Escuela de sirenas
Sinopsis de la película
Uno de los musicales acuáticos más famosos de la Metro-Goldwyn-Mayer, con Esther Williams en el papel de una estudiante enamorada de un compositor de canciones (Red Skelton) mientras ensaya en la piscina bellas coreografías de danza sincronizada. Con numerosas y espectaculares escenas de ballet acuático.
Detalles de la película
- Titulo Original: Bathing Beauty
- Año: 1944
- Duración: 101
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Opinión de la crítica
Película
5.9
43 valoraciones en total
A la hora de valorar esta película, creo que hay que tener presente su antigüedad (1944). El argumento es anodino aunque simpático que está al servicio de los números musicales que son de alta calidad y el último es extraordinario. Brillantísimos son los encuadres y los movimientos de la cámara. No olvidemos que en aquella época no existían los ordenadores y las técnicas eran manuales y los técnicos verdaderos virtuosos.
Creo que a este film le pasa lo mismo que a un coche de época, que nadie usaría para irse de vacaciones pero que uno admira su belleza, sus mecanismos antiguos y la estética de sus accesorios. Así hay que ver esta película.
Yo como niño la vi en la década de los cincuenta. Aunque no estaba capacitado para hacer una valoración crítica, me impresionó la belleza y simpatía de ESther Williams y la de las demás mujeres, los vestuarios elegantes, los decorados, ese lujo, los espectáculos musicales y los números en el agua. Después de disfrutarla salías a la calle y la realidad era más prosaica sobre todo si vivías en un pueblo agrícola.
Supongo que por la clase de películas, más bien monótonas, que se proyectaban en los inicios de los cincuenta en España, con su situación económica y de censura, este film aportaba una gozada para la vista, el oido y para la ensoñación.
Por lo tanto, para mí tiene un alto valor nostálgico, como para re-verla cada dos años, pero comprendo que las generaciones posteriores la ignoren o la desprecien.
Agradable y entrañable película que combina a la perfección el género musical y la comedia, con un buen reparto y un excelente guión de un trío maravilloso, con la dirección de un George Sidney que después de esta película dirigiría levando anclas , los tres mosqueteros , Magnolia etc. No solo para pasar un buen rato sino también para admirar un estilo de hacer cine hoy desparecido. El primer musical que vi cuando era niño y que tantos recuerdos me trae… Inolvidables los enredos en el Colegio femenino donde Red Skelton se matricula para reenamorar a Esther Williams… Muy entretenida y reconozco que en mi puntuación, sobrevalorada, pero una película no sólo es lo que ves sino también lo que sientes con ella…
No quisiera ser despectiva con los aficionados que la adoran, pero considerar buena esta película sólo se explica desde la puerilidad: sí, por el bonito sentimiento pueril de haberla visto en la infancia o la primera adolescencia. Por ello respeto a los que disfrutan con Escuela de sirenas, porque los comprendo y porque cualquiera de nosotros tiene películas y músicas, de escaso talento y calidad, que si nos encantan es porque van unidas a los recuerdos y emociones de nuestros primeros años…
Pero yo no gocé de esa vacuna . La acabo de ver hace unos días en todo su esplendor (en pantalla grande y en la oscuridad), sin prejuicios, con un talante de lo más positivo (esperando disfrutar de la diversión de una película de evasión, frívola y entretenida)… y me ha parecido una película pueril y hortera en un grado mayúsculo. Reconozco que el haber disfrutado justo dos semanas antes -y en las mismas condiciones- de Cantando bajo la lluvia ha dejado a Escuela de sirenas en muy mal lugar: las mojadas bajo el agua no soportan la comparación, en absolutamente ningún ámbito, con los mojados por la lluvia, a pesar de ser ambas en teoría dos comedias musicales para el disfrute y la evasión sin pretensiones. Las separa un abismo. El talento y la calidad de Cantando bajo la lluvia es insuperable, mientras que Escuela de sirenas es una historia tontorrona en un grado casi infumable y que, efectivamente, sólo se puede disfrutar siendo un niño (o con la nostalgia emocional de cuando se era).
Las músicas, las coreografías, los actores, los vestuarios… son dolorosamente horteras: todo su ambiente latino es de folletín, edulcorado, empalagoso, bobo y chirriante. Nadie encontrará aquí la música hispanoamericana de la época en su vertiente auténtica y emocionante, sino que, como le ocurre al jazz que aparece en el filme, será en la versión orquestada, rimbombante, hueca, pretenciosa y falsa de ese estilo hollywoodiense de señoritingos pijos de alta sociedad que tanto gustaba a Xavier Cugat. Aunque eso sí, Esther Williams está muy guapa.
El guión es un despropósito y el internado de señoritas -con actrices treintañeras y cuarentonas en el papel de jovencitas- sólo da lugar a enredos sin gracia en los que pretende lucirse con un histrionismo insufrible Red Skelton. Dan ganas de abofetearlo… y seguramente por eso… el único momento que me hizo gracia fue ese en el que la profesora de danza clásica no para de darle -a este actor travestido en bailarina- unas repetidas tandas de guantazos. Se los merecía.
¡Y pensar que es el mismo año 1944 de Perdición!
Cuando se estrenó en Madrid, la vi en el cine Palacio de la Música, y después en el cine Voy de la calle Gral. Álvarez de Castro, también de Madrid, unas treinta y dos (32) veces. No recuerdo bien el año pero yo tendría unos 13 o 14 años. La recuerdo en su casi totalidad. Me gustaría tener su Banda Sonora. En especial el tema Hora Stacato interpretado con su trompeta, por Harry James. Para mí es excelente en todo el sentido del arte cinematográfico: Tecnicolor, Músicas, Ballet, Sonido, Fotografía, Dirección, etc. Un saludo. Gracias.