Estambul 65
Sinopsis de la película
Kelly es una bella agente del FBI que investiga la desaparición del profesor Pensdergast, director de una importante investigación del gobierno norteamericano sobre la energía nuclear. En el transcurso de la investigación, Kelly conoce a Tony, un joven aventurero que, movido por la belleza de la joven y la recompensa de un millón de dólares le ayudará a encontrar al profesor.
Detalles de la película
- Titulo Original: Estambul 65 aka
- Año: 1965
- Duración: 117
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Opinión de la crítica
Película
5.3
26 valoraciones en total
¿Es una parodia o es una imitación de las pelis de James Bond? Ni una cosa ni la otra, o quizá ambas. El caso es que no queda muy claro. Por un lado se parodia el personaje, por otro se intenta llevar a cabo una cinta de pura acción, es decir se imita la serie 007. Ambas propuestas fracasan. ¿Por qué? Por una dirección absolutamente chapucera, sobre todo en lo que es fundamental en una peli de acción: precisamente las escenas de acción, y por un guión sin pies ni cabeza que parece redactado por un niño de ocho años (y que me perdonen los niños de ocho años). Tampoco se salva el montaje, una auténtica lección de lo que no hay que hacer con la moviola y la tijera, aunque quizá con el material previamente rodado no se podía hacer gran cosa. Si alguien quiere disfrutar de parodias de Bond yo recomendaría la de Cassen-Iquino (07 con el dos delante, Agente Jaime Bonet) o las de Austin Powers. No es que sean buenas, pero al menos tienen más gracia.
A salvar la música, compuesta por Georges Garvarentz, el mítico autor de las canciones de Charles Aznavour.
En los años 60, a raiz del exitazo de las películas de James Bond surgieron docenas de imitaciones, la mayor parte de ellas de escasa calidad y que acabaron en fracasos.
Estambul 65 fue una de las que gozaron de mayor aceptación, que no la mejor.
Sacada adelante principalmente gracias a una productora española, tuvo buena acogida en toda Europa e incluso cierta popularidad en Estados Unidos gracias a una trama que sin ser gran cosa es entretenida, tiene exteriores exóticos y la indudable chispa de su protagonista, que estaba en su mejor momento profesional, y que de manera original en aquella época en varias ocasiones rompía la cuarta pared cinematográfica.
En el reparto se incluía a varios actores españoles como Álvaro de Luna o Agustín Gonzalez con lo que se intentaba hacer un guiño al cine patrio.
¿Lo peor?
Que en algunos momentos se nota lo ajustado del presupuesto, aunque el resultado final convierte el film en muy ameno.
No entiendo como no se hizo una segunda parte.
¡Se me olvidaba!
¡Ciao Tony!
¿Parodia? ¿Parodia de las películas de James Bond? Se nos hace ver que Estambul 65 es una parodia de las películas de agentes secretos. Tiene los elementos, no obstante, para pasar por un thriller sin más pretensiones: acción, persecuciones, chicas… Un thriller entretenido. Lo malo es que tomándola en serio, te confunden algunas secuencias y terminas pensando en payasadas fuera de lugar que descolocan por completo. Ese es el peligro de las parodias.
Hay cosas que hacen derrumbar lo levantado hasta ese momento. Como que el héroe después de luchar con el enemigo, se pare, mire a la cámara y te suelte algo así como: ¿Quién dijo miedo? ¡Y te lo está diciendo a ti! De verdad, se le caen a uno los palos del sombrajo, como se suele decir. Eso de que de golpe te mire el tío desde la pantalla, te pille bostezando y te suelte una chorrada, te corta, y lo malo es que te deja de mala leche. ¡Tú a lo tuyo, coño, a mí déjame en paz y no me hables!
Los paisajes están muy bien. No es una fotografía espectacular pero sí atractiva. Ya digo en el comentario de Destino: Estambul 68, que Estambul debía estar de moda como apoyo para títulos de películas, su sola pronunciación debía hacer volar la imaginación … Estambul: Un lugar exótico y misterioso. Muchas películas han recalado en Estambul, pero anteriores a ésta serían Desde Rusia con amor (1963) y la de Topkapi (1964). Bueno, pues el caso es que se logra una ambientación muy adecuada y los personajes más o menos se soportan sin indigestión, incluyendo al protagonista, un aventurero con un alto nivel de estrés.
La trama, muy común, ofrece una lógica de parvulario, es la verdad. Hay más cosas que te chocan negativamente, como cuando te encuentras al amigo Tony Mecenas disparando contra el enemigo y observas extrañado que sus tiros no suenan como disparos de armas de fuego, que parece más que es el sonido de un elástico, como si disparara flechas en plan cachondeo o salieran volando cosas impulsadas por resortes. No sé, pero tiros de pistola no son.
Estambul 65, en definitiva, es una mezcolanza de parodias y guiños que busca la complicidad, una curiosidad a rebufo de las películas de espías de aquel tiempo que tuvo una buena acogida. Enhorabuena.
Esta co-producción europea de Antonio Isasi-Isasmendi fue un intento de imitar creo yo, y no parodiar como apuntan otros compañeros de la web, un cine rodado en inglés con estrellas europeas y exportable a todo el mercado internacional, que me parece por encima de éxitos y fracasos, más de lo primero, un fin muy loable. Sobre todo si lo situamos en las aspiraciones de un cine comercial y popular que era su función primordial. Una trama un tanto inverosímil y rocambolesca, plena de estereotipos y muy previsible, que como solía hacer el maestro Alfred Hichcock con muchos mejores resultados, simplemente es el pretexto para contar y vivir experiencias y situaciones, más allá de la resolución del caso.
Consistente en el secuestro de un científico nuclear norteamericano por el que el Tío Sam ha pagado un millón de dólares siendo además engañado en el trueque, haciéndose cargo de la investigación una atractiva agente del FBI (Silva Koscina, una sex simbol de la época), que persigue en la ciudad del estrecho del Bósforo a un apuesto delincuente (Horst Buchholz), con historia de amor por medio. Persecuciones arriesgadas con coches lujosos, negocios con juegos ilegales, un mundo poblado por hampones de toda calaña y unas vistas y localizaciones excelentes de la ciudad turca.
Un film de acción e intriga que se desarrolla en un ambiente exótico, en este caso la maravillosa ciudad de Estambul que separa Europa de Asia. En el más puro estilo de películas con muchísimo más presupuesto como los films de James Bond y otros films de espías que solían dar mucho juego por la situación política internacional debido a la guerra fría de las dos superpotencias. El cineasta que además era productor y un gran montador, procuraba esconder sus escasos medios de producción, utilizando su habilidad técnica en el montaje para reparar esa escasa espectacularidad por falta de holgados presupuestos como sí que gozaban las producciones americanas. Vista a día de hoy ha quedado algo obsoleta, pero si repasamos las películas a las que imita durante la década de los 60, también el paso del tiempo ha hecho estragos en ellas.