Está bien no estar bien (Serie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2020). 16 episodios. Una historia sobre un empleado de una sala psiquiátrica y una mujer, con un trastorno de personalidad antisocial, que es una escritora popular de libros infantiles. Un hombre que niega el amor y una mujer que no conoce el amor desafían el destino y se enamoran, encontrando sus almas e identidades en el proceso.
Detalles de la película
- Titulo Original: Saikojiman Gwaenchanha (TV Series)
- Año: 2020
- Duración: 60
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Opinión de la crítica
Película
7.4
68 valoraciones en total
La vida no es un cuento de hadas y ‘It’s okay not to be okay’ lo deja bien claro desde el minuto uno. La tragedia, las inseguridades y la necesidad que tenemos de otros está presente en cada fotograma.
Si te apetece una serie inusual, que te sorprende a cada giro y que es capaz de mezclar el drama con el thriller más oscuro que puedas imaginar pero que aún así está lleno de color, puedes disfrutarlo aquí.
Una de las curiosidades, cómo ya habrás adivinado está en el intercalar de escenas de animación y live action mientras se relata la serie. Estos cuentos de hadas no están hechos para quienes padecen del corazón, lo descubrirás si te atreves con ella, y puedo asegurarte que será una de las cosas que te enamore de la serie.
Fantasía a raudales, voces en off que relatan los cuentos y una mansión con forma de castillo en mitad del bosque son solo el comienzo de una historia digna de los hermanos Grimm.
Un empleado de una sala psiquiátrica y una mujer, con un trastorno de personalidad antisocial, que es una escritora popular de libros infantiles vuelven a encontrarse. Un hombre que niega el amor y una mujer que no lo conoce desafían el destino y se enamoran, encontrando sus almas e identidades en el proceso.
Seguro te estás preguntando como entra la animación a colación, es fácil. La protagonista femenina, Ko Mun-yeong, se gana la vida como escritora de cuentos infantiles, y lo hace con un gran éxito.
Además de su personaje nos encontramos con dos hermanos, Moon Gang-tae y Sang-tae. Gang-tae tiene la habilidad de empatizar y cuidar de los demás. Esta tendencia al cuidado viene dada por la condición de su hermano mayor, quien presenta un trastorno del espectro autista y unas buenas dotes artísticas.
Dos series en una
‘It’s okay not to be okay’ se encuentra claramente diferenciada en dos partes. Los primeros episodios nos van introduciendo a los personajes a la par que ellos mismos se conocen nosotros comenzamos a quitarles capas y a descubrir que ha pasado previamente en sus vidas para alcanzar unas personalidades únicas.
Las dos dinámicas clave son la relación amorosa de Ko Mun-yeong y Moon Gang Tae y la relación fraternal entre Moon Gang Tae y Moon Sang Tae.
¿Cómo querer a alguien cuando tu vida no te pertenece? Tener la imperiosa necesidad de que alguien nos cuide cuando no estamos bien (por mucha tendencia a la psicopatía que tengamos) o aprender a necesitar a alguien.
Todo ello se muestra, se vive y es aprendido por Ko Mun-yeong y Moon Gang Tae. Su atracción es clara, y ella nos encanta por sus reacciones, comentarios y miradas. Es totalmente novedoso. Su trastorno nos pone en pantalla escenas que no acostumbramos a ver y qué son un soplo de aire fresco.
Ella busca captar su atención, pero no sabe como hacerlo, rozando un comportamiento obsesivo y de acoso. Una persona que tiene todo lo que quiere es incapaz de asimilar el rechazo. Es interesante cómo la dinámica entre ellos va cambiando, madurando y mostrando matices muy personales.
Ambos sufren unas profundas heridas. Moon Gang Tae siempre ha hecho lo que se espera de él. Su vida no es vivida, piensa que nació solo para ser el cuidador de su hermano. Aprendió muy pronto a ocultar tras una expresión de felicidad como se encuentra, lo veremos liadiar con una fuerte depresión.
Lo mejor de esta relación es que el uno al otro se enseñan a quererse a sí mismos, a verse primero para después ver a los demás.
La segunda parte ya nos trae el desenlace del thriller, esa historia de terror que es la infancia ligada de los protagonistas, la influencia de sus madres y su ausencia. Cómo en todo buen cuento de hadas debe haber una malvada bruja. Aquí no es ni más ni menos que la bruja del oeste.
Secundarios de lujo
La trama de la serie se acompaña de casos psiquiátricos e historias secundarias contadas con peso y delicadeza en el transcurrir de la serie. Todo ello gracias a la gran presencia que tiene el hospital psiquiátrico y su vida en él.
Vemos como que se trata a los pacientes, cómo estos crean relaciones entre ellos creando una comunidad y red de apoyo vital para la supervivencia emocional en un lugar que sigue en pleno siglo XXI siendo denostado como es un centro psiquiátrico.
En este apartado los guionistas dejan volar la imaginación. La creatividad es muy elevada cuando se presentan los distintos casos y enfermedades mentales. En los episodios maníacos todo está permitido, pero eso no significa que no se traten con tacto y cuidado más absolutos.
El estrés postraumático, el maltrato, el abandono y abuso infantil o el alcoholismo encuentran su resquicio para ser puestos en el punto de mira obligando así al espectador a enfrentarse a ellos.
Las heridas de todos los personajes son curadas o al menos aliviadas por un momento de conversación o por una deliciosa comida del personaje interpretado por la siempre excelsa Kim Mi Kyung.
Oh Jung Se como Moon Sang Tae
Qué le den un premio a este actor, o mejor, ocho. Se sale. Es el alma y corazón de ‘It’s okay not to be okay’, y eso es decir mucho, ya que la competencia en el campo interpretativo es voraz en la serie.
El brutal nivel interpretativo empieza, pero no acaba con Oh Jung Se. Kim Soo Hyun es el actor mejor pagado en kdramas, y no nos extraña. El repertorio interpretativo a lo largo de toda la serie y la intensidad de sus escenas pone de relieve su calidad.
Ko Mun Yeong no se queda atrás y además de ofrecernos un fashion show para el recuerdo deja tras de sí los momentos más divertidos y cándidos de la serie, sin perder ni un ápice de calidad en las muchas escenas dramáticas con las que cuenta.
Tiene un guion lacrimógeno donde los haya y está bellamente escrito y pensado. La inocencia, la resilencia y finalmente encontrar algo, no ya por lo que vivir, sino por lo que disfrutar de la vida son todo lo que ha necesitado para dejarnos una de las series del 2020.
Es posiblemente uno de los dramas mas hermosos que he visto, lleno de lecciones de vida que te tocan a veces de manera directa. Ayuda la traduccion fabulosa en su version Netflix, que hace sentir la consistencia del argumento, apasionante desde el primer capitulo hasta el ultimo.
*Un drama romántico con aspecto de cuento de hadas
La escena de apertura es un maravilloso cortometraje de animación, al más puro estilo Tim Burton. La fantasía gótica nos introduce en una realidad oscura que remitirá a los cuentos más macabros de los Hermanos Grimm. Tendremos un castillo, una bruja, una princesa y su príncipe, todos los elementos de cualquier cuento que se precie. La historia de amor central comenzará de manera atípica, con dos personajes antagónicos que se conocen desde pequeños y que ocultan sendas historias de crueldad y dolor.
El chico trabaja como cuidador de enfermos mentales, al tiempo que en su casa debe lidiar con un hermano mayor autista. Huyen de un pasado trágico donde su madre fue asesinada, un hecho que les persigue tras el símbolo de una mariposa y que no les permite tener una vida normal. La chica es una escritora de cuentos infantiles siniestros que, sin embargo, resultan tremendamente populares entre los niños. Es una diva irascible, caprichosa y con brotes psicóticos, que también huye de sus propios demonios. Se convierte en una acosadora del enfermero y entablan una relación de amor-odio, donde la creciente tensión sexual irá acompañada de momentos que remiten a la screwball comedy.
*Un inicio imaginativo que se vuelve más convencional
Por desgracia, a medida que avanzan los episodios, la trama de Está bien no estar bien (It’s Okay to Not Be Okay) se vuelve más convencional y mucho menos oscura. El tono romántico se apodera de todo, incluso de las tramas secundarias, haciendo que, por momentos, se vuelva bastante empalagosa. El tratamiento visual de las escenas también se apacigua y resulta menos imaginativo que en los primeros episodios, sin perder nunca el gusto por el encuadre, el montaje ágil y el cuidado estético (vestuario, decorados, fotografía).
Tengo la impresión que a la serie le sobra metraje. 16 episodios de más de 75 minutos dan para mucho y a partir de la mitad, me asalta una sensación de reiteración de ideas. La intriga criminal se abandona para acabar explotando luego de manera poco creíble y algo telenovelesca, utilizando los dos episodios finales para arribar a la resolución de todos los conflictos. Se emplea demasiado tiempo y se podría haber comprimido todo para conseguir una serie mucho más redonda.
Echo de menos que se mantenga el tono oscuro y misterioso del episodio piloto durante el resto de la serie y que se integren muchas más secuencias de animación en la acción. Ese tipo de elementos la convierten en algo especial durante sus primeros capítulos y aunque su esencia se diluye un poco, el director Shin Woo Park logra mantener siempre nuestro interés con una dirección llena de hallazgos visuales.
*Cada cuento tiene su moraleja
Los 16 capítulos de Está bien no estar bien (It’s Okay to Not Be Okay) tienen el título de un cuento. Sirven como leit-motiv para las enseñanzas humanistas que se derivan de la serie. Es una historia sobre la sanación emocional, sobre la adaptación y el perdón, sobre aprender a convivir con los demás y sobre la necesidad de superar las heridas del pasado. Pero sobre todo, la serie nos explica qué la verdadera familia es la que escogemos durante nuestro trayecto vital, esas personas que te harán feliz y que no siempre tienen que ver con los genes. En ese sentido, la serie ofrece algunas reflexiones profundas bajo su romanticismo de postal.
Otra de las ventajas que tiene Está bien no estar bien (It’s Okay to Not Be Okay) es que los personajes están muy bien definidos y todos resultan entrañables, también es gracias al trabajo de un reparto muy bien escogido. Está claro que hay que destacar la interpretación del actor Oh Jung-se, en su complicado papel como autista, así como el de la actriz Seo Ye-ji, que además de protagonizar un constante desfile de moda con cambios de modelitos en cada secuencia, nos enamora y divierte con un personaje que podría haber resultado insoportable por sus habituales arrebatos posesivos y antisociales. Todo el reparto está genial, hay grandes secundarios en la serie y todos tienen su momento de gloria.
*Conclusión
La serie coreana Está bien no estar bien (It’s Okay to Not Be Okay) es un drama romántico escrito por Jo Yong y dirigido por Shin Woo Park. Ha sido toda una sensación en su país de origen y ahora, a través de su distribución mundial en Netflix, pretende conquistar los corazones de mucha gente de otros lugares. Lo hará especialmente entre los aficionados a los K-Dramas que ya estén habituados a su estilo, al resto del público menos iniciado le puede costar un poco entrar en la propuesta. Merece la pena intentarlo.
Los primeros capítulos son espectaculares. Tiene una puesta en escena muy original y cautivadora. Su romanticismo deriva a un mágico tránsito por el universo de los cuentos. La historia principal combina comedia, emotividad y romance, en un escenario que le permite reflexionar sobre la vida y sobre la familia que elegimos tener. Se acerca con tacto y sensibilidad a temas complejos como el autismo y las enfermedades mentales, sin perder de vista que se trata de un producto más de entretenimiento que analítico.
Visualmente es bella y cautivadora, especialmente en sus primeros episodios. Integra a su fascinante narrativa elementos visuales atípicos como la animación, así como efectos sonoros y musicales que se utilizan para activar su peculiar humor. La banda sonora incorpora temazos interpretados por Janet Suhh, Elaine o Sam Kim, entre otros, que sonarán de forma continua durante todos los episodios y se te quedarán grabados en la memoria. Además, tiene un reparto de lujo donde todos los intérpretes brillan a gran altura. Es una serie para corazones sensibles, cinéfilos con gusto por la estética y/o románticos que busquen acercarse a la cultura coreana, donde las relaciones personales y sentimentales son muy diferentes a las nuestras.
Escrito por Daniel Farriol