Estamos muertos (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Un virus que convierte a los infectados en zombis se propaga rápidamente dentro de un instituto. Los estudiantes luchan por escapar y sobrevivir.
Estreno Temporada 2: próximamente en Netflix.
Detalles de la película
- Titulo Original: Jigeum Uri Hakgyoneun
- Año: 2022
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
Película
6.4
72 valoraciones en total
Pais
Directores
Actores
- Ahn Ji-Ho
- Ahn Seung-Kyoon
- Ashley Park
- Bae Hae-sun
- Brandon Win
- Byeong-cheol Kim
- Byeong-hee Yoon
- Chan-Young Yoon
- Chase Maser
- Darren Keilan
- Greg Chun
- Ha Seung-Ri
- Harrison Xu
- In-soo Yoo
- Ivan Mok
- Jeon Bae-su
- Jeong Esuz
- Jo Dal-hwan
- Kim Han-Sang
- Kim Jong-tae
- Kim Joo-ah
- Lee Eun-Saem
- Lee Ji-hyeon
- Lee Kyoo-hyung
- Lee Sang-Hee
- Lee Yoo-mi
- Lee Yoon-Sang
- Lisa Yamada
- Nicole Fong
- Park Ji-hu
- Park Solomon
- Rich Ting
- Sanyee Yuan
- Shin Jae-hwi
- Um Hyo-sup
- Victoria Grace
- Woo Ji-hyeon
- Yi-Hyun Cho
- Yoon Kyung-Ho
Siempre me ha gustado el cine coreano, admiro su capacidad para dar vueltas de tuerca y mostrar cosas nuevas. Son unos maestros del suspense, el thriller e incluso el terror. O lo eran. Porque de un tiempo a estar parte parece que se han infectado del virus Hollywood (o el virus Netflix y derivados) y ya no veo esa magia que tenía su cine hasta hace bien poco. E incluyo la celebérrima El Juego del Calamar, que me gustó, pero no me sorprendió.
Y en esta serie sucede lo que sucede en cualquier serie americana. Hechas con mucha prisa y con mucha pasta. No aporta nada nuevo, nada fresco, nada Made in Corea.
No sé si es culpa de la traducción pero los diálogos son nivel Al Salir de Clase, insufribles. Los personajes son bastante cargantes, sean adolescentes o adultos. La que más la niña protagonista, una Heidi que cualquier director con un par de pelotas la habría destripado en el capítulo 1 por tonta.
Las partes dramáticas, que toman muuuuucho tiempo, te llegarán al corazón. Si tu corazón no tiene más de 14 años de vida.
Si hay más temporadas, yo creo que paso. En spoiler sigo poniéndola fina.
Para fino este blog de cachondeo inmisericorde: http://www.cinenecio.com
Me encantan las pelis y series de zombis, pero hay algo en esta serie que me impide avanzar más allá del séptimo episodio. Al principio los personajes que te muestran te importan, pero conforme avanza la trama sólo quieres que mueran lo antes posible para que se acabe la trama de una vez.
La serie no es mala, pero se acaba haciendo un poco pesada después de seis capítulos. Hay conflictos dentro de los alumnos que son interesantes al margen del ataque de los zombis pero si creo que los capítulos son un poco largos (Durán una hora cada uno y son 12 episodios)
Con 6 u 8 capítulos de unos 40- 45 minutos hubiera sido más que suficiente, estamos ante unos arcos de personaje más largos de lo normal y que se acaba haciendo pesada. Este es el primer pinchazo que veo por parte de las series coreanas de Netflix
Es la primera vez que voy a escribir una reseña sin terminar una serie (avisado quedas), pero es que Estamos muertos lo merece. Si eres fan de los zombies, ¡deja de leer y comienza a verla!
Plagada de mucha acción, sangre, personajes con los que simpatizas y cientos y cientos de zombies… en el segundo capítulo ya es el caos total. A medida que avanzas, se presentan más personajes y diferentes situaciones y todo se desarrolla a la perfección con un ritmo realmente bueno y una acción continua. Una escena dramática por aquí y otra por allá, pero no demasiado larga como para aburrirte.
Es lógico las comparaciones que se están empezando a hacer con la gran película del mismo género Tren a Busan, y que estos coreanos locos saben jugar muy bien con el espectador.
Un saludo.
Hace tiempo que sostengo que lo mejor que se está haciendo en los últimos años, y no me preguntéis que cuántos en concreto, viene del Extremo Oriente. Esto no se debe a que sean más listos que nosotros, ni mejores cineastas, ni más artísticos sino a que no son tan modernos ideológicamente hablando. O lo que es lo mismo, que son más conservadores. Al contrario de Occidente y en general no están obsesionados con las cuestiones raciales, con el rollo LGTBI, con el feminismo lésbico empoderado (esto quizás es en lo que más claudican), con la subversión de las jerarquías sociales y los valores morales, con la condena del amor romántico, con la destrucción de la virilidad y la feminidad reales, con la reescritura del pasado a nuestro gusto o con el adoctrinamiento en lo políticamente correcto. Por eso sus productos resultan aire fresco y natural que va a contracorriente. Pues, bienvenidos sean.
Con este largo preámbulo que no podemos olvidar, vamos a Estamos muertos , una serie de zombis surcoreana de doce episodios, que sí, tiene sus fallos, pero que es muy disfrutable. En lo primero, a menudo y sobre todo en los capítulos del principio hay escenas mal concebidas o mal resueltas, a veces porque los personajes se muestran demasiado pasivos en los momentos clave, para enseñarnos las secuencias de acción. En otras ocasiones, las reacciones sentimentales son un tanto exageradas y en general se echa en falta que alguien sea capaz de imponerse para establecer unas reglas básicas. Más criticable aún es la gestión fuera del instituto, por parte de las autoridades y los militares, que vamos, es que se lucen. En cambio, tengo dudas sobre cierta licencia que se toma con la evolución del virus zombi que por un lado resulta un poco arbitraria pero por el otro da muchísimo juego.
Ahora bien, Estamos muertos pasa por encima de sus defectos y lo hace, básicamente, por sus tres grandes virtudes. La primera, que es un emocionante juego de supervivencia, con mucha acción y adrenalina. Es otro acierto dividir la trama en varios escenarios pero respetando siempre el protagonismo del grupo principal, atrapado en un instituto asediado por zombis. Y aunque pudiera parecer lo contrario, no resulta repetitiva. Segunda, los personajes, todos gustan y a algunos hay que quererlos directamente. Una nueva lección de lo que significa la masculinidad y la feminidad. De la mano de ellos se trazan unas relaciones humanas muy convincentes, incluso una química especial, que hace que todo se vuelva más emocionante. La tercera, cómo no, el juego romántico a varias bandas que se va tejiendo, que nos vuelve a recordar lo que es amar de verdad y lo que esto conlleva.
Llega Estamos muertos y con ella este sub género zombi: los muertos vivos gominola. Zombis que parecen estar hechos de plastilina, rebotan contra las paredes, caen desde edificios y chocan contra el piso como pelotas, se plantan y corren los cien metros llanos, entre otras.
El recurso no es nuevo: desde El amanecer de los muertos, Guerra mundial Z, Tren a Busan, etc. Los zombies dinámicos, si no lucen demasiado ridículos, no solo son terroríficos sino que aportan un dinamismo que permite verdaderas guerras con los humanos. Visualmente, pueden ser pelis con un montaje de acción espectacular. Como Estamos muertos.
Tratándose de una serie larga, 12 episodios de una hora cada uno, se pueden permitir intercalar todo tipo de géneros. Si bien que el drama y la acción son los principales. Estamos ante una serie muy meticulosa a la hora de retratar tanto personajes como arcos argumentales. Es una obra coral en donde se desarrollan desde los protagónicos hasta, incluso, personajes de caracter más auxiliar.
El virus tiene su propio desarrollo. Aquí es donde la serie abandona el carácter meramente intimista, o de institutos, para volverse un asunto que concierne al gobierno mismo de Korea. La búsqueda de una explicación a los sucesos enriquece una trama que de otra forma se hubiese vuelto demasiado monótona: un mero hay que sobrevivir cual copia/pega de otras series.
Ahora bien, si los efectos especiales son la hostia, los personajes bien desarrollados, los actores en perfecta sintonía con sus papeles, las batallas, impecables…porque un ¿seis?
Porque en su afán por respetar la función de cada uno de los personajes dentro de la trama, la dirección termina por darle peso a VARIAS sub historias que no cortan ni pinchan, literalmente podrían extraerse de la columna vertebral sin que ésta pierda coherencia. Sub tramas bulto que se aglomeran hasta hacer de Estamos muertos una superproducción impecable llena de detalles innecesarios.
La falta de una buena poda a la hora de la edición impide que esta serie se plante como una de las mejores del género. Incluso cuando no está demasiado lejos de serlo. Algo así como decirle a ese pintor que está pintando su obra maestra que afloje, que ya está, que no hace falta meterle tanto color y sombras a todo.