Ermessenda (Miniserie de TV)
Sinopsis de la película
Serie de TV (2011). 2 episodios. Ermessenda era una mujer fuerte y luchadora. Intransigente, amante del poder, personaje complejo y apasionante que en cuestiones personales fue una perdedora. En el testamento de Berenguer Ramon fue ignorada por su hijo, que nunca le perdonó que no le dejase gobernar en solitario. Y tuvo que ceder, renunciando a ser condesa, delante de su nieto Ramon Berenguer. Mandó en un mundo de hombres y lo hizo sin esconderse en la sombra de sus descendientes, con los que llegó a luchar para conservar su parcela de poder.
Ermessenda luchó toda su vida, inmersa en unas redes de poder estrechamente ligadas a la familia. Hijos, nietos, hermanos, sobrinos… se repartían los condados y buscaban equilibrios territoriales que los hiciesen más fuertes para luchar contra los sarracenos y conquistar tierras. Ermessenda es, por tanto, una serie dedicada a una mujer y a sus relaciones familiares.
Detalles de la película
- Titulo Original: Ermessenda
- Año: 2011
- Duración: 170
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Opinión de la crítica
6.2
95 valoraciones en total
Personalmente se me ha hecho aburrida. El desarrollo es lentísimo y apenas engancha, aunque tiene una ambientación muy bien conseguida, pero eso no es suficiente como para que me guste. Las actuaciones son correctas, igual que la BSO. Solo recomendable para los que les interese la historia de Cataluña.
Ermessenda forma parte de ese conjunto de personajes nobles del Casal de Barcelona, a los que siempre se evoca para relatar la profundidad histórica del autogobierno catalán (o barcelonés, según se prefiera) pero de los que nada se sabe fuera de un reducido círculo académico. Desde este punto de vista, es interesante que sean llevados a televisión, pero bien puede ser que el resultado sea decepcionante para paladares exigentes, como en este caso. Concebida como una dramatización de la biografía de la mandataria, Ermessenda se mueve más en el enfoque culebronesco propio de las teleseries catalanas que en las procelosas aguas de la recreación del proceso de feudalización de los condados catalanes.
Ello tiene dos consecuencias graves.
La primera, que como consecuencia de dicha dramatización culebronesca, se presentan con apariencia de veraces hechos que son rigurosamente falsos (como la forma que se presenta la muerte de Berenguer Ramon I, personaje por cierto muy maltratado en esta recreación), mientras que en un ejemplo de imaginación desbordante se inventan relaciones y amoríos por doquier. Además, no se da la importancia debida a conflictos que sí que existieron (como los existentes con Mir Geribert, personaje muy desdibujado en este folletín), ni se asiste a rasgos relevantes de la época, con alguna excepción como el juicio per albatum.
La segunda, que no se invierte ningún esfuerzo en retratar la época en toda su complejidad. Ermessenda no consiste más que en una escenificación novelesca de luchas cortesanas, pero la importantísima época que se aborda exigía de mucha más atención a los elementos claves del periodo, muchos de los cuales se mencionan, pero no se tratan con la profundidad debida: el conflicto entre el poder público y el poder feudal, las acciones de los señores sobre los campesinos libres, las tensiones entre el nobles y eclesiásticos, etc. Otros aspectos claves, como las relaciones con los gobiernos islámicos y el cobro de las parias, se omiten tristemente. Son todo ello cuestiones que van a determinar la evolución del medievo en Cataluña, por lo que sin duda merecían una aproximación mucho más ambiciosa y ante todo, pedagógica.
Para ir acabando, comentar que hay una muy buena ambientación en interiores, gracias a los decoradores, y un muy buen trabajo de vestuario, lo que contrasta negativamente con el bajo interés por los exteriores. Los actores se muestran por lo general en buena forma, especialmente la protagonista, pero quedan un tanto desaprovechados por la falta de mejores textos. Finalmente, lamentar la incomprensible decisión de no incluir en la serie el periodo de gobierno con Ramon Borrell, esencial para comprender el descontento nobiliario en los años anteriores.
Por todo esto, la nota no puede ser muy buena: un 4 para este encomiable tentativa, fallida en demasiadas cuestiones esenciales.
Esta película me sorprendió muy gratamente por su logrado nivel técnico, más teniendo en cuenta que es una TV-movie y no un estreno para la pantalla grande. Tiene una fotografía muy cuidada y una más que buena banda sonora de Arnau Bataller. También destaca la recreación del Palau Comtal de Barcelona y el vestuario. Las interpretaciones muy buenas todas, destacando Laia Marull en el papel de Ermessenda (con el único defecto, en mi opinión, que me pareció un poco joven para el papel) y Lluis Omar como el Abat Oliba.
Ahora bien, tengo que decir que la calidad del primer capítulo me pareció mucho más alta que la del segundo, que tubo un montaje excesivamente rápido, dando la sensación durante todo el tiempo de que era un resumen. Tal vez haya sido un error eso de que hicieran una miniserie de dos capítulos, la historia bien daba para un par de capítulos más y tal vez así no se hubiera visto tan precipitadamente todo.
En lo que afecta al rigor histórico, debo decir como estudiante de historia que soy que considero que quien quiera aprender historia debe ir a buscar en los libros de historia, y no en producciones cinematográficas a menos que sean del género documental. Cuando uno ve una producción como la que nos ocupa, debe prever que se habrán añadido situaciones de escaso o nulo valor histórico con la intención de agilizar la acción dramática. En el caso de esta película, principalmente se nos muestran varias aventuras y desventuras amorosas entre los miembros de la corte condal. Y también las clásicas desapariciones de hijos que suelen haber en todas las producciones históricas, donde los personajes siempre suelen tener menos hijos de los que tuvieron en realidad. Por otro lado creo que la película retrata muy bien el clima de lo que fue la pre-feudalización y las tensiones que se vivirían en las cortes de toda la Europa cristiana hasta aproximadamente el siglo XI, cuando la feudalización ya será un hecho consumado. Aun que este clima queda un poco desaprovechado (supongo que para no hacer la película excesivamente política) lo que se nos muestra de él está muy logrado. También se echa de menos que la película no aproveche un poco más el personaje de Almodis de la Marca, que al fin y al cabo era una digna sucesora de Ermessenda en potencia.