su vida). Y listo, tengo mi historia ganadora.
Ahora la adaptación a animé. Para sacarle todo el dinero posible a esos incautos alargamos una trama que da sólo para un par de capítulos en diez, intercalamos las partes habladas con largos silencios sin sentido ¡Pon la música triste y así creerán que estamos siendo profundos en vez de sólo apiñar relleno! Listo, ahora dáselo a la masa, te adorarán y te creerán un artista.
La serie plantea muchas clases de cuestiones, algunas de carácter filosóficas, como a dónde vamos, otras de carácter moral, como si es ético matar por salvar tu vida o matar a quienes matan, y otras de carácter fantástico-argumental, como qué demonios es la esfera y el tío de dentro.
Todas estas cuestiones crean en la serie un halo de misterio en el fondo, con unas formas muy directas y explícitas. Sin duda el ritmo es bueno, en ocasiones frenético, por lo que logra su objetivo primordial, que es resultar bastante entretenida, lo cual ya dice mucho a su favor.
Luego está el temita del gore, en el que no entro, ya que esto es cuestión de gustos (a mí me pareció necesario, sobre todo porque dota a la serie de más personalidad), y el del sexo (este, a mi entender, ya no tan necesario, pero ya sabemos que algunos japos son como son).
Pero uno de los mejores puntos de la serie es que los personajes no son estáticos, sino que evolucionan constantemente, variando su forma de pensar, su moral y sus sentimientos según van surgiendo diversos y terribles hechos.
Lo mejor: su estética, su forma desenfadada. La capacidad para hacer que te identifiques con los pensamientos de los personajes. Su absorbente desarrollo. ¡Las cabezas reventadas! Los enemigos.
Lo peor: tenían que incluir tías desnudas gratuitamente…
Lenta…lentísima!, los primeros 5 minutos de cada capitulo son los 15 últimos del anterior. Personajes que rozan el retraso mental por su inseguridad y pasividad. Unas criaturas a abatir de aspecto ridículo y más de una escena de sexo explicito para atraer al público adolescente.
No mantiene la expectación y la intriga, sino que, te sumerge en una historia absurda que sólo deseas que termine por mera curiosidad, lo cual es lo peor de todo, porque la historia en si, no tiene final.
Llevaba años ya sin volver a sumergirme en el mundo del anime, vamos desde que era un lechón que disfrutaba con Dragon Ball o City Hunter, tan solo alguna que otra película de animación nipona del estilo La Princesa Mononoke, bonita pero alejada del manga oscuro que proliferó en los 80 y 90 y que tanto me gustaba. Pues bien, con ayuda de los nuevos avances del siglo 21, pude conseguir la serie que destapó de nuevo el frasco de las esencias, fue Gantz. Con un demoledor comienzo, este surrealista anime te engancha por lo estrambótico y original de su argumento, digno del más retorcido guionista de Lost, donde la muerte no es más que el comienzo de un macabro juego, donde una misteriosa bola negra en medio de un apartamento es el protagonista.
Recomendable 100% a los amantes de la animación adulta, violencia, sexo, argumento sin complejos y sobre todo, imprevisible en cada episodio.