Funny or Die presenta: La película del arte de la negociación de Donald Trump (TV)
Sinopsis de la película
Mediometraje paródico que pretende haber sido dirigido por el mismo candidato republicano en los años 80. Toma su título del popular libro de consejos de Trump de 1987 y simula ser un especial de televisión que el empresario desechó molesto, pues su transmisión fue cambiada por un partido de futbol.
Detalles de la película
- Titulo Original: Funny or Die Presents: Donald Trumps the Art of the Deal: The Movie (TV)
- Año: 2016
- Duración: 50
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Opinión de la crítica
Película
5.1
85 valoraciones en total
10/10(15/01/17) Mediometraje de 50 minutos, una caótica pero divertida a tramos sátira sobre el que va a ser el próximo regente del despacho oval, Donald Trump. Uun día después que Donald ganara la primaria presidencial republicana en el estado de New Hampshire, el 9 de febrero, al día siguiente, la página web de vídeo Funny or Die presentó el Sr. Trump con un regalo (envenenado) de felicitación: El arte del reparto: The Movie. Dirigido por Jeremy Konner y escrita por el comediante Joe Randazzo, para ello se hace una aparatosa parodia del libro de 1987 de Donald Trump Trump: El arte del negocio, recreando de modo bufo la biografía del magnate, convirtiéndose en una venenosa crítica al disfuncional ahora político, riéndose de todas sus mezquindades: su racismo, machismo, clasismo, arrogancia, egocentrismo, y demás lindezas. Para ello tiene sus grandes bazas en un reparto de campanillas encabezado por un cuasi-desconocido por el maquillaje Johnny Depp como el díscolo millonario, aparecen también Stephen Merchant, Patton Oswalt , Alfred Molina, Henry Winkler, Jacob Tremblay (el niño de Room), Christopher Loyd, Ron Howard haciendo de sí mismo, e incluso el mítico extraterrestre come gatos Alf (Paul Fusco). La cinta se convierte en una desigual mezcla de viñetas, separadas cual libro de autoayuda por capítulos, y en la suma regularmente cosida, anárquica orgánicamente, hay picos muy jocosos y que despiertan la sonrisa, aunque también los hay que se revuelcan en la brocha gorda. En su devenir la cinta tiene mucho en común con el cortometraje del sueco David Sandberg Kung Fury (2015), ello por su fotografía que bebe de lo añejo ochentero, de lo ajado, cual cinta de VHS, así como por tropel de ideas cómicas que nos explotan en una traca sin fin.
Arranca con el director Ron Howard diciendo que ha descubierto un film largo tiempo perdido, obra de Donald Trump, basado en su best-seller El arte del negocio, que fue escrito, dirigido y protagonizado por el propio Trump. Entonces Ron pone la cinta en un aparato reproductor y vemos la película. Comienza en 1986, cuando un niño (Emjay Anthony) tropieza en la oficina de Donald Trump con un ejemplar del libro El arte del negocio, el chico lo roba y huyendo del lugar se tropieza con el ínclito Donald Trump (Johnny Depp), al verlo con su libro le cae en gracia y lo lleva a su despacho y le cuenta de cómo uno de sus anhelos es comparar el casino Taj-Majal en Atlantic City, este en poder de Merv Griffin (Patton Oswalt). A través de este nimio hilo conductor Donald le contará al chico la historia de su vida. Tendrá peso en la trama Ed Koch (Henry Winkler), alcalde de Nueva York, Jerry Schrager (Alfred Molina), abogado judío de Trump, Ivana (Michaela Watkins), esposa en este tiempo de Trump, Der Scutt (Jack McBrayer), arquitecto personal de Trump, o Don Brown (Christopher Lloyd), mítico científico de Regreso al futuro.
Es una desigual sátira en la que se arremete con muchas chanzas y mala leche, no exenta de realismo, sobre el controvertido personaje, atacando sus métodos de negociación, su infantilismo (por su obsesión por comprar el Taj-Majal), en los que se abusa con métodos mafiosillos de los débiles (el modo en que acosa a inquilinos), se ataca su xenofobia (marcada por el running gag divertidísimo de cómo Trump ordena cambiar una y otra vez el niño por primero por no bailarle el agua y luego porque no le gusta su color de piel), su clasismo social (cuando humilla a vagabundos), su machismo y misoginia (en el modo en que trata a su mujer trofeo), su narcisismo (cuando lo vemos hablando con su espejo), un intolerante religioso (cuando dice que su Taj-majal será mejor que el hindú por qué no tendrá musulmanes), su egoísmo (cuando no permite que nadie chupe cámara ensombreciéndolo), su bravuconería y arrogancia (en su negociación con el Sr. Barron Hilton), su ultraderechismo (cuando pide a su arquitecto que haga el saludo nazi), su megalomanía (cuando viene del futuro Doc Brown para decirle que el futuro será candidato presidencial), su egocentrismo (vemos que en el film él lo ha hecho todo: protagonizado, dirigido, producido, montado, música, …). Todo ello metido en una coctelera de gags engarzados de modo discontinuo, donde la superficialidad y los chistes sutiles no están presentes, pero donde la risa está asegurada en unos cuantos ingenioso momentos, entre ellos algunos de los mencionados. Se podría haber sacado más provecho del fenomenal elenco actoral, pero es que seguro están para eso, para echar un rato en el que se diviertan y de paso si divierten al espectador, mejor, la cinta presume de su frugalidad y haberse realizado de modo apresurado. Es una obra que adolece de cohesión, pero tampoco lo pretende, solo ansía que pases un rato ameno riéndote de un personaje que en la realidad es también una caricatura.
Jhonny Depp es un experto en el transformismo, en el disfraz, como ya ha demostrado con su icónico Jack Sparrow, el Sombrero Loco o Eduardo Manostijeras (entre muchos otros), y aquí lo demuestra desapareciendo tras el maquillaje y la gestualidad histriónica de Donald Trump, lo exagera (si es posible), lo encarna con enorme vis cómica, con arrogancia, vulnerabilidad, prejuicios, fanfarrón, hipocresía, ello en discursos esperpénticos.
Es sin duda un mediometraje muy extraño, el cual con su sátira hace sin duda alguna, una extrañeza en estos tiempos de debate mundial por si Trump sera presidente o no. Empieza con comedia muy tocada y muy forzada pero en los siguientes momentos se nota el cambio de rol que toma el film, es como ver un sketch largo de Saturday Night Live.
Me hace dudar las múltiples burlas hacia este personaje, ya que sabiendo de lo que es capaz, hasta se me ocurre que el propio Trump este atrás de esta parodia, pero seria el colmo. Es sin duda muy graciosa y mas en los últimos minutos con los múltiples cameos. Hasta me imagine que el propio Trump iba aparecer.
Recomendable para los que son fanáticos de comedias como Family Guy o los mismos Simpson, ya que tiene de todo.